Milei o la disrupción espectacular: concierto íntegro
A pesar de la presión política y económica sobre su Gobierno, el presidente argentino presentó esta semana su nuevo libro en un formato espectacularmente extraño: un concierto de rock de más de dos horas ante 15.000 personas en el Movistar Arena de Buenos Aires.
Lo comentamos línea a línea.
Tras la derrota de su partido en las elecciones al Parlamento provincial de Buenos Aires el pasado domingo 7 de septiembre, este evento era muy esperado en un contexto de tensiones políticas y económicas en Argentina. Mientras Milei acaba de descartar a su cabeza de lista de la provincia de Buenos Aires para las legislativas, José Luis Espert, un allegado al presidente acusado de tener vínculos con el narcotráfico, el país espera el resultado de las conversaciones sobre un plan de rescate financiero en Washington entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
Al mismo tiempo, se reunieron manifestantes en los alrededores del estadio y se produjeron enfrentamientos —minimizados por los allegados al presidente— entre estos y militantes pro-Milei y las fuerzas del orden.
La atmósfera que reinaba en el Movistar Arena era muy diferente.
En un ambiente festivo, el presidente argentino y su público estaban entusiasmados. En primera fila se encontraban varios funcionarios y ministros importantes del Ejecutivo, entre ellos la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; el ministro del Interior, Lisandro Catalán; el ministro de Defensa, Luis Petri, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
De vez en cuando, entre dos canciones, Milei se interrumpe para decir unas palabras.
Así da las gracias a sus allegados («Quiero darle gracias además al Triángulo de Hierro, ¡a Karina Milei y a Santiago Caputo! También quiero darle las gracias a los jóvenes de La Libertad Avanza de todo el país. También quiero darle las gracias a la agrupación de la Púrpura. Y también, ¡quiero darle las gracias a las fuerzas del cielo!»); reitera su apoyo a Israel («Israel es el bastión de Occidente […] Nosotros no vamos a permitir esta xenofobia que está tratando de instalar la izquierda»); y alude a la victoria del kirchnerismo en las elecciones del 7 de septiembre («¿Escuchas, kirchnerista? Pudieron ganar un round, pero no la batalla»).
El evento se estructuró en tres partes:
-un concierto de rock del presidente argentino de unos cincuenta minutos con «la banda presidencial»: al bajo, su biógrafo Marcelo Duclos —a quien entrevistamos en la revista— y Alberto «Bertie» Benegas Lynch a la batería, acompañado en algunos momentos en el coro de la diputada Lilia Lemoine, cercana a Milei;
-luego, durante unos veinte minutos, un discurso del ideólogo de extrema derecha Agustín Laje, presentado por el portavoz de la presidencia argentina Manuel Adorni;
-por último, Milei volvió al escenario cantando a capela el himno argentino envuelto en la bandera nacional, antes de iniciar —esta vez vestido como un presidente: con traje y corbata—, un diálogo de treinta minutos con Adorni.
Hemos seleccionado seis momentos clave, traducidos y comentados.
1 — «Hola a todos, yo soy el León»
Hola a todos
Yo soy el León
Rugió la bestia en medio de la avenida
Corrió la casta
Sin entender
Panic show a plena luz del día
Por favor no huyas de mí
Yo soy el rey de un mundo perdido
Soy el rey
Te devoraré
Toda la casta es de mi apetito
¡Viva la libertad carajo!
