1 — Menos Navarro, más Bessent: la señal débil de un cambio de comunicación en Washington
Es bastante raro que la economía y la política estadounidenses sean el centro de los debates de las «Reuniones de Primavera» del FMI, que se celebran cada año en Washington.
Este año, tras el pánico creado por el «Liberation Day», los miembros de la administración de Trump —en particular, el asesor económico Stephen Miran, su adjunto Pierre Yared y el secretario del Tesoro Scott Bessent— recorrieron la ciudad para intentar tranquilizar a los inversores y mostrar una orientación económica más conciliadora.
La sensación general que se desprende de esta estrategia de comunicación es que el «giro de Trump» ha comenzado: lo peor de los aranceles probablemente ya pasó y las negociaciones permitirán reducirlos en las próximas semanas y meses. Esto permite al mercado evaluar los riesgos de otra manera, ya que la posibilidad de nuevas noticias favorables pesa ahora más que el riesgo de futuros anuncios políticos desfavorables.
Estas reuniones han sido, de hecho, una oportunidad para formalizar un cambio de rumbo de Donald Trump, tanto en su intención de destituir al presidente de la Fed como en los aranceles con China, al eximir a determinadas categorías de productos, una medida que podría permitir reducir los aranceles a China o eximir de forma más discreta a determinados productos chinos. Esta decisión fue acogida con la misma discreción por China, que elaboró su propia lista de productos estadounidenses exentos de aranceles. 1 Esta secuencia podría allanar el camino para una distensión gradual.
También fue llamativo que Peter Navarro, Robert Lighthizer o el representante comercial estadounidense Jamieson Greer no se pronunciaran en conferencias o actos públicos esta semana. Así pues, parece claro que se ha tomado conciencia de que sus opiniones económicas son demasiado perjudiciales para el mercado y que, al menos por el momento, la comunicación económica de la administración debe quedar en manos de Scott Bessent.
El «giro de Trump» ha comenzado: lo peor de los aranceles probablemente ya pasó y las negociaciones permitirán reducirlos en las próximas semanas y meses.
Shahin Vallée
Por último, Stephen Miran se ha retractado de su doctrina 2 y ha remitido claramente, en varias ocasiones, al secretario del Tesoro Bessent para cualquier comentario sobre el dólar o la política cambiaria, dando la impresión de haber sido reprendido y de que se le ha impuesto una línea de comunicación muy estricta. El equipo del Consejo de Asesores Económicos (CEA) ha abogado por el libre comercio en reuniones privadas y ha sugerido que los aranceles se negociarán rápidamente a la baja.
2 — ¿Qué significa el «giro de Trump»?
Es posible que Trump esté dando un giro en materia comercial, pero aún queda por negociar y comunicar. Las informaciones según las cuales una delegación china habría sido vista entrando en el edificio del Tesoro estadounidense esta semana 3 sugieren que quizá ya se estén manteniendo conversaciones a nivel técnico.
Lo más preocupante sería que esta distensión fuera solo una cortina de humo: sorprendentemente, el presidente estadounidense ha sugerido en varias ocasiones que Estados Unidos está manteniendo conversaciones activas con China, algo que la embajada china ha negado públicamente. El secretario del Tesoro, Bessent, también destaca los intercambios con Japón o la India, que no parecen avanzar mucho.
Si la única forma de preservar la economía estadounidense y mundial de una grave recesión fuera eliminar unilateralmente la mayoría de los aranceles, este paso parece demasiado difícil de dar para la administración estadounidense en su estado actual. Quizás pueda mantener su posición mientras los mercados se mantengan tranquilos, pero cuanto más se demore el cambio de rumbo, mayor será el daño para la economía estadounidense y mundial. Al mismo tiempo, es un mensaje que ningún gobierno extranjero, ni siquiera el FMI, parece haber tenido el valor de transmitir a la administración Trump la semana pasada.
3 — La Fed del futuro: la intervención confidencial pero dura de Kevin Warsh, probable futuro gobernador de la Reserva Federal estadounidense
Cabe mencionar el discurso pronunciado por Kevin Warsh, 4 el candidato más probable a la presidencia de la Reserva Federal (Fed), durante la reunión del G30 en la sede del FMI.
