La guerra se amplía: Hