Hace un año, Mahsa Amini, de 22 años, murió tras ser detenida por la policía de moralidad por llevar supuestamente un velo «inapropiado», lo que marcó el inicio de un histórico movimiento de protesta en Irán. Duró varios meses, hasta que el movimiento perdió impulso con el creciente número de ejecuciones de manifestantes a partir de diciembre de 2022.

  • En total, las autoridades han matado al menos a 551 manifestantes, entre ellos 68 niños y 49 mujeres, según la ONG Iran Human Rights. La mayoría de las muertes registradas en el último año se produjeron al comienzo del movimiento. La provincia con mayor número de muertes es la región de mayoría suní de Sistán y Baluchistán, en el sur.
  • Se han hecho convocatorias de manifestaciones y huelgas para conmemorar el aniversario de la muerte de Mahsa Amini, que han circulado por las redes sociales, y, al parecer, las autoridades se mantienen alerta para impedir cualquier concentración.
  • La represión de la libertad de prensa y la ausencia de periodistas siguen haciendo muy difícil obtener información sobre la situación interna de Irán.

Un año después del inicio del movimiento, el régimen no ha emprendido ninguna reforma acorde con las demandas de los manifestantes.

  • La situación económica no ha aliviado las quejas de los iraníes contra el régimen. La inflación alcanzó un máximo del 55,5% interanual en abril de 2023.
  • Para Farhad Khosrokhavar, el movimiento y la reacción del régimen han socavado profundamente la legitimidad del régimen iraní entre la población, dando lugar a la aparición de una «subjetividad revolucionaria«.
  • El movimiento también tuvo un impacto regional y mundial que no debe subestimarse. Como nos dijo la abogada y activista por los derechos humanos siria Noura Ghazi, «lo que podemos llamar el movimiento de las mujeres iraníes ya está teniendo un efecto en todo el mundo. […] Ha cambiado la forma en que los sirios ven a los iraníes, y ha creado mucha empatía por este movimiento. Cuando vemos a las iraníes enfrentarse a los tanques para defender sus derechos, nos recuerda exactamente lo que hacíamos nosotras durante las manifestaciones contra el régimen en Siria».