Su intervención no fue pública, por lo que pasó bastante desapercibida. Sin embargo, podría dar una idea de la doctrina de la Fed del futuro. Su tono fue sorprendentemente hawkish para alguien que busca ganarse el favor y el nombramiento de Donald Trump. Entre otras cosas, Warsh recordó su oposición y su dimisión del Consejo de la Reserva Federal debido a desacuerdos sobre la prolongación del programa de flexibilización cuantitativa.
Si bien se puede entender por qué Wall Street considera a Warsh —que comenzó su carrera en Morgan Stanley y siempre ha sido un enlace crucial entre la Fed y el mundo financiero— como el candidato más seguro, tal expresión de sus opiniones parece contradecir el apoyo político que sin duda necesitará a corto plazo.
4 — El euro en las fracturas del sistema monetario internacional y el dólar en el centro de los debates
En las diferentes reuniones predominó la idea de que el papel del dólar como moneda de reserva mundial hegemónica se vería definitivamente comprometido por el caos político de las últimas semanas.
Esta consideración va más allá de la política comercial. Incluye las decisiones de la administración de Trump sobre las agencias estadounidenses, la inmigración y las universidades, que, en su conjunto, cuestionan el papel fundamental de los «checks and balances» y del Estado de derecho en Estados Unidos.
La cuestión del futuro del dólar fue objeto de dos apasionantes mesas redondas en el Peterson Institute.
Adam Posen moderó un debate muy interesante sobre el descentramiento del dólar estadounidense del sistema monetario y el papel que desempeñan las restricciones geopolíticas y el gasto en defensa en estas transiciones. 5 Los modelos de simulación presentados por el profesor Warwick McKibbin 6 resultaron especialmente útiles para comprender la rápida y contraintuitiva depreciación del dólar estadounidense, que puede explicarse por los aranceles de represalia y el aumento de las primas de riesgo en Estados Unidos.
En las últimas semanas, el FMI se ha visto envuelto en una gran incertidumbre, algo preocupante.
Shahin Vallée
También en el Peterson Institute, el banquero central holandés Klaas Knot pronunció un importante discurso sobre el papel internacional del euro, 7 en el que trazó su evolución desde el agnosticismo respecto al papel internacional del euro hasta su actual entusiasmo moderado. Se trata de un cambio importante para el Banco Central holandés, que podría encontrar un amplio apoyo dentro de la zona del euro. Sin embargo, Knot concluyó que este papel internacional requeriría la creación de un mercado de activos seguros más amplio y profundo, lo que supone un claro llamamiento a una mayor emisión de deuda común.
Este tema debería ocupar un lugar central en los debates europeos durante los próximos meses.
5 — «America first» no significa «America alone»: la primavera de Scott Bessent
En las últimas semanas, el FMI se ha visto envuelto en una gran incertidumbre, algo preocupante.
Tras el desmantelamiento de facto de USAID en enero, el presidente estadounidense firmó, el 4 de febrero, un nuevo decreto que pone en marcha una auditoría de 180 días de los bancos multilaterales de desarrollo, entre ellos el FMI. 8 Esta auditoría debería ser objeto de intensos debates internos en el equipo de Trump: en este sentido, el discurso de Scott Bessent, traducido y comentado en la revista, debe leerse como un indicador de la posición del Tesoro en la lucha interna en curso.
El anuncio de esta auditoría había enfriado el ambiente en todo el edificio del FMI, ya que no se podía descartar totalmente el riesgo de una retirada de Estados Unidos. En la práctica, esto habría tenido un impacto en la capacidad financiera y la credibilidad política de la institución.
Si finalmente se produjera dicha retirada —recordemos que figura en la agenda del Proyecto 2025, la plataforma programática de la Heritage Foundation para Trump—, ello implicaría también el traslado del FMI a su mayor país accionista, que pasaría a ser Japón. Ante tal situación, los europeos considerarían naturalmente la posibilidad de poner en común sus cuotas, pero los estatutos del Fondo parecen indicar que el país que sea el mayor accionista —Japón— debería seguir siendo el país anfitrión.
