El complejo subterráneo de Fordo, desarrollado en secreto por el régimen hasta 2009, alberga hoy las centrifugadoras más avanzadas del país y desempeña un papel clave en la capacidad de Teherán para enriquecer uranio al 60%, nivel a partir del cual el país puede enriquecerlo rápidamente al 90% para uso militar. Construido a unos 80 metros bajo una montaña, fue diseñado para resistir ataques convencionales.
- La opción de un ataque contra Fordo respondería, por tanto, a una lógica de obstaculización inmediata de la parte más avanzada del programa nuclear.
- Israel, que llevó a cabo nuevos ataques contra instalaciones nucleares iraníes en la noche del 18 al 19 de junio, no dispone de los medios necesarios para llevar a cabo con éxito una operación de este tipo.
Sólo la GBU-57 MOP, una bomba penetrante estadounidense de 13,6 toneladas guiada por GPS y apodada «bunker buster» (destruidora de búnkeres), desplegada exclusivamente desde un bombardero furtivo B-2 Spirit, está diseñada para perforar este tipo de fortificaciones.
- Se trata de la bomba no nuclear más potente del mundo.
- Probablemente, un solo ataque no bastaría para destruir completamente las instalaciones más profundas, y sería necesaria una salva coordinada de al menos dos bombas sucesivas para alcanzar las centrifugadoras instaladas en las capas inferiores 1.
Pero incluso si un ataque tan selectivo lograra neutralizar la infraestructura, sólo se trataría de un éxito táctico: su efecto estratégico sería limitado en el tiempo 2.
- Irán posee otros centros de enriquecimiento e investigación, y ha demostrado su capacidad para dispersar, reconstruir y reubicar sus infraestructuras nucleares.
- Como señala Robert A. Pape, atacar Fordo desde el aire no bastaría para neutralizar el programa nuclear iraní en su conjunto, sino que sólo retrasaría su finalización: «No podría haber un momento de ‘mission accomplished‘, en el que Israel y Estados Unidos pudieran concluir con absoluta certeza que Irán ha abandonado por completo su programa secreto» 3.
Un ataque directo de Estados Unidos contra una instalación nuclear en funcionamiento sería interpretado por Teherán como una declaración de guerra y obligaría a Irán a responder, posiblemente con un ataque directo contra bases militares estadounidenses en la región, algo que Washington, con toda probabilidad, habrá previsto y planificado.
- Desde el 15 de junio, Estados Unidos está reforzando su presencia militar en Oriente Medio. Se ha enviado un tercer destructor al Mediterráneo oriental y un segundo grupo aeronaval se dirige hacia el mar Arábigo, oficialmente con fines defensivos.
Un ataque selectivo contra Fordo con una bomba «MOP» —la detonación más potente antes de una bomba nuclear, y cuyo uso en combate constituiría un precedente histórico— arrastraría a Estados Unidos a una guerra simétrica contra Irán, junto a Israel.
Además de fracturar la base MAGA de Donald Trump, plantearía al establishment estadounidense una pregunta clave: ¿es sostenible apoyar una operación de cambio de régimen en Irán, como parece ser el objetivo de Netanyahu?
- Steve Bannon, asesor de Trump durante su primer mandato, declaró que una nueva implicación de Estados Unidos en una guerra en Oriente Medio «desgarraría al país».
- En varios discursos, el primer ministro israelí sugirió que, si bien el cambio de régimen no era el objetivo directo de los ataques israelíes, podría producirse debido a que el régimen iraní se encontraba especialmente debilitado.
- En una serie de tuits, Donald Trump amenazó el 17 de junio al ayatolá Jomeini: «Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Guía Supremo’. Sería un blanco fácil, pero está a salvo donde está; no pretendemos eliminarlo (¡matarlo!), al menos por ahora».
- Según un artículo publicado en el Wall Street Journal el 18 de junio, Trump habría aprobado planes de ataque contra Irán, condicionando su ejecución a la capitulación incondicional del régimen en el dossier nuclear.
Si Estados Unidos decidiera avanzar más en su compromiso con una operación de cambio de régimen, una victoria total no sería nada lineal sin tropas sobre el terreno y sin facciones armadas entre la población iraní que pudieran actuar como relevo. Los responsables del Kurdistán iraní, opuestos al régimen y que podrían apoyar una operación de este tipo, se han mostrado discretos por el momento.
Notas al pie
- John Paul Rathbone y Ian Bott, « Can an American bunker-buster destroy Iran’s nuclear mountain ? », Financial Times, 18 de junio de 2025.
- Richard Nephew, « The United States may destroy the Fordow enrichment plant. It won’t make the Iranian nuclear threat go away », Bulletin of the Atomic Scientists, 17 de junio de 2025.
- Robert A. Pape, « Israel’s Futile Air War. Precision Strikes Will Not Destroy Iran’s Nuclear Program—or Its Government », Foreign Affairs, 17 de junio de 2025.