Hungría ha establecido seis prioridades para la Unión en los próximos seis meses: competitividad; defensa; «una política de ampliación basada en el mérito»: avanzar en las negociaciones de adhesión con los países de los Balcanes Occidentales; inmigración ilegal: trabajar en la dimensión exterior de la migración (mejorar la cooperación con terceros países, reforzar las medidas de la política de retorno y buscar soluciones innovadoras en la gestión de la política de asilo y las rutas migratorias); política de cohesión: iniciar un diálogo estratégico sobre la política de cohesión después de 2027; una política agrícola común centrada en los agricultores: situar a los agricultores en el centro de los debates sobre la futura Política Agrícola Común; retos demográficos.

  • Pero el calendario de la Presidencia (justo después de las elecciones europeas) significa que no habrá un momento legislativo clave: de hecho, los próximos seis meses estarán más marcados por la toma de posesión de la nueva Comisión: el voto de la Presidenta von der Leyen en el Parlamento Europeo (el 18 de julio), los nombramientos de Comisarios por los Estados miembros y las audiencias (muy probablemente en otoño); la toma de posesión del próximo Presidente del Consejo (en noviembre/diciembre).
  • No obstante, Orbán espera desempeñar un papel central en la recomposición política en curso. Tras su salida del Partido Popular Europeo en 2021, el partido de Orbán, Fidesz (10 diputados), dejará de tener escaño en el Parlamento. La semana pasada descartó la posibilidad de unirse a los Conservadores y Reformistas de Meloni, y el domingo 30 de junio anunció su intención de crear un nuevo grupo, «Patriotas por Europa», con el FPÖ austriaco y la ANO checa. Por su parte, el ex Primer Ministro polaco Morawiecki (PiS, 20 eurodiputados) anunció la semana pasada que estaban en marcha conversaciones para formar «un grupo Visegrad Plus que reúna a los partidos soberanistas de los países centroeuropeos». La fecha límite para formar los grupos es el 4 de julio. Para lograrlo, necesitarían 25 eurodiputados de al menos 7 Estados miembros.
  • En materia de política exterior, la postura prorrusa de Viktor Orbán podría tener un gran impacto en las futuras decisiones relativas al acuerdo de un préstamo a Ucrania, garantizado por los beneficios extraordinarios generados por los activos rusos congelados en Euroclear, que fue decidido por el G7 en junio. La congelación de activos rusos está condicionada a la renovación —cada 6 meses— de las sanciones contra Rusia.
  • En cuanto a China, su estrategia de estrechar lazos para atraer inversiones podría influir en la decisión, prevista para noviembre, sobre la imposición de aranceles definitivos a los automóviles eléctricos chinos.