Las preocupaciones sobre la actitud de Estados Unidos hacia el FMI se vieron amplificadas por la gran distancia con la que la administración —y en particular el Tesoro— ha tratado a la institución desde la elección de Trump. Solo muy recientemente se ha establecido un primer contacto entre Scott Bessent y la directora general del Fondo. Antes de eso, Estados Unidos solo estaba representado en el consejo de administración por una directora ejecutiva interina, Shannon Ding, que había desarrollado su carrera como funcionaria del Tesoro. Estados Unidos no había votado ninguna decisión del consejo desde noviembre de 2024 hasta esta semana.
6 — Detrás del nuevo programa de ayuda a Argentina, una continuidad engañosa
Estas profundas preocupaciones se han disipado en parte esta semana gracias a una serie de avances notables logrados por el Tesoro estadounidense. En primer lugar, Shannon Ding ha sido designada directora ejecutiva por la administración. Se trata de una señal de continuidad y despolitización bastante bienvenida, aunque su nombramiento aún debe ser confirmado.
En segundo lugar, el FMI votó a favor del programa de ayuda a Argentina, logrando así obligar a una serie de responsables políticos bastante escépticos a apoyar un programa muy controvertido.
Por último, el secretario Bessent pronunció un importante discurso 9 que permitió aclarar la posición de Estados Unidos con respecto a los bancos multilaterales de desarrollo. Según Albert Hirschman, los agentes pueden elegir entre abandonar las organizaciones a las que están sometidos o expresar su descontento con ellas: desde esta perspectiva, el discurso de Bessent fue un llamado claro y contundente a la reforma, en la larga tradición de los discursos de los secretarios del Tesoro estadounidense que reclaman cambios en el FMI.
Bessent precisó que Estados Unidos seguiría apoyando al FMI y al Banco Mundial solo si volvían a sus mandatos iniciales, se alejaban de sus actividades en los ámbitos climático y social y adoptaban un modo de funcionamiento más eficaz. «Debemos asegurarnos de que el FMI vuelva a ser… el FMI»: un mensaje que probablemente encontrará eco en algunas plantas del edificio de la sede del Fondo. Bessent subrayó la importancia de que estas instituciones respeten normas estrictas en sus prácticas de préstamo y eviten comprometerse con países que no aplican las reformas necesarias, haciendo referencia a la posibilidad de que el Fondo se oponga: «la organización no tiene ninguna obligación de prestar a países que se niegan a la reforma».
Esta declaración fue alentadora, pero contrastaba aún más con la posición adoptada por Estados Unidos en el Consejo de Administración sobre el programa de ayuda a Argentina, que estaba más claramente influenciada por consideraciones políticas, ya que el presidente argentino Milei es un aliado de Trump. Es probable que esta decisión no hubiera obtenido el apoyo de la mayoría del Consejo de Administración sin el voto de Estados Unidos y la voluntad manifiesta de apaciguar a la administración estadounidense, no solo por parte de la dirección del FMI, sino también del Consejo de Administración.
Quizás sea la señal más clara de continuidad política: bajo la influencia de Estados Unidos, el FMI vuelve a flexibilizar sus normas, dejando una vez más de lado su desconfianza, a pesar de las nuevas normas más estrictas en materia de política de acceso excepcional, sostenibilidad de la deuda y política cambiaria, con el fin de conceder a Argentina su 23.º programa del FMI… Y la directora general del FMI incluso llegó a declarar en voz alta que, con Argentina, «esta vez es diferente». 10
Las preocupaciones sobre la actitud de Estados Unidos hacia el FMI se vieron amplificadas por la gran distancia con la que la administración —y en particular el Tesoro— trataba a la institución desde la elección de Trump.
Shahin Vallée
7 — El futuro del FMI en entredicho
Pero la cuestión va mucho más allá de Argentina, y el compromiso de Estados Unidos con los bancos multilaterales de desarrollo bien vale unos cuantos miles de millones de dólares adicionales para un nuevo programa en gran parte fantasioso del FMI en Buenos Aires.
La verdadera pregunta es qué va a pasar ahora.
En primer lugar, ¿cómo gestionará el FMI la rivalidad y las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China? ¿Podrá plantar cara a Pekín y Washington, manteniendo al mismo tiempo el compromiso de ambas partes? Se avecina un reto de proporciones gigantescas.
Sin duda, el FMI tendrá que restringir —u ocultar— su labor de investigación sobre diversidad, inclusión y clima, pero también tendrá que revisar sus herramientas. Esto podría ser perjudicial para la economía mundial, y en particular para los países menos desarrollados, que ya sufren mucho por los recortes presupuestarios de otras instancias como la USAID y el DFID británico.
Las nuevas facilidades creadas por el Fondo en los últimos años para responder a las emergencias climáticas, o la financiación preventiva ofrecida en respuesta a la crisis de COVID-19, podrían verse amenazadas si Estados Unidos logra imponer una reforma profunda.
Cabe citar, en particular, el Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (RSF), que proporciona ayuda financiera y apoyo político a los países miembros para ayudarles a hacer frente a los retos macroeconómicos críticos que plantean el cambio climático y la preparación para las pandemias. El RST, una herramienta complementaria del RSF, también ayuda a los países de renta baja y media vulnerables a reforzar su resiliencia frente a las crisis externas, en particular el cambio climático. Por último, el Instrumento de Financiación Rápida (RFI) proporciona ayuda financiera rápida a todos los países miembros que se enfrentan a necesidades urgentes en materia de balanza de pagos, sin necesidad de establecer un programa completo.
En conjunto, estos programas financian a un gran número de países y desempeñan un papel catalizador esencial.
8 — La bomba de tiempo del endeudamiento y la hipótesis de una condonación de la deuda
Una reducción significativa de estos programas afectaría gravemente a los países menos adelantados y agravaría aún más el sobreendeudamiento que los paraliza actualmente. En otras palabras, estas economías no podrían gestionar su sobreendeudamiento si se redujera drásticamente la ayuda financiera del FMI.
Pero Estados Unidos podría optar por precipitar un amplio programa de condonación de la deuda. Hace unos meses, sugerimos que Scott Bessent podría convertirse en el James Baker de Trump, 11 pero también podría convertirse en lo que Nicholas Brady fue para Bush padre.
Dada la importante exposición de China y su insistencia en que los bancos multilaterales asuman su parte del ajuste a pesar de su condición de acreedores privilegiados, se podría argumentar que aceptar una cancelación masiva de la deuda bajo la dirección de los bancos multilaterales de desarrollo sería la mejor manera de obligar a China a proceder también a una cancelación importante de su deuda. Sería un pequeño precio a pagar para Estados Unidos, pero tendría graves consecuencias para China, y podría ser la mejor manera de reequilibrar y restablecer un poco la buena voluntad tras la desastrosa decisión sobre USAID.
Pero esta operación de condonación masiva de la deuda, totalmente justificada para los países de bajos ingresos (PFR), parece difícil de promover para un FMI que parece empujado por Estados Unidos a tragarse el sapo y volver a una visión muy «liquidacionista» de la política económica. Su apoyo, no solo al programa argentino, sino más fundamentalmente a la «doctrina de la motosierra» (chainsaw doctrine), es bastante preocupante. La imagen más impactante —y más inquietante— de todas las Reuniones de Primavera es quizás la del ministro de Economía argentino, Federico Sturzenegger, ofreciendo con orgullo y colocando un broche en forma de motosierra en la chaqueta de la directora general del FMI.
Esta medida contribuirá en gran medida a destruir los esfuerzos realizados por Dominique Strauss Kahn y Olivier Blanchard para reposicionar la doctrina del Fondo en materia de política presupuestaria con el fin de reparar la terrible imagen que el FMI se había forjado durante la crisis financiera asiática y a lo largo de décadas de ajustes estructurales en África.
9 — En el contexto de los desequilibrios mundiales, ¿cómo reactivar el diálogo multilateral?