A las 20:32 hora local, sonó un cuerno de carnero en la gran arena del Movistar Arena. La elección de este modo peculiar de comenzar el acto es significativa no sólo porque llama la atención del público y le advierte de que el acto está a punto de comenzar, sino sobre todo porque le recuerda que, en el corazón de esta novísima identidad política argentina, hay un poso de tribu. Una comunidad con lazos fuertes, que dispone de un líder y, sobre todo, que se siente mandatada para algo. Al sonido del cuerno le sucede una explosión y, a continuación, una secuencia visual que ofrece pistas acerca del contenido de ese mandato: derribar, destruir, tirar abajo. La tribu libertaria, convocada para la ocasión, se complace con esas escenas de edificios desplomándose y recuerda de paso cuál es la finalidad o el motivo de su unión. En esos instantes iniciales del concierto se encuentra ya la clave principal del acto: separar a Javier Milei del significante «corrupto» y tratar de asociarlo de nuevo a los de «león», «loco» y «transgresor». Es decir, regresar a los términos que impulsaron y dieron cohesión a la manada. Y, mientras tanto, celebrar y quitarse el miedo que en este momento se apodera de esa familia política.
Ante 15.000 personas (la entrada era libre y gratuita, sólo había que inscribirse), Javier Milei apareció vestido completamente de cuero negro en medio del público y avanzó lentamente, entre largos abrazos, hasta el escenario, donde le esperaba su hermana —Karina, «El Jefe»—. Milei va y viene por el escenario, eufórico, al ritmo de su canción favorita, que marcó el ritmo de su campaña presidencial en 2023, «Panic Show» de La Renga, que comienza así:
Hola a todos
Yo soy el León
Y que, de manera sorpresivamente elocuente, continúa así:
Por favor no huyan de mí
Yo soy el rey de un mundo perdido
Parecería imposible escoger un mensaje más clarificador para el momento actual en el que se encuentran tanto «La Libertad Avanza» como, muy en particular, Javier Milei. Un mensaje que reclama, casi a modo de súplica, que sus votantes no se vayan, que no le abandonen, que no se rindan. Y que, al mismo tiempo, asegura que todavía hay mucho por hacer: que el «mundo perdido» de la Argentina próspera de finales del siglo XIX, de los tiempos del presidente Roca, aún puede retornar si continúan aplicándose los principios liberal-libertarios abanderados por el actual presidente. Un «mundo perdido» que, además de la nostalgia, incorpora otra promesa libidinal: destrozar a todos los cómplices de la degradación y de la decadencia.
Tras esta espectacular entrada de unos diez minutos, la música se detiene, Milei llega sin aliento al micrófono que se encuentra en medio del escenario y comienza, a su vez, a cantar a capela.
Se detiene entre aplausos, surge humo en el escenario, la banda comienza a tocar —empieza el espectáculo—.
2 — Presentación de «la banda presidencial»
¡Ahora la presentación de la banda presidencial!
En los coros, la maravillosa, la única e incomparable soprano de coloratura, ¡Ana Tamagno!
Junto a Ana en los coros, la mezzosoprano, nuestra diputada por La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires, la destructora de las operetas kukas, la que le sacó la ficha a todos los delincuentes, ¡la maravillosa Lilia Lemoine!
«Kuka» es un término peyorativo utilizado para designar a un militante, simpatizante o partidario del kirchnerismo. Aquí, con la expresión «operetas kukas», Milei da a entender que el kirchnerismo estaría dispuesto a todo, incluso a hacer trampa, para ganar las próximas elecciones del 26 de octubre.
Primera guitarra: el hombre cuyo nombre es sinónimo de talento, la montaña de virtudes, el derroche de genialidad, nuestra primera guitarra, ¡Hernán Hendrix!
Guitarra rítmica: nuestro candidato a senador nacional por La Libertad Avanza en la provincia de Entre Ríos, hijo del prócer del liberalismo, el más grande de todos los tiempos, Alberto Venegas Lynch hijo, aquí uno de sus hijos para representarnos en el Congreso, para representarnos en el Senado, ¡Joaquín Benegas Lynch!
En el bajo, una de las mejores plumas del liberalismo, a un periodista que no tenemos que odiar porque es de los buenos, mi biógrafo, ¡Marcelo Duclos!
En el teclado, el heredero de Jon Lord, el majestuoso, el único, el incomparable, el abogado del liberalismo, ¡el negro Fernando!
