El desastroso debate de Biden del 27 de junio fue visto por más de 50 millones de estadounidenses. En los días siguientes, las redes sociales se saturaron de imágenes del presidente demócrata tartamudeando, perdiendo el equilibrio y haciendo una retahíla de comentarios a veces incoherentes. Trump, por su parte, tuvo una actuación mediocre, pero lo suficientemente satisfactoria como para salir vencedor del primer debate de la campaña.

  • Una encuesta de FiveThirtyEight/Ipsos realizada antes y después del debate mostró que los votantes estadounidenses consideraban que Trump había tenido la mejor actuación: un 60,1% frente al 20,8% de Joe Biden1.
  • Sin embargo, el debate tuvo un impacto relativo en la intención de voto declarada: Trump subió 0,4 puntos porcentuales y Biden bajó 1,5 puntos.

Una semana después del debate —el tiempo necesario para observar las primeras variaciones—, Biden cayó 2 puntos porcentuales frente a Trump en la mayoría de los sondeos. El candidato republicano amplió así la brecha que no ha dejado de crecer desde el pasado mes de abril.

Más de tres semanas después del debate, las cifras de los principales agregadores de sondeos sugieren que esta brecha se ha mantenido contenida.

  • De casi 3,1 puntos porcentuales el 7 de julio en el agregador de encuestas elaborado por Nate Silver, la diferencia se redujo a 2,4 puntos ayer, martes 16 de julio.
  • Trump sigue aventajando a Biden a nivel nacional. Sin embargo, el retraso del presidente demócrata se mantiene dentro del margen de error.
  • El debate tuvo un impacto desigual en los principales estados indecisos: Trump aumentó su ventaja en Arizona y ligeramente en Pensilvania y Wisconsin. Sin embargo, cayó ligeramente en Carolina del Norte, mientras que las cifras se mantuvieron estables en Georgia y Michigan.

Cuando se agregan, las encuestas de intención de voto son útiles para reflejar el impacto que tienen las campañas en el comportamiento electoral. Sin embargo, los malos resultados de Biden en el debate del 27 de junio sugieren que los electores se han mantenido en gran medida impermeables a los acontecimientos externos debido a la extrema polarización de la política estadounidense. Del mismo modo, aunque es poco probable que Trump gane votantes desde su intento de asesinato, éste contribuirá a reforzar su base en torno a él.