La relación con la extrema derecha
Tras las peripecias parlamentarias de las últimas semanas, se abrió el debate sobre la relación de cada partido con la extrema derecha.
- El canciller saliente, Olaf Scholz, cuestionó duramente la credibilidad y probidad moral de Friedrich Merz, acusado de haber faltado a su palabra y al tabú histórico de una votación conjunta con la AfD. También recordó que la propia Angela Merkel había salido de su retiro para criticar a su sucesor al frente de la CDU.
- Friedrich Merz, sin embargo, salió relativamente bien parado al citar una entrevista con Scholz publicada en un diario de Turingia en 2023, en la que el canciller había pedido que no se dramatizaran las posibles votaciones conjuntas a nivel municipal con grupos de representantes de la AfD sobre determinados temas.
Inmigración
- A pesar del regreso de las manifestaciones a gran escala contra la extrema derecha en todo el país, Merz no ha dado marcha atrás en su postura de semanas anteriores. De hecho, la CDU ha registrado un gran número de nuevos miembros, compensando la marcha de algunas figuras clave como el publicista Michel Friedmann.
- Para Merz, los vecinos de Alemania ya practican la política migratoria que él quiere introducir, y la versión del artículo 16 de la Ley Fundamental, adoptada en 1993, ya permitiría restringir el derecho de asilo en Alemania. Pero, en su opinión, el verdadero punto muerto de la política migratoria estaría en manos de los Verdes (Bündnis 90/Die Grünen), una forma inteligente de dejar abierta la posibilidad de una gran coalición con el SPD tras las elecciones.
- Olaf Scholz subraya que su Gobierno ya ha dado un giro a la situación de la inmigración ilegal, que las solicitudes de asilo están disminuyendo drásticamente y que el nuevo sistema europeo de asilo entrará en vigor en 2026.
- El socialdemócrata atribuye este éxito a su partido, y afirma que sería «estúpido» renegar de un sistema que representa una victoria para las posiciones alemanas. Scholz sigue acusando a los gobiernos regionales liderados por la CDU/CSU de bloquear sus proyectos de ley más restrictivos en la cámara alta del Bundesrat.
Economía
La primera parte del debate estuvo marcada por los acontecimientos políticos de las últimas semanas, pero luego el tema de la situación económica dominó las discusiones.
- Olaf Scholz rechazó la idea de desindustrialización y subrayó que Alemania sigue siendo el segundo país más rico del G7 en términos de PIB. Citó la caída de la inflación como uno de sus éxitos, pero reconoció las dificultades económicas y propuso aumentar la inversión pública, así como ayudas específicas a la producción «Made in Germany». En términos más generales, Scholz atribuye los males de la economía alemana a la guerra en Ucrania (afirma que no ha invadido Ucrania «Ich habe die Ukraine nicht überfallen») e insiste en que el país está muy poco endeudado.
- Friedrich Merz, por su parte, pintó un panorama mucho más sombrío de la situación económica, señalando que Alemania lleva tres años en recesión y que ahora hay 3 millones de parados. Se refirió a una oleada de quiebras sin precedentes que habría provocado la pérdida de 300.000 puestos de trabajo en el sector manufacturero, así como la fuga de capitales.
- Para Merz, el cierre de las tres últimas centrales nucleares en 2023 era una idea «completamente descabellada» («So eine Schnapsidee»), cuya culpa recaía en Scholz, que faltó de autoridad y fue influenciado por los Verdes.
En cuanto a las propuestas de política económica, destacan las siguientes:
- Infraestructuras ferroviarias: Friedrich Merz es partidario de privatizar la rama de explotación de trenes de Deutsche Bahn (DB), mientras que Olaf Scholz quiere seguir invirtiendo más en ella.
- Aerogeneradores: Merz los considera antiestéticos, mientras que Scholz quiere desarrollar más.
- Simplificación administrativa: Ambos candidatos coinciden en la necesidad de abordar la burocracia alemana con una «motosierra», símbolo muy utilizado por Javier Milei en Argentina.
- Salario mínimo: el SPD promete un aumento a 15 euros por hora, tras la subida a 12 euros decidida en 2021. Merz se opone, alegando que perjudicaría a la competitividad alemana.
- Renta ciudadana (Bürgergeld): Merz quiere dar marcha atrás en esta medida, que considera un «error», e incluso critica su nombre, viendo en él una connotación de renta universal. Calcula que alrededor de medio millón de beneficiarios podrían reincorporarse al mercado laboral para cubrir algunas de las 700.000 vacantes de empleo. Scholz, por su parte, reconoce la necesidad de luchar contra el fraude social y afirma: «Cuando se puede trabajar, hay que trabajar».
- IVA: Scholz propone un recorte del IVA sobre los productos alimenticios, mientras que Merz es partidario de una reducción selectiva en el sector de la restauración.
- Fiscalidad: Merz aboga por recortar el impuesto sobre la renta, incluso para los más ricos, mientras que Scholz quiere aumentar el tipo marginal de las rentas muy altas. Merz ve en esta última medida un ataque al tejido de las PYME (Mittelstand) del país.
Seguridad internacional
Ambos candidatos quieren poner fin a la guerra en Ucrania y coinciden en que no habrá solución posible sin Estados Unidos, pero tampoco sin los ucranianos.
