En un discurso de Año Nuevo el 1 de enero, la primera ministra Mette Frederiksen advirtió de que Europa había entrado en una nueva era —un mundo más turbulento y peligroso— que requerirá una nueva arquitectura de seguridad y un modelo económico más sólido.
Frederiksen se mostró partidaria de las ayudas estatales, ya sean nacionales o europeas.
- «Dicen que Estados Unidos innova. China copia. Y la Unión Europea regula. Tenemos que cambiar eso. Tenemos que mantener el empleo en Europa. Y para ello necesitamos mucha más inversión, tanto pública como privada, en energía, tecnología, defensa, transición ecológica y clima. Las necesidades son tan grandes que tenemos que examinar toda la caja de herramientas. Las ayudas estatales son necesarias. Tenemos que replantearnos la economía europea. Esto también se aplica a Dinamarca.» 1
- Este giro refleja los profundos cambios provocados por la invasión rusa a gran escala de Ucrania en 2022 y la victoria de Donald Trump en noviembre de 2024.
Dinamarca es uno de los «países frugales», un grupo de cuatro o incluso cinco países (Austria, Dinamarca, Países Bajos y Suecia, a los que a menudo se une Finlandia) tradicionalmente partidarios de la disciplina fiscal, la reducción del gasto público y contrarios al aumento de las contribuciones nacionales al presupuesto de la Unión.
- Los cuatro también se han posicionado como defensores del libre comercio y los mercados abiertos frente a ciertas voces más intervencionistas en política industrial, como la postura defendida por Francia.
Durante la pandemia de Covid-19, se opusieron firmemente al plan de recuperación y a la emisión de deuda común.
- La posición de la Primera Ministra danesa podría ser crucial para la aplicación de las recomendaciones del informe Draghi (que recomendaba aumentar la tasa de inversión total en relación con el PIB hasta alrededor del 5% anual), pero también para las negociaciones que comenzarán en 2025 sobre el próximo marco financiero plurianual.
- Además, el final del plan de recuperación post-Covid en 2026 podría abrir la puerta a nuevas discusiones sobre el uso de los fondos no gastados para políticas comunes (como defensa) o para nueva deuda para financiar las inversiones necesarias en las áreas de clima y transición geopolítica.
- En febrero de 2024, cuando era Primera Ministra de Estonia, la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, propuso la emisión de 100.000 millones de eurobonos para defensa.
En su informe presentado a finales de octubre, el expresidente finlandés Sauli Niinistö también recomendó poner en común los recursos de defensa de los Estados miembros mediante la creación de dos estructuras: el Fondo Europeo de Defensa (FED) y el Fondo Europeo de Seguridad (FSE).
- $El equipo de transición de Donald Trump habría informado a los europeos en diciembre de que, una vez investido, el presidente electo pedirá a los aliados que dediquen el 5% de su PIB a defensa.
- Para Dinamarca, esto representaría un esfuerzo adicional de 10.900 millones de euros al año.