El conflicto que enfrenta a la República Democrática del Congo (RDC) y al Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este del país, inicialmente en la región de Kivu del Norte y ahora también en Kivu del Sur, ha experimentado convulsiones desde 2012.
- Tras un periodo de relativa calma entre 2013 y 2021, la reanudación de los combates por parte del M23 a finales de 2021 —y sobre todo a principios de 2024— se tradujo en un fuerte aumento de su control territorial en el este de la RDC. Desde principios de 2025, el M23 ha tomado varias ciudades estratégicas del país, entre ellas Goma a finales de enero y Bukavu, la segunda ciudad del país, en Kivu del Sur, en febrero.
- Según la ONU, el M23 cuenta con el apoyo de entre 3.000 y 4.000 soldados ruandeses 1 (además de apoyo ugandés), una «estimación conservadora» que Kigali niega. El sábado 15 de marzo, el ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Olivier Nduhungirehe, declaró: «No tenemos soldados en suelo congoleño», y añadió que el grupo de expertos de la ONU «no es un actor creíble».
- El presidente de Ruanda, Paul Kagamé, había declarado que simpatizaba con el M23, y su ministro explicó que el grupo afirma luchar contra «las FDLR, un movimiento compuesto por antiguos genocidas» 2.
Históricamente, Kinshasa considera al M23 como un «grupo terrorista» y aboga por una solución militar, mientras que el M23 considera que responde a las «causas profundas» de los problemas sociales regionales. El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, ha insistido durante mucho tiempo en mantener un diálogo directo con sus homólogos ruandeses sobre el tema. Sin embargo, los avances militares del M23 desde enero —pero sobre todo las preocupaciones de los países africanos aliados de la RDC— han abierto el camino a posibles negociaciones directas entre Kinshasa y el M23, previstas inicialmente para hoy, martes 18 de marzo, en Luanda, Angola, lo que causó gran sorpresa.
- En su conflicto con el M23, la RDC cuenta con el apoyo de la Comunidad de África Oriental (CAO) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), que nombró a tres exdirigentes de Etiopía, Kenia y Nigeria «facilitadores del proceso de paz».
- Ante el rápido avance del M23, la SADC anunció el jueves pasado el fin de su misión militar y la retirada gradual de sus fuerzas de apoyo (1.300 soldados) al ejército regular de la RDC, reafirmando sin embargo su «compromiso inquebrantable» de apoyar a Kinshasa e instándola a buscar una solución política.
- Hasta ayer, las modalidades de la mediación seguían sin estar claras, ya que no se desprendía ninguna declaración práctica sobre la negociación, directa o indirecta, de la oficina presidencial congoleña o del M23. Los líderes del M23 declararon, en particular, que las garantías de seguridad no eran suficientes para su llegada a Angola.
La incertidumbre sobre la celebración real de las negociaciones concluyó con un fracaso ex ante: el M23 se negó a participar en el diálogo de Luanda, en el momento en que se emitieron nuevas sanciones contra sus líderes.
- Desde principios de año, la RDC ha logrado convencer gradualmente a la comunidad internacional de la legitimidad de su lucha. El 21 de febrero, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas «condenó oficialmente la ofensiva llevada a cabo por el M23 […] con el apoyo de la Fuerza de Defensa de Ruanda» 3.
- Ya en febrero, Estados Unidos, Reino Unido (enredado además en una disputa diplomática sobre el fallido proyecto de gestión de asilo en Ruanda) y Canadá impusieron sanciones contra líderes del M23 y Ruanda, al tiempo que suspendían la ayuda al desarrollo a Kigali.
- Alemania también detuvo su ayuda al desarrollo en Ruanda el 4 de marzo (unos 50 millones de euros al año), y Francia anunció la suspensión de nuevos proyectos a mediados de marzo.
- Ayer, lunes 17 de marzo, el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión sancionó a nueve personas implicadas en el conflicto, entre ellas el presidente del movimiento, Bertrand Bisimwa, y cuatro ruandeses 4. Hasta la fecha, la Unión ha sancionado a 32 personas y 2 entidades, y la ONU a 54. Sus bienes están congelados y tienen prohibida la entrada en suelo europeo.
Los rumores sobre estas nuevas sanciones europeas llevaban semanas circulando. Sin embargo, la República Democrática del Congo no estaba oficialmente en la agenda del Consejo. A cambio, el lunes por la noche, el M23 anunció que ya no deseaba participar en el diálogo de Luanda, acusando a «ciertas instituciones internacionales» —es decir, principalmente a la Unión Europea— de «sabotear los esfuerzos de paz» y condenando las intervenciones armadas de la RDC contra el M23 durante el fin de semana.
- La delegación de Kinshasa, que estaba de camino a Luanda, aún no ha reaccionado oficialmente.
- En la tarde del 17 de marzo, Ruanda también rompió oficialmente sus relaciones diplomáticas con Bélgica 5, la antigua potencia colonial acusada de estar detrás de las sanciones y de apoyar a la República Democrática del Congo «más allá de su destructiva función histórica en la creación del extremismo étnico». Bélgica ha declarado que «lamenta» una decisión «desproporcionada» 6.
- Se trata de la última etapa de un proceso de deterioro acelerado de las relaciones entre los dos países, tras la categórica negativa expresada en febrero por Kigali a la ayuda al desarrollo belga.
Notas al pie
- Informe del grupo de expertos de la ONU sobre la República Democrática del Congo S/2024/432 de 4 de junio de 2024.
- Olivier Nduhungirehe, ministre des affaires étrangères rwandais : « Nous n’avons pas de soldats sur le sol congolais », Propos recueillis par Pierre Lepidi et Anna Sylvestre-Treiner, Le Monde, 15 de marzo de 2025.
- Resolución 2773 (2025) del Consejo de Seguridad de la ONU.
- Comunicado del Consejo de la Unión, 17 de marzo de 2025.
- Comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ruanda, 17 de marzo de 2025.
- Publicación en X de Maxime Prévot, 17 de marzo de 2025.