Y en la batería, hijo del prócer, hermano de Joaquín, nuestro diputado nacional por La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires. Miren cómo le pega a los parches, miren si le pegaron hacia la casta, en 10 años somos potencia, ¡Bertie Benegas Lynch!
Como en un verdadero concierto, Milei se toma el tiempo de presentar al público a todos los miembros que componen «la banda presidencial». Tal nombre también hace referencia a la insignia o símbolo de autoridad que llevan los presidentes de la república colgado al hombro durante las ceremonias oficiales.
A la batería, el diputado nacional de la provincia de Buenos Aires Alberto «Bertie» Benegas Lynch; a la guitarra, su hermano Joaquín Benegas Lynch, candidato al Senado nacional por la provincia de Entre Ríos. Ambos son hijos del economista Alberto Benegas Lynch hijo.
Al bajo, el periodista y biógrafo de Milei, Marcelo Duclos, a quien entrevistamos extensamente en estas páginas durante una entrevista a dos voces sobre el mileísmo en Argentina. A la segunda guitarra, Hernán Scarfó, de nombre real. Al teclado, el abogado Fernando Mezzina, cercano al presidente.
En los coros, la diputada Lilia Lemoine, acompañada por la esposa de Duclos, Ana Tamagno.
3 — Los ataques contra el kirchnerismo
[Dirigiéndose al público] Hagan luz con los celulares a ver cómo se ve. Tengo las luces de frente, ¡ayúdenme! A la pelota. Seguro que son todos extras va a decir C5N.
Canal 5 Noticias (C5N) es un canal de televisión privado argentino que Milei considera un medio de comunicación opositor.
Sin embargo, fue en este canal donde Milei dio sus primeros pasos en la televisión argentina y construyó su personaje mediático —fundamental para su transición hacia la figura política y presidencial—.
[El público entona cánticos en honor a Milei]
¿Escuchas, kirchnerista? Pudieron ganar un round, pero no la batalla —¡y mucho menos la guerra!—.
El público responde «Milei, querido, el pueblo está contigo» y entonces, por primera vez, a Milei se le ve verdaderamente cómodo: sonríe abiertamente y agradece el cántico de sus seguidores con genuina emoción. No oculta que necesita ese respaldo para contrarrestar las noticias negativas que marcan el día a día presidencial. Está ávido de muestras de afecto que alivien las perspectivas electorales desfavorables. Además, debe convencer a los demás y reafirmarse a sí mismo de que no todo está decidido de antemano, y de que La Libertad Avanza aún puede lograr un resultado satisfactorio en los comicios de medio término del 26 de octubre, en los que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Tras el concierto, Agustín Laje y Manuel Adorni insistirán en esta idea.
4 — Agradecimiento a quienes le han apoyado —y a las Fuerzas del Cielo
Quiero dar las gracias a cada uno de los que han hecho este esfuerzo para estar aquí. A cada uno quiero dar las gracias. Quiero dar las gracias a cada uno de los funcionarios, de los diputados, de los senadores que están aquí.
Quiero darle gracias además al Triángulo de Hierro, ¡a Karina Milei y a Santiago Caputo!
También quiero dar las gracias a cada uno de los representantes de los partidos de La Libertad Avanza o de las distintas alianzas que hoy se están haciendo presentes acá.
¡Muchas gracias!
También quiero darle las gracias a los jóvenes de La Libertad Avanza de todo el país. También quiero darle las gracias a la agrupación de la Púrpura. Y también, ¡quiero darle las gracias a las fuerzas del cielo!
Porque la victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados, ¡sino que depende de las fuerzas que vienen del cielo!
¡Viva la libertad, carajo!
De la lista de menciones conviene detenerse en un nombre: Las fuerzas del cielo. Así se denomina oficialmente la agrupación militante que actúa como «guardia pretoriana» del actual presidente.
