Keir Starmer es ahora más impopular que Nigel Farage en el Reino Unido

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El índice de popularidad del primer ministro británico, elegido el pasado julio tras la aplastante victoria de los laboristas en las elecciones generales, ha caído en picado desde que asumió el cargo. Según YouGov, para el 6 de octubre, su índice de aprobación había caído del 44% al 27%.

• Starmer es ahora más impopular que Nigel Farage, el polémico diputado pro-Brexit que lidera el partido Reform UK.¹
• Estas cifras contrastan con la victoria de los laboristas este verano, que propinaron a los conservadores su peor derrota desde la Segunda Guerra Mundial.
• En el espacio de cinco años, el partido del exprimer ministro Rishi Sunak pasó de 356 escaños a 121, y de 14 millones de votantes a 6.7 millones.

La caída de popularidad de Starmer —el primer líder laborista británico en 14 años— es tal que los laboristas aventajan ahora al Partido Conservador por sólo un punto, según una encuesta de More in Common realizada entre el 5 y el 7 de octubre.² Este último llegó al poder en un momento en que el Reino Unido, cuya vida política está salpicada de escándalos recurrentes desde la elección de Boris Jonhson en 2019, tiene su cuarto primer ministro en cinco años.

¿Cómo se explica esta repentina caída de popularidad, cuando el gobierno de Starmer ha sido especialmente activo en sus tres primeros meses?

• El contraste entre Starmer y sus tres predecesores —Johnson, Truss y Sunak— es bastante llamativo: los laboristas mantenían una imagen de político inflexible e irreprochable.
• En el manifiesto laborista publicado el pasado junio, la palabra «caos», utilizada para describir los 14 años que los tories han estado en el poder, aparece 38 veces.
• Sin embargo, Starmer se ha visto envuelto en varios escándalos desde que asumió el cargo, entre ellos el de haber sido señalado por aceptar regalos de lujo y entradas para un concierto de Taylor Swift, que después devolvió.

Si bien la victoria laborista en las elecciones de julio fue contundente, también ocultó debilidades comunes a los dos principales partidos del Reino Unido: con un total del 57.3% de los votos, laboristas y conservadores obtuvieron la menor proporción de voto sumada desde la creación del bipartidismo al final de la Primera Guerra Mundial (63%). Esta situación, en muchos sentidos sin precedentes, es el resultado de la creciente fragmentación del panorama político británico, impulsada al alza por el partido Reform UK de Nigel Farage y los buenos resultados de los liberaldemócratas.