María Corina Machado recibió la noticia del Premio Nobel de la Paz 2025 en la clandestinidad y en esas circunstancias concede esta entrevista. 

La líder de la oposición venezolana contra el régimen de Nicolás Maduro es civil, es valiente y es mujer. El suyo es un liderazgo inédito en la historia reciente de Venezuela, una nación lastimada por la desigualdad social, política y de género —además de un militarismo atávico—, y que, desde hace 26 años, vive secuestrada por un régimen autoritario. 

Durante los días más oscuros de abatimiento de la oposición frente un sistema antidemocrático, María Corina Machado ganó las primarias con el 95 por ciento de los votos, dio un paso a un lado tras ser inhabilitada por el régimen e insufló vida a la candidatura a las elecciones presidenciales con Edmundo González Urrutia hasta conseguir la victoria con más del 70 %. Machado demostró y acreditó el fraude perpetrado por el régimen al aportar todas y cada una de las actas. Antes de la investidura fraudulenta de Maduro, el régimen la secuestró y la liberó. La amenaza ejemplarizante no consiguió hacer ni una grieta en su fuerza. Sigue en su país. Y desde allí habla. 

Desde la represión posterior a las elecciones presidenciales de 2024 hasta hoy, el régimen bolivariano dirigido por Nicolás Maduro ha intensificado la cacería por motivos políticos, incluyendo a todos aquellos que defienden los derechos humanos y las libertades fundamentales. A pesar de eso, y de las órdenes de captura en su contra, María Corina Machado continúa trabajando desde la clandestinidad en Venezuela, un país dominado por el miedo y atenazado por la represión, donde más de 20.000 personas han sido ejecutadas extraoficialmente, y más mil presos políticos permanecen bajo tortura, privados de su libertad, según el informe sobre los Derechos Humanos presentado en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. 

En esas circunstancias, el Comité Noruego del Nobel afirmó que María Corina Machado había ayudado a «mantener encendida la llama de la democracia frente a una oscuridad creciente». Al anunciar el premio en una ceremonia en Oslo, el veredicto elogió la «lucha de Machado por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia». (Karina Sainz Borgo)

¿De qué forma el Premio Nobel de la Paz cambia simbólica y políticamente la situación de Venezuela?

Tiene un impacto inmenso en la sociedad venezolana. 

Todos los venezolanos dentro y fuera sienten que es su premio. Es un reconocimiento a una causa justa, una lucha llena de sacrificios y de enormes costos humanos durante 26 años. 

Y ahora, cuando estamos ya en una etapa resolutiva, decisiva, crucial, este reconocimiento es una inyección de energía y fuerza, porque nos demuestra que no estamos solos. 

El mundo reconoce la naturaleza pacífica de nuestra lucha, así como las condiciones en que la hemos dado. El régimen de Maduro es muy poderoso. 

¿Este Nobel de la Paz es una enmienda a la tibieza de países como Noruega en los intentos de paz?

Los venezolanos hemos recorrido todas las etapas. 

Es importante que el mundo lo entienda. 

¿Es decir? 

Hemos salido innumerables veces de forma pacífica y ordenada a la calle, a protestar, a exigir. La respuesta que hemos tenido ha sido tiros, asesinatos de jóvenes; hombres, mujeres y niños torturados; encarcelamientos brutales. 

Fuimos a procesos electorales, todos fraudulentos, pero en las elecciones del 28 de julio de 2024 demostramos nuestra victoria. 

¿Qué hizo el régimen? Otra vez responder con tiros, con fuerza, violencia y brutalidad. 

Hay muchachos presos sólo por custodiar su acta de votación, o jóvenes a los que se los llevaron arrastrados por escribir en sus redes sociales que querían vivir en libertad. 

No estamos solos. 

María Corina Machado

¿Y las negociaciones de paz? ¿Por qué tampoco funciona esta vía por el momento?

Durante todo este periodo, hemos acudido a 17 episodios de diálogo, en los cuales, las fuerzas democráticas nos hemos comprometido a buscar acuerdos para una transición ordenada. 

Todas las veces, el régimen opresivo ha violado su palabra. Se han burlado del país y de la comunidad internacional. 

