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El Reino Unido es la cuna de la Revolución Industrial. En 1882, se construyó la primera central eléctrica de carbón del mundo en la zona del viaducto de Holborn, en Londres. Hoy, lunes 30 de septiembre de 2024, el Gobierno británico cerrará la última de estas centrales aún en funcionamiento, completando así un objetivo fijado inicialmente en 2015 para el próximo año.

  • La central de carbón de Ratcliffe-on-Soar se construyó en 1968 y tenía una capacidad de producción anual de unos 2.200 MW. Todas las centrales de su generación se han cerrado en los últimos años.
  • A pesar de varios proyectos lanzados en la década de 2010, no se han construido nuevas centrales de carbón en el Reino Unido desde 1986, mientras que en Alemania han entrado en funcionamiento 40 nuevas unidades durante este periodo.

El cierre de Ratcliffe-on-Soar es sobre todo un símbolo que marca el fin de una era. Desde 2019, el carbón representa entre el 1% y el 2% del mix eléctrico británico, frente a casi el 40% en 2012 y el 70% en 1987. La producción británica de carbón también se ha desplomado desde la década de 1950, y hoy solo queda una mina en funcionamiento: Aberpergwm, en Gales, que abrió en 1811.

La eliminación gradual del carbón es una tendencia que está en marcha en casi todos los países occidentales. A escala mundial, sin embargo, el consumo de carbón va en aumento.

  • Desde 2003, más del 50% de la nueva capacidad de producción de electricidad a partir de carbón ha correspondido a China. En 2006, esta cifra alcanzó el 90%.
  • En 2022, Pekín aprobó la construcción del equivalente a dos nuevas centrales eléctricas de carbón a la semana.
  • El frenesí chino por este combustible fósil, con fama de ser más fiable que sus equivalentes renovables, está teniendo un impacto considerable en los objetivos mundiales: China por sí sola está contrarrestando los esfuerzos del resto del mundo por abandonar el carbón1.

Hay cuatro razones principales por las que el Reino Unido ha podido cumplir este objetivo antes que otros países más ricos que dependen menos del carbón, como Francia, que aún tiene dos centrales en funcionamiento: fuentes alternativas suficientemente disponibles; el fin de la construcción de nuevas centrales; la tarificación de las emisiones; y un calendario claro que da a los agentes de la industria tiempo para planificar2.

Notas al pie
  1. Boom and Bust Coal 2024, Global Energy Monitor, abril de 2024.
  2. Molly Lempriere y Simon Evans, « How the UK became the first G7 country to phase out coal power », CarbonBrief, 27 de septiembre de 2024.