Según los cálculos del analista War Mapper, Ucrania sólo recuperó 35 km² de su territorio en septiembre, una cifra similar a la de agosto. Diecinueve meses después del lanzamiento de la invasión rusa, Moscú sigue controlando el 17,48% de Ucrania, frente al 7,04% antes de febrero de 2022.

Esta falta de reconquista territorial importante desde el lanzamiento de la contraofensiva en junio no significa necesariamente que el Estado Mayor ucraniano haya fracasado, y no garantiza que los grandes movimientos vistos en 2022 no vuelvan a producirse.

  • La estrategia ucraniana se basa en una lógica de desgaste destinada a debilitar las defensas y reservas rusas.
  • A pesar de esta postura, Kiev debe seguir cosechando éxitos significativos sobre el terreno para mantener la moral de las tropas y de la población, conservar la confianza de los Estados que prestan ayuda e indicar al Kremlin que la invasión no producirá los efectos deseados1.
  • El avance en Robotyne a principios de septiembre parece haber logrado al menos los dos primeros objetivos, aunque tiene dificultades para romper realmente el sistema defensivo ruso.

Al ratificar una ley de financiación temporal el sábado por la noche, Joe Biden evitó in extremis el cierre del gobierno federal, a costa de la ayuda a Ucrania, al menos de momento. Dos días antes, 117 miembros republicanos de la Cámara de Representantes (es decir, la mayoría del grupo) votaron en contra de un proyecto de ley que liberaba 300 millones de dólares en ayuda a Ucrania, lo que demuestra la creciente desconfianza e incluso hostilidad de ciertos parlamentarios republicanos desde el comienzo de la invasión rusa2.

  • La ayuda militar estadounidense es fundamental para las capacidades de las fuerzas ucranianas. Según el Instituto Kiel, Estados Unidos ha proporcionado el 44% del total de la ayuda militar a Ucrania desde el 24 de enero de 20223.
  • Aunque McCarthy y el Senado están a favor de la ayuda a Ucrania, un grupo marginal de parlamentarios republicanos considera que concederla ante la falta de avances de Kiev sobre el terreno equivale a malgastar el dinero de los contribuyentes en un conflicto que aspira a congelarse.
  • Esta ayuda militar estadounidense podría verse amenazada a largo plazo por una prolongación de la ralentización observada en el frente durante los últimos meses, sobre todo teniendo en cuenta que la economía estadounidense podría entrar en recesión4.

Rusia se está beneficiando claramente de esta situación y sigue presentando la ayuda exterior a Ucrania como una contribución a la escalada del conflicto, sobre todo a través de la voz de su ex presidente Dmitri Medvédev5. Moscú dispone de más tropas y de una capacidad de producción de municiones siete veces superior a la de Occidente, según un funcionario del Ministerio de Defensa estonio6. Mientras que los avances de Kiev se cuentan por unas decenas de kilómetros al mes, el ejército ruso es capaz de reconstituir parte de sus fuerzas y puede permitirse mantener una postura principalmente defensiva, una situación más difícil de mantener para Ucrania, cuyas acciones están guiadas por los imperativos militares inherentes a la defensa de su territorio.

Notas al pie
  1. « Why Ukraine may be choosing a war of attrition », The Economist, 3 de agosto de 2023.
  2. H.R.5692 – Ukraine Security Assistance and Oversight Supplemental Appropriations Act, 2024.
  3. Ruby Mellen y Artur Galocha, « A look at the amount of U.S. spending powering Ukraine’s defense », The Washington Post, actualizado el 1 de octubre de 2023.
  4. Anna Wong y Tom Orlik, « Why a US Recession Is Still Likely — and Coming Soon », Bloomberg, 1 de octubre de 2023.
  5. Angelica Evans, Nicole Wolkov, George Barros, Karolina Hird y Frederick W. Kagan, Russian Offensive Campaign Assessment, October 1, 2023, Institute for the Study of War.
  6. Julian E. Barnes, Eric Schmitt y Thomas Gibbons-Neff, « Russia Overcomes Sanctions to Expand Missile Production, Officials Say », The New York Times, 13 de septiembre de 2023.