En general, estas reuniones dejan una sensación sorprendente. El mundo parece dispuesto a ceder ante Estados Unidos, al tiempo que evita insistentemente el único tema sobre el que la administración estadounidense tiene un argumento válido que requeriría un compromiso y una acción internacionales: los desequilibrios mundiales.
A lo largo de los años, esta cuestión ha desaparecido por completo de los debates sobre la coordinación de la política económica internacional.
Sin embargo, se reconocía ampliamente que los desequilibrios no solo habían contribuido a la crisis financiera mundial de 2008, sino que también constituían un obstáculo para la recuperación. Fueron objeto de especial atención por parte del G-20 y dieron lugar a notables esfuerzos de coordinación de políticas, antes de desaparecer bruscamente de la agenda. Solo se mencionan dos veces en las Perspectivas de la economía mundial de abril de 2025 y, lo que es más notable, ni siquiera se mencionan una sola vez en la declaración del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI).
Quizás era lógico, teniendo en cuenta la declaración de Scott Bessent, 12 sorprendentemente poco insistente en la necesidad de corregir los desequilibrios mundiales. No obstante, instaba al FMI a «llevar a cabo un análisis riguroso» y a «ejercer una mayor presión sobre los miembros para que mantengan prácticas monetarias equitativas y transparentes». La declaración continúa así: «Debemos trabajar juntos para combatir el exceso de capacidad en economías sistémicas como China y responder a las prácticas desleales. Para ello, el FMI debe intensificar sus esfuerzos y proporcionar una evaluación franca e imparcial de las políticas que frenan la demanda interna y generan efectos negativos que perjudican a los trabajadores y las empresas de otros países».
El gobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, fue el único que atacó con firmeza la política comercial estadounidense, 13 mientras que el resto de declaraciones fueron notablemente tímidas. Sin embargo, China parece pedir también al FMI que asuma en mayor medida su papel en la promoción de la cooperación internacional en materia de política económica.
Pan Gongsheng declaró: «El reciente abuso de los aranceles por parte de Estados Unidos ha violado gravemente los derechos e intereses legítimos de otros países, ha comprometido seriamente el sistema de gobernanza multilateral basado en normas, ha asestado un duro golpe al orden económico mundial y ha perjudicado la estabilidad y el crecimiento a largo plazo de la economía mundial. También ha provocado fuertes fluctuaciones en los mercados financieros mundiales, en particular en las economías avanzadas. Esto ha amenazado la estabilidad financiera mundial y ha planteado graves retos a las economías emergentes y a los países en desarrollo. (…) El sistema comercial multilateral mundial se enfrenta hoy a una amenaza sin precedentes. Como institución financiera multilateral más importante del mundo, el FMI debe desempeñar plenamente su papel de asesor de confianza, prestamista de última instancia fiable, defensor de marcos políticos sólidos y plataforma de cooperación multilateral».
10 — Frente a Trump, el FMI aún puede recuperar su papel global
Parece que el FMI tiene por delante un camino estrecho y difícil para responder a estas peticiones y poder alimentar los futuros debates del CMFI, el G-20 o el G-7. La próxima auditoría que definirá las prioridades futuras en materia de supervisión podría ser una de esas oportunidades.
Este momento también podría servir para relanzar un debate y un marco que ya han demostrado su eficacia en el pasado en el FMI.
De hecho, a principios de la década de 2000, cuando los desequilibrios externos alcanzaban niveles históricos, Estados Unidos ya había instado al FMI a poner en marcha un proceso de cooperación multilateral. En junio de 2006, el FMI puso en marcha un proceso de consulta multilateral en el que participaron China, Estados Unidos, Japón, la zona del euro y Arabia Saudita. 14 Este proceso se desarrolló en paralelo a las actividades habituales de supervisión del FMI y culminó con una serie de declaraciones y compromisos políticos por parte de cada uno de los principales contribuyentes a los desequilibrios mundiales. Estos compromisos políticos, 15 que siguen siendo notablemente actuales veinte años después, fueron finalmente aprobados por el CMFI.