Desde Europa, a menudo se vincula el lenguaje integrista de carácter religioso con la derecha norteamericana y, en particular, con los seguidores de Donald Trump. Sin embargo, la retórica de Milei está llena de este tipo de referencias.
El presidente argentino y su movimiento impregnan su acción política de un tono decididamente religioso, que juega con categorías maniqueas como el Bien y el Mal y sugiere que el libertarismo y lo divino están íntimamente relacionados.

5 — Homenaje a las víctimas del 7 de octubre —cantando Hava Naguila
Nosotros ahora básicamente queremos primero rendir un homenaje a las víctimas del 7 de octubre —que todavía quedan secuestrados—. ¡Y exigimos la pronta recuperación incondicional de todos los secuestrados donde hay cuatro argentinos!
Pero no sólo eso. Este es un momento para también hacer una reflexión de lo que después vamos a estar discutiendo temas del libro, después de que haga la intro Agustín Laje.
Porque Israel es el bastión de Occidente. Y por eso los terroristas y la izquierda, paradójicamente, están juntos. Porque saben que rompiendo Israel destruyen el mundo occidental basado en la cultura judeocristiana —y nos van a llevar puestos—. Por eso bancamos a Israel, porque es lo justo.
¡Pero sobre todo porque Israel es el bastión de Occidente! Y en esa ola de antisemitismo que abrió las compuertas, el mundo de los wokes, de los socialistas de buenosmodales, de esos que nos hasta usurparon en algunos lugares el término de liberales.
Los Liberals son de izquierda… sino tienen que buscar conservadores, patriotas o libertarios. Y eso después de dos tremendas heridas que tenemos en la Argentina, como es el caso de los atentados a la DAMIA y a la embajada de Israel. Está volviendo el antisemitismo.
En estos días, un matrimonio hermoso de Edam y Michelle, con dos mellizos hermosos, estaban preparando su cabaña para festejar la fiesta de Sukkot —que es la fiesta de la alegría, de la abundancia—, y le tiró un inadaptado, le tiró con un fierro a una de las criaturas.
[Gritos en el público: ¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!]
No puedo menos que coincidir con lo que acaba de decir acá alguien de la tribuna.
[En coro, el público grita más fuerte: ¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!]
Obviamente tomaron actas de manera inmediata, el ministro Cúneo Libarona, la ministra Bullrich, la diputada nacional Sabrina Ajmechet. Porque nosotros no vamos a permitir esta xenofobia que está tratando de instalar la izquierda. Por lo tanto, mis saludos y apoyo a Edam y a Michelle, y a esas dos criaturas hermosas.
Pero dado que hoy mismo, hoy está empezando la fiesta de Sukkot, yo creo que le debemos un homenaje a las víctimas del 7 de octubre, le debemos un homenaje a los argentinos que murieron en los atentados de la AMIA y la embajada de Israel.
Y lo quiero hacer de una manera muy especial.
En una de las visitas que tuve el honor de hacer en el Museo del Holocausto acá en Argentina —que es uno de los mejores del mundo—, vi a una persona que da testimonio. Le hicieron un montón de preguntas, es algo que es de admiración mundial, y construye las respuestas con inteligencia artificial, la fisonomía de esta mujer y la voz, y es algo muy interesante, porque además se va retroalimentando y se van generando cada vez más respuestas a distintas preguntas.
Entonces cuando terminé el recorrido, digamos que tuve el privilegio de hacerlo con Fabiana Mindlin, entonces hice una pregunta: ¿cómo se hacía para sobrevivir? ¿Qué era lo que se hacía? ¿Cómo enfrentaban ese horror que había sido el holocausto?
La respuesta me sorprendió.
Es cierto que el modelo de inteligencia artificial no me lo contestó, pero me lo contestó Fabiana con mucha sabiduría, y me dijo que aquellos que querían terminar con la vida, lo que no podían soportar es que estuvieran vivos —y menos todavía podían soportar que fueran felices—. Por lo tanto, contra todos estos enemigos de la libertad, la respuesta sería: ¡seamos más libres!
