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Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron a las 9:57 (hora de Madrid) del sábado 28 de septiembre que el secretario general de Hezbollah libanés, Hassan Nasrallah, había muerto en un ataque aéreo en los suburbios del sur de Beirut, junto con el comandante de las Fuerzas del Sur, Ali Karaki.

  • Los rumores sobre la muerte de Nasrallah empezaron a circular hacia la medianoche del viernes.
  • Fuentes cercanas a Hezbolá dijeron a Reuters que habían perdido el contacto con el líder del movimiento1.
  • Por parte iraní, a primera hora de la tarde la agencia de prensa Tasnim declaró que «ninguno de los principales dirigentes del movimiento de resistencia libanés cayó como mártir en la brutal operación terrorista lanzada por el régimen sionista el viernes por la noche»2.

A las 13:00 (hora de Madrid) Hezbolá confirmó mediante un comunicado la muerte de Hassan Nasrallah. Más allá de su escueta declaración, Tsahal no ha proporcionado ninguna información en lo que respecta a la munición y las armas utilizadas ni a las muertes de civiles causadas por el ataque, pero ha publicado una lista de muertos en la que afirma haber eliminado a los principales dirigentes del movimiento:

Con la muerte de Nasrallah, el conflicto entre Israel y el Hezbolá libanés entrará en una nueva fase.

  • El momento de la escalada parece evidente, como señala Olivier Schmitt: «el hecho de que uno de los beligerantes ataque deliberadamente a la población civil o a los dirigentes de su enemigo se percibiría sin duda como una escalada».

La respuesta de Hezbolá e Irán no es nada fácil de prever.

  • Desde las oleadas de ataques de la semana pasada, Hezbolá ha sufrido pérdidas dispersas, demostrando que es incapaz de proteger a sus militantes o a sus dirigentes frente al poder asimétrico de Israel. Cabe esperar un profundo efecto interno en Líbano, donde la imagen de fuerza de la organización terrorista parece profundamente empañada.
  • Tras el anuncio de Tsahal, la cuenta oficial del ayatolá Jamenei anunció a mediodía (hora de Madrid) «un importante comunicado relativo a los recientes acontecimientos en Líbano». El comunicado, publicado unos minutos más tarde, no presentaba ningún elemento concreto y no adoptaba un tono de escalada, limitándose a expresar vagos ataques retóricos.
  • El callejón sin salida para el régimen iraní parece evidente, ya que la «nueva ecuación» anunciada por el jefe del ejército iraní, Mohammed Hossein Baqeri, no ha hecho nada para disuadir al ejército israelí de atacar directamente a Hezbolá.
  • El debilitamiento radical de su proxy más poderoso pone en tela de juicio la estrategia regional de Irán. Como Christophe Ayad mostró en nuestras páginas, Hezbolá era considerada «el arma definitiva de Teherán contra Israel», una especie de seguro contra un ataque masivo.
  • Al parecer, el ayatolá Jamenei ha sido trasladado esta mañana a un lugar de muy alta seguridad en Irán. En su intervención de ayer en las Naciones Unidas, el Primer Ministro israelí afirmó que ningún objetivo en Irán estaba fuera del alcance de las armas de Israel. En un movimiento inusual —los políticos israelíes rara vez viajan en Sabbath— Netanyahu adelantó su salida de Nueva York al viernes3.
  • Como muestra de la preocupación del Estado Mayor iraní, la agencia nacional Tasnim desmintió ayer los rumores de que el comandante de la fuerza Qods de la Guardia Revolucionaria Islámica, Ismael Qaani, hubiera muerto durante los bombardeos de los últimos días en Beirut.
  • Sin Hezbolá, el régimen iraní podría acelerar la carrera hacia el desarrollo de una bomba nuclear, al considerarla la única opción viable para su supervivencia a largo plazo.
  • El 25 de septiembre, el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, pidió a sus tropas que «se prepararan para una posible incursión en Líbano», con el objetivo de destruir la infraestructura de Hezbolá.

Sin embargo, al lanzar una operación terrestre en Líbano, Tsahal se enfrentaría sin duda a un Hezbolá mejor equipado y entrenado que en 2006. Con un arsenal de cohetes y misiles de diverso alcance estimado en unas 150.000-200.000 unidades —frente a las 12.000 de 2006—, Hezbolá estaría también en condiciones de causar importantes pérdidas materiales y humanas a Israel.

Notas al pie
  1. « Communication lost with Hezbollah head, says source close to Hezbollah », Reuters, 27 de septiembre de 2024.
  2. « Hezbollah’s Leader, Executive Council Chief Safe, Informed Sources Tell Tasnim », Tasnim News Agency, 27 de septiembre de 2024.
  3. Barak Ravid, X (ex-Twitter), 27 de septiembre de 2024.