A finales de abril, Japón se vio obligado a importar arroz de Corea del Sur, algo que no ocurría desde 1999. En los últimos doce meses, los precios se han duplicado en los supermercados japoneses, hasta alcanzar unos 800 yenes por kilo en marzo (unos 5 euros).

  • La explosión del precio del arroz se debe principalmente a las olas de calor del verano de 2023, que afectaron gravemente a los arrozales.
  • Al mismo tiempo, la demanda experimentó su primer aumento en una década debido al regreso de los turistas tras la pandemia de coronavirus.

Varios factores estructurales, en particular la política de limitación de la producción de arroz introducida en la década de 1970 («gentan seisaku»), oficialmente abandonada en 2018 pero de facto mantenida bajo otras formas, contribuyen también al escaso margen de maniobra del mercado para reaccionar ante las crisis 1.

La «crisis del arroz» ya ha provocado la dimisión del ministro de Agricultura, Taku Eto, después de que este declarara el 18 de mayo, probablemente en tono humorístico, que «nunca había tenido que comprar arroz» porque sus seguidores «le daban mucho» 2.

  • Con el fin de reducir el precio del arroz, el sucesor de Eto nombrado por el primer ministro Shigeru Ishiba, Shinjiro Koizumi, anunció el viernes 23 de mayo que el Gobierno iba a poner en el mercado 300.000 toneladas de arroz procedentes de sus reservas de emergencia 3.
  • El Gobierno liberal-demócrata también ha movilizado al gigante japonés del comercio electrónico Rakuten para ofrecer a los particulares bolsas de arroz a domicilio a un precio fijado en 400 yenes el kilo (unos 2,40 euros).
  • Sin embargo, el partido teme que la explosión del precio del arroz le perjudique de cara a las elecciones a la Cámara de Consejeros, la cámara alta del Parlamento, que se celebrarán en julio.
  • La popularidad del primer ministro ha alcanzado en los últimos días sus niveles más bajos desde la llegada al poder de Ishiba en octubre, y algunas encuestas estiman que sólo cuenta con el apoyo del 21% de la población 4.
  • La guerra arancelaria iniciada por Donald Trump también contribuye a la caída de popularidad de Ishiba, ya que casi tres cuartas partes de los votantes japoneses afirman que «no esperan un resultado positivo de las negociaciones entre Japón y Estados Unidos sobre los aranceles» 5. En marzo, la Casa Blanca denunció los aranceles «del 700%» que supuestamente había impuesto Tokio al arroz para aumentar la presión sobre Ishiba para que concluyera rápidamente un acuerdo comercial.