En septiembre, un grupo de trabajo especializado estimó los activos rusos congelados en al menos 280.000 millones de dólares, de los cuales unos 200.000 millones en países de la Unión Europea (71%), frente a 4.600 millones en Estados Unidos (2%).

  • En mayo se alcanzó un acuerdo inicial a nivel europeo sobre el uso de los beneficios extraordinarios generados por Euroclear sobre los activos del Banco de Rusia. El 90% de las cantidades totales —estimadas en 3.000 millones de euros el primer año— se destinarán a la compra de municiones y armas y el 10% a ayuda no letal.
  • Pero Washington tiene otro plan más ambicioso, que consiste en utilizar los beneficios generados por los activos rusos como garantía para pedir un préstamo de unos 50.000 millones de dólares para Ucrania.
  • Esta propuesta necesitaría el acuerdo de todos los Estados miembros, y está sujeta a posibles cambios de posición cada 6 meses, ya que las sanciones europeas contra Rusia se renuevan dos veces al año.

Basándose en esta propuesta, un primer mecanismo, que fue debatido por los ministros de Finanzas del G7 en mayo en Stresa, consiste en que Estados Unidos conceda un préstamo con fines específicos a una institución, aún por definir, que desembolsará los fondos a Ucrania. Esta misma institución reembolsaría a Estados Unidos utilizando los beneficios inesperados generados por los activos rusos congelados en Euroclear en Bélgica.

  • Pero un acuerdo se ha visto frenado por dos incertidumbres: en primer lugar, ¿serían capaces los europeos de sortear la necesidad de renovar las sanciones cada seis meses? En segundo lugar, ¿quién sería responsable del reembolso si los beneficios generados por los activos rusos congelados no fueran suficientes?
  • Una segunda posibilidad sería que la Comisión Europea concediera un préstamo, garantizado por el presupuesto europeo. El préstamo se reembolsaría con los beneficios generados por los activos rusos congelados.
  • Sin embargo, a falta de un acuerdo sobre quién sería responsable de devolver el préstamo si los ingresos generados por los activos rusos congelados fueran insuficientes o dejaran de estar disponibles, un mecanismo por el que cada miembro del G7 emitiera un préstamo en función del tamaño de su economía podría ser la solución preferida.

En la Cumbre del G7 se anunciará sin duda un acuerdo político de principio. A nivel de la Unión, se espera que los 27 miembros debatan el mecanismo en el Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio. Los aspectos técnicos deberán ser resueltos por los Ministros de Hacienda antes de finales de año.