Y frente a aquellos que nos quieren destruir, ¡vivamos todavía con muchísima más fuerza, seamos felices y lo vamos a derrotar siendo felices!
Por eso, más allá de todas estas cuestiones trágicas, quiero que le contestemos con una que nos sabemos todos. La que viene después también la sabemos todos, pero esta no es del género del rock and roll. Evoca la alegría, la felicidad, la prosperidad, y dice:
Hava naguila
Hava naguila
Hava naguila venismejá
Vamos, vamos, vamos, que esto le molesta a la izquierda y a los que odian la libertad.
¡ Viva la libertad, carajo!
¡ Viva la libertad, carajo!
Hava Naguila es una canción tradicional hebrea de celebración cuyo título significa «alegrémonos».
Milei la presenta con una anécdota totalmente confusa e inconexa sobre su visita al Museo del Holocausto de Buenos Aires.
La pausa más prolongada del concierto coincide precisamente con el homenaje a las víctimas de los atentados del 7 de octubre de 2023 en Israel. No se trata de un gesto casual. Las palabras de Javier Milei no buscan únicamente recordar a las víctimas argentinas de aquel ataque siniestro, ni se limitan a subrayar que Israel es un país aliado en la región —«la única democracia de Oriente Próximo»—, sino que presentan al gobierno de Benjamin Netanyahu como un modelo político. Una auténtica fuente de inspiración para la nueva derecha, tanto en términos securitarios como en la articulación entre cultura y religión, pero también —y muy especialmente— en la forma de concebir los peligros existenciales de la nación y la composición interna del país. De ahí que, pese a todo lo sucedido desde 2023, ni Milei ni el resto de derechas radicales occidentales hayan menguado su apoyo a las operaciones militares en Gaza.
6 — Milei canta el himno nacional envuelto en la bandera argentina
En todo el concierto no se hace ninguna mención, ni explícita ni velada, a José Luis Espert. Menos aún al escándalo de las «coimas» o mordidas que presuntamente habría cobrado la hermana del presidente, Karina Milei. Resulta llamativo —o irónico, según se mire— que un partido que enfatiza constantemente las conexiones con el narcotráfico cada vez que critica a los gobiernos progresistas de la región —ya sea la mexicana Claudia Sheinbaum, el colombiano Gustavo Petro o el venezolano Nicolás Maduro— permanezca en absoluto silencio en el momento en que la opinión pública argentina debate intensamente sobre Federico Machado —empresario argentino extraditado estos días a Estados Unidos por narcotráfico en relación con Espert—.
Llaman la atención dos momentos del concierto. El primero es el vídeo-montaje proyectado en la pantalla principal, en el que, sobre la base de una escena de Star Wars, Javier Milei aparece vestido de «guerrero Jedi» y es atacado por una multitud de medios de comunicación comandados por la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
El segundo momento es indicativo del nivel de rebeldía, audacia y descaro que encarna el presidente y que resulta atractivo para una parte de la sociedad argentina. Tomando como base un vídeo en el que se suceden imágenes de manifestantes enfrentándose con la policía, Javier Milei y su banda musical entonan entusiasmados el cántico «kuka tira piedras» [en referencia a los simpatizantes kirchneristas] a ritmo de rock and roll. Es un modo extremadamente irreverente de burlarse de la rabia de ese sector de la oposición política y, en general, de las protestas que se han sucedido en Argentina en los últimos meses —incluso en los alrededores de la arena, en el momento mismo de ese concierto—.
Con esta canción, el presidente aprovecha también para mofarse de aquellos que hace unas semanas le increparon y lanzaron objetos en el municipio de Las Lomas de Zamora, ubicado en el conurbano bonaerense. Esta forma de descaro, fuertemente impregnado de revancha, sigue siendo uno de los principales atractivos del proyecto que enarbola Javier Milei en un país altamente polarizado.