De modo que yo creo que este planteamiento, en este momento, es muy claro. Es decir, los venezolanos hemos recorrido todas estas fases y estamos ahora frente a un momento decisivo en el cual Maduro tiene que entender que, con o sin negociación, el tiempo se les acabó.

¿Cuál es el escenario próximo en Venezuela según usted? 

La situación se está acelerando.

¿Realmente, qué puede ofrecer Maduro en este momento? Puede decir que entrega, que regala al país o sus recursos, pero lo que no puede hacer es desmantelar la estructura criminal de la cual es cabeza y al mismo tiempo prisionero. 

La estructura del crimen de Maduro incluye narcoterrorismo, pero también tráfico de oro, tráficos minerales, tráfico de armas, tráfico de personas, el mercado negro de petróleo… Venezuela se ha convertido en el HUB del crimen mundial. 

En nuestro país circulan libremente agentes rusos, agentes cubanos e iraníes. Maduro es el centro de comunicación de todas estas redes y la cabeza del Cartel de los Soles. 

La única manera en que Venezuela pueda promover estabilidad, crecimiento, prosperidad y seguridad energética, es con una transición a la democracia que permita crear orden. 

Maduro es caos, crimen y muerte.

En muchas ocasiones ha dicho que esta no es una dictadura convencional, ¿cómo es entonces el tipo de esfuerzo por desmantelarla?

Los Estados Unidos y muchos otros gobiernos del mundo finalmente han entendido eso. 

Nosotros tuvimos durante muchos años pidiendo que el abordaje hacia el régimen fuese un abordaje de aplicación de la ley —law enforcement—, porque es una estructura criminal. 

Y finalmente, a partir de este año estamos viendo que los Estados Unidos adopta esta posición y que la información sobre los crímenes de Maduro y su entorno empiezan a salir a flote y serán juzgados. 

Maduro no puede desmantelar la estructura criminal de la cual es cabeza y al mismo tiempo prisionero. 

María Corina Machado

Ha dedicado el Nobel de la Paz a la lucha del pueblo venezolano, pero también a Donald Trump. ¿Cuál es su relación con el presidente de Estados Unidos? 

Los venezolanos hemos hecho todo y estamos dispuestos a entregarlo todo para que Venezuela sea libre. 

Pero esto es una estructura del crimen transnacional y para poder lograrlo necesitamos que nuestros aliados actúen y que el régimen tenga una amenaza real. Necesitamos a los verdaderos aliados de la comunidad internacional —empezando por el gobierno de los Estados Unidos y el presidente Trump—. 

Pero como bien ha dicho el secretario de Estado Marco Rubio, también se ha configurado una coalición donde participan gobiernos de América Latina, del Caribe y Europa, incluyendo el Reino Unido, los Países Bajos y Francia.

¿Son esos los aliados principales?

Los venezolanos entendemos perfectamente con quiénes contamos para una transición ordenada. 

Desde el 28 julio de 2024, el régimen ha vivido en un declive acelerado, no solamente perdiendo legitimidad, sino que cada día está más aislado. 

¿En qué sentido? 

El régimen de Maduro nunca ha estado tan aislado como hoy, tanto en la esfera internacional como internamente. No les queda nada. 

Algunos militares de alto rango, algunos testaferros que están haciendo dinero obscenamente, pero que entienden que esto se acabó y que tienen la opción de una transición negociada. 

Repito lo que te dije al principio: con o sin negociación, van a salir del poder. 

Hay una parte de las izquierdas europeas, en España, en Francia pero también en América Latina que la llama golpista, sin reconocer las violaciones sistemáticas a los derechos humanos a manos de Nicolás Maduro. ¿Qué tiene que decir usted ante eso?

No les puedes explicar a quienes se niegan a ver. 

La evidencia es demoledora: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que en Venezuela hay terrorismo de Estado. 

No creo que se le pueda acusar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de ser de derecha…

¿Asistirá a recibir el premio en Oslo?

Estamos haciendo todo para que eso ocurra, porque al final solamente será posible si Venezuela es libre… y Venezuela será libre. 

Nosotros vivimos un día a la vez

Esa ha sido nuestra gran lección de todo este proceso.