- Olaf Scholz afirma que Alemania, el mayor apoyo europeo de Ucrania, seguirá apoyando el esfuerzo bélico mientras sea necesario. Sin embargo, se niega a entregar misiles Taurus de largo alcance, argumentando que tales armas, capaces de alcanzar el interior de Rusia, serían un paso demasiado arriesgado hacia la escalada. Sin embargo, quiere «ayudar a Ucrania a construir un ejército fuerte» y ofrecer garantías de seguridad, al tiempo que considera improbable el ingreso en la OTAN, ya que Estados Unidos se opone a ello.
- Por su parte, Friedrich Merz cree que Alemania podría haber apoyado a Ucrania de forma aún más eficaz. En su opinión, cualquier plan de paz debe incluir a los ucranianos, pero Europa también debe estar preparada para la continua actitud agresiva de Rusia. Acusado por su oponente de haber cambiado oportunamente de posición sobre la entrega de misiles Taurus, afirma en cambio haber permanecido constante: en su opinión, esta decisión debe tomarse a nivel europeo. Sin embargo, como Estados Unidos y Francia ya suministran misiles de largo alcance a Ucrania, no ve ningún obstáculo importante para que Alemania haga lo mismo.
- Por último, Merz considera positiva la candidatura de Ucrania a la Unión. En su opinión, esta perspectiva hace casi superflua la cuestión del ingreso en la OTAN, pues los tratados europeos ya incluyen obligaciones de apoyo similares a las del Tratado del Atlántico Norte.
El debate también puso de manifiesto las diferencias entre Olaf Scholz y Friedrich Merz sobre su enfoque del nuevo presidente estadounidense.
- Para Scholz, la propuesta de Donald Trump de tomar el control de Gaza es un auténtico escándalo. Merz, en cambio, ve la idea como una de las muchas propuestas desagradables de Trump, pero cree que debe considerarse como parte de una estrategia de negociación.
- Para el candidato de la CDU, Trump es «predecible en su imprevisibilidad», y eso hay que aceptarlo. Por ello, Merz aboga por mostrar toda la solidaridad posible en Europa, también con Reino Unido.
- Scholz quiere reforzar la asociación transatlántica, pero tiene en cuenta las palabras de Trump. El presidente estadounidense «dice lo que piensa y hay que tomárselo en serio».
- En cuanto a los aranceles, los candidatos coincidieron en que la Unión Europea debe responder con amenazas de aranceles equivalentes como represalia. Para Merz, esto recuerda a la situación de 2018, cuando la Unión amenazó con imponer aranceles al whisky, los vaqueros y las motos, lo que resolvió el conflicto con Trump en seis semanas.
Los dos candidatos coinciden en la necesidad de un aumento sostenible del gasto militar en Alemania, pero difieren en la proporción exacta del PIB que debería dedicársele a largo plazo.
- Olaf Scholz cree que Alemania debe alcanzar el objetivo del 2% del PIB exigido por la OTAN. También subrayó la necesidad de definir con mayor precisión las capacidades que deben desarrollarse dentro de la Alianza Atlántica. Señaló que con el fin del fondo especial (Sondervermögen), se necesitarán 30.000 millones de euros adicionales a partir de 2028 para mantener este esfuerzo.
- Friedrich Merz, por su parte, abogó por alcanzar rápidamente el objetivo del 2% y superarlo gradualmente. Acusa a Scholz de haber roto su promesa del 22 de febrero de 2022, cuando se comprometió a respetar el 2% del PIB acumulado y a dedicar un fondo excepcional de 100.000 millones de euros a la Bundeswehr.
- Para Scholz, este aumento del gasto no puede financiarse sin reformar el freno de la deuda sin sacrificar otros sectores esenciales.
- Merz, aunque dispuesto a discutir el tema, cree que ésta no puede ser la prioridad. En su opinión, primero hay que reducir los impuestos y el gasto público antes de plantearse cualquier cambio en el freno. En su opinión, Alemania necesita reactivar su crecimiento para poder financiar este gasto, fijando al mismo tiempo las prioridades presupuestarias. En particular, propone reducir ciertas subvenciones públicas o limitar el aumento del número de funcionarios, que considera excesivo bajo el Gobierno actual.
Posibles coaliciones
Ninguno de los candidatos ha mostrado mucha simpatía por el Partido Liberal Demócrata (FDP), que está detrás de estas elecciones anticipadas. Ambos creen que un parlamento sin el FDP sería «empobrecido pero funcional».
- Las encuestas indican que una gran coalición entre el SPD y la CDU/CSU es una posibilidad. Sin embargo, Friedrich Merz espera que su partido sólo necesite un socio de coalición.
- Dice estar dispuesto a negociar con los socialdemócratas si es necesario, pero pone un ultimátum: en inmigración y economía, las grandes decisiones tendrán que venir de la CDU.
- En su opinión, si el SPD empieza a perder circunscripciones en el Ruhr en favor de la AfD, podría verse obligado a adoptar algunas de sus ideas. Merz acusa al Gobierno de haber favorecido el ascenso de la AfD, cuya intención de voto se ha duplicado, al aplicar políticas de izquierda que no gozan de mayoría en el país.
- Scholz aún mantiene una ligera esperanza de que el SPD gane las elecciones y pueda así dirigir las discusiones desde una posición de fuerza para formar una coalición.
Cuando se le pidió que hiciera una declaración final, Merz dijo: «Tenemos un plan para este país y tenemos confianza en el país». Por su parte, Scholz dijo: «Sólo un voto al SPD puede garantizar un gobierno que actúe por la estabilidad del país».
Estas declaraciones finales ilustran la estrategia retórica de cada candidato a lo largo de la campaña: estabilidad y continuidad con la socialdemocracia, frente al cambio de rumbo propuesto por la CDU.