En Europa, la pandemia de Covid-19 y las campañas de vacunación llevadas a cabo por los gobiernos han alimentado las teorías conspirativas, en su mayoría basadas en una desconfianza histórica hacia la medicina y la industria farmacéutica.
- Según una encuesta del Eurobarómetro realizada en septiembre-octubre de 2024, más de un tercio de los habitantes de la Unión (34%) cree que existe una cura para el cáncer, pero que se oculta al público por motivos comerciales 1.
- La población más escéptica se encuentra principalmente en el sur y el este de Europa: el 63% está de acuerdo con esta afirmación en Chipre, el 58% en Hungría, el 56% en Grecia y el 55% en Croacia.
- También es en estos países donde se encuentra la población más convencida del papel que desempeñan los gobiernos en la creación de virus para «controlar su libertad».
Varias personalidades políticas europeas han explotado este discurso con fines electorales, inspirándose en particular en Donald Trump. En Rumanía, el candidato de la Alianza para la Unidad de los Rumanos a las elecciones presidenciales, George Simion, obtuvo el 41% de los votos en la primera vuelta del 4 de mayo. Hace cuatro años, este denunció una «dictadura» sanitaria en respuesta a un proyecto de ley que pretendía imponer la vacunación al personal médico. El candidato de extrema derecha se erigió entonces, junto con su partido, como «el último anticuerpo contra la dictadura».
Simion no es el único que ha utilizado este tipo de discurso en Europa:
- en Austria, el presidente del FPÖ, Herbert Kickl, se refirió a la vacuna contra el Covid-19 como un «gran experimento de ingeniería genética cuyo resultado es incierto»;
- Diana Șoșoacă, diputada europea rumana, se dio a conocer al inicio de la pandemia por su espectacular oposición a las medidas de protección sanitaria, en particular al negarse a llevar mascarilla durante la peregrinación de Santa Paraskevi;
- En Bulgaria, el líder de la formación nacionalista Renacimiento (Vazrazhdane), Kostadin Kostadinov, denunció las restricciones «criminales», mientras que el país registraba el mayor número de muertes por Covid por millón de habitantes de la Unión.
- En Francia, el soberanista Florian Philippot también se benefició de un pico de popularidad durante la pandemia al denunciar los confinamientos impuestos «en beneficio de las diez mayores empresas farmacéuticas del mundo».
- En Italia, Matteo Salvini (Lega, PfE) insinuó que China había difundido deliberadamente el virus en Europa para «comprar a precio de saldo hoteles, restaurantes, empresas, el patrimonio cultural e identitario» 2.
Aunque no todos estos candidatos se beneficiaron directamente de esta retórica en las urnas, el bloguero neorreaccionario estadounidense Curtis Yarvin explica en una entrevista publicada en nuestras páginas que la pandemia de Covid-19 sería la causa principal de la victoria de Donald Trump en 2024: «Después del Covid, el mundo necesitaba a alguien capaz de decir ‘no’ a los virólogos».
Notas al pie
- European citizens’ knowledge and attitudes towards science and technology, Comisión Europea, febrero de 2025.
- « Salvini come Trump : il virus è un complotto cinese », Il Foglio, 28 de julio de 2020.