El mundo parece dispuesto a ceder ante Estados Unidos, al tiempo que evita insistentemente el único tema en el que la administración estadounidense tiene un argumento válido que requeriría un compromiso y una acción internacionales: los desequilibrios mundiales.
Shahin Vallée
La eficacia de este proceso puede discutirse a la luz de la evolución de los desequilibrios mundiales desde 2006. Si bien Brad Setser ha hecho un balance bastante desalentador, 16 hoy en día existen pocas alternativas a este proceso potencialmente ineficaz, salvo una guerra comercial total. Por lo tanto, es de esperar que Scott Bessent y los miembros más sensatos de la administración de Trump deseen utilizar las instituciones multilaterales para orientar este debate hacia un conjunto de acuerdos bilaterales que hoy en día parecen muy difíciles de alcanzar. Este proceso de consultas liderado por el FMI también podría conducir, a largo plazo, a un restablecimiento de la coordinación de las políticas macroeconómicas en el seno del G-20 y el G-7.
En conclusión, si Estados Unidos intenta salir del atolladero en el que se ha metido —arrastrando consigo a la economía mundial—, probablemente no podrá hacerlo solo y necesitará la ayuda de la comunidad internacional.
Teniendo esto en cuenta, el FMI debería abstenerse de mostrarse demasiado complaciente con Estados Unidos, a riesgo de perder a China, y los europeos deberían aprovechar la oportunidad no solo para impulsar un papel más fuerte del euro como moneda de reserva internacional —lo que requiere profundas reformas internas—, sino también para desempeñar su papel en las próximas negociaciones multilaterales. Como señala acertadamente Richard Samans, 17 el reequilibrio de la economía mundial necesitará un tercero imparcial. Tanto la Unión como el FMI podrían intentar desempeñar el papel de intermediario neutral.
Notas al pie
- Jonathan Cheng, «China Quietly Exempts Some U.S.-Made Products From Tariffs», The Wall Street Journal, 26 de abril de 2025.
- Hudson Bay Capital, A User’s Guide to Restructuring the Global Trading System, noviembre de 2024.
- Bill Ackman en X, 26 de abril de 2025.
- Kevin Warsh, Commanding Heights: Central Banks at a Crossroads, IMF Lecture Hosted by G30, 25 de abril de 2025.
- Adam S. Posen, The role of diminished alliances in de-centering the dollar, Peterson Institute for International Economics, 24 de abril de 2025.
- Warwick McKibbin, Tariffs and the Dollar, Peterson Institute for International Economics, 24 de abril de 2025.
- Klaas Knot et Adam S. Posen, Monetary policy and the euro in an uncertain world, Peterson Institute for International Economics, 23 de abril de 2025.
- Withdrawing the United States from and Ending Funding to Certain United Nations Organizations and Reviewing United States Support to All International Organizations, Maison-Blanche, 4 de febrero de 2025.
- Treasury Secretary Scott Bessent Remarks before the Institute of International Finance, U.S. Department of the Treasury, 23 de abril de 2025.
- «Press Briefing Transcript: Managing Director’s Global Policy Agenda, Spring Meetings 2025», Fondo Monetario Internacional, 24 de abril de 2025.
- Shahin Vallée, «Why Scott Bessent could be Trump’s James Baker», Financial Times, 25 de noviembre de 2024.
- Secretary Bessent IMFC-DC Statement, U.S. Department of the Treasury, 23 de abril de 2025.
- «China criticizes US for ‘recent abuse’ of tariffs», Reuters, 25 de abril de 2025.
- «Press Release: IMF to Begin Multilateral Consultations with Focus on Global Imbalances», International Monetary Fund, 5 de junio de 2006.
- «Press Release: IMF’s International Monetary and Financial Committee Reviews Multilateral Consultation», International Monetary Fund, 14 de abril de 2007.
- Brad W. Setser, «Unimpressive (the results of the IMF’s experiment with multilateral consultation)», Council on Foreign Relations, 15 de abril de 2007.
- Richard Samans, «Rebalancing the world economy: Right idea but wrong approach», Brookings, 11 de abril de 2025.