Donald Trump Jr. en Groenlandia: el proyecto imperial trumpista de una Gran América en dos mapas exclusivos

La anunciada visita de Don Jr a Groenlandia hoy, martes 7 de enero, ha dado pie a muchas especulaciones sobre los motivos de su viaje. Desde diciembre, el presidente electo Donald Trump ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de comprar o anexionarse el país constituyente del Reino de Dinamarca durante su segundo mandato.

• El ministro de Estado y Asuntos Exteriores de Groenlandia, Mininnguaq Kleist, dijo que la visita no era oficial. No se espera que Don Jr. se reúna con ningún representante del gobierno de Groenlandia, ya que ni él ni su padre ocupan actualmente ningún cargo en la administración estadounidense.
• La prensa danesa está siguiendo muy de cerca la secuencia, y varios medios han dedicado incluso una cobertura en directo al aterrizaje del avión.

• Varios analistas han expresado su sorpresa por la cancelación de la visita del primer ministro de Groenlandia, Múte B. Egede al rey Federico de Dinamarca, prevista para mañana miércoles 8 de enero en Copenhague ¹. El primer ministro pronunció un discurso de Año Nuevo que parecía responder a las declaraciones de Donald Trump, reavivando el debate sobre la independencia: «es hora de dar un nuevo paso para nuestro país».
• Según fuentes consultadas por Reuters, el objetivo del viaje de Don Jr. era filmar contenidos de vídeo para un podcast ². El programa lanzado en enero de 2023 por el hijo del presidente electo, «Triggered with Don Jr.», es el más escuchado en Rumble, una plataforma muy apreciada por la derecha conservadora estadounidense. No obstante, el presidente electo se felicitó por el viaje en Truth Social, antes de relanzar su ambición de anexionarse Canadá.

Groenlandia es una de las múltiples facetas del proyecto imperialista diseñado por Trump y sus aliados.

• En los últimos días hemos visto una aceleración en la retórica del próximo presidente de los Estados Unidos, apuntando sistemáticamente a varias áreas territoriales soberanas.
• En particular, además de Groenlandia, que ya había propuesto comprar en 2019, Donald Trump ha señalado repetidamente su intención de convertir a Canadá en «el 51º Estado norteamericano» y «recuperar el control del Canal de Panamá».

Este proyecto marcaría una ruptura histórica. Como ha demostrado el historiador estadounidense Daniel Immerwahr, Estados Unidos se ha construido políticamente negando su proyecto imperial y rechazando la expansión territorial desde aproximadamente la Segunda Guerra Mundial.

• Theodore Roosevelt Jr, que había gobernado tanto Filipinas como Puerto Rico —dos territorios anexionados— admitió que Estados Unidos «no estaba en condiciones de llevar a cabo un objetivo colonial a largo plazo». Rexford Tugwell, Gobernador de Puerto Rico, estuvo de acuerdo, afirmando que Estados Unidos era «inadecuado para la administración colonial».
• Más recientemente, George W. Bush declaró en su primer discurso sobre política exterior: «Estados Unidos nunca ha sido un imperio. Probablemente somos la única gran potencia que tuvo la oportunidad de convertirse en un imperio, pero la rechazó, prefiriendo la grandeza al poder y la justicia a la gloria».

En los círculos trumpistas, un mapa que muestra Estados Unidos extendiéndose hasta el Mediterráneo y el Mar de China Meridional ha sido visto más de 5 millones de veces en X, la red social de Elon Musk ³.

El mapa anterior se originó en el sitio de debate estadounidense Reddit. Se publicó allí por primera vez hace tres años en una subsección del sitio (subreddit) dedicada a la «historia alternativa» a través del prisma de la cartografía ⁴.

• El mapa forma parte del movimiento «Ameriwank», una tendencia surgida en Internet a principios de la década de 2000 en la que los usuarios reinventan la cartografía de un país, en este caso Estados Unidos, imaginando una historia alternativa. Este mapa, que probablemente sea visto por una parte importante del mundo trumpista, consistía inicialmente en imaginar cómo sería la geografía de Estados Unidos si todos los territorios temporalmente ocupados u objeto de reivindicaciones —más o menos avanzadas— se hubieran incorporado al país.
• Entre los mensajes más compartidos en X comentando esta propuesta estaba éste, publicado por un asesor principal del proyecto America 2100 —cuyo lema reza: «Nuestros antepasados colonizaron un continente, conquistaron una frontera salvaje, construyeron ciudades magníficas y enviaron hombres a la luna. América merece un futuro tan grandioso como su pasado»—.
• «La propuesta del señor Trump era una idea seria y es aún más seria hoy de lo que era cuando la propuso por primera vez. La expansión es una antigua tradición estadounidense. (En un sentido fundamental, es la esencia misma de la ética estadounidense).»

En esta representación de una Gran América, encontramos Groenlandia y Canadá, pero también la expansión planetaria.

• El noreste de Sicilia, cuyos puertos fueron utilizados por el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, la isla de Cuba (ocupada tras la guerra hispano-estadounidense de 1898), el puerto alemán de Bremen (utilizado para abastecer la zona de ocupación estadounidense en Alemania de 1945 a 1949) y las islas de Mindanao y Luzón en Filipinas (ocupadas por las fuerzas del general MacArthur en 1945).

La gran mayoría de los canadienses se opone a cualquier incorporación de su país a Estados Unidos. Según una encuesta realizada en diciembre, sólo el 13% estaría a favor de «convertirse en el 51º Estado norteamericano». Sin embargo, los hombres están mucho más a favor que las mujeres: un 19% de media frente a un 7% ⁵.

• Trump cree que «la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta para Estados Unidos por razones de seguridad nacional y libertad global».
• Sin embargo, cuando era presidente, Groenlandia solo se mencionó 5 veces en la Estrategia Ártica del Departamento de Defensa, de 19 páginas, publicada en junio de 2019 ⁶.
• El exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, cree que el presidente electo quiere «construir un casino en Nuuk», la capital de Groenlandia ⁷. Sin embargo, señala que esta idea —soplada a Trump por Ronald Lauder, según Bolton— mantuvo al presidente muy ocupado en 2019, pero que la exploración de la viabilidad del proyecto había sido abandonada internamente debido a la excesiva publicidad que le había dado Trump antes de tener la oportunidad de explorar todas las posibilidades. En agosto de 2019, el propio Trump dijo que la compra de Groenlandia era «esencialmente […] un gran negocio inmobiliario». Con la visita de Don Jr a Groenlandia, la estrategia del presidente electo parece ser la contraria.
• Al reactivar la noción de Lebensraum —Bolton, que sin embargo es considerado un halcón por los trumpistas MAGA— legitima esta anexión sobre la base de un interés vital estadounidense. La capital de Groenlandia, Nuuk, está en realidad más cerca de Washington que Copenhague: «si se mira un mapa [Groenlandia] forma parte de la masa continental norteamericana, lo que la convierte en un interés vital de seguridad para Estados Unidos».

La compra de Groenlandia por parte de Trump sería la mayor adquisición territorial de la historia de Estados Unidos en términos de superficie, por delante de la venta de Luisiana en 1803. En su discurso de Año Nuevo, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, pareció abrir la puerta a un referéndum de independencia y ahora parece estar estableciendo las condiciones para un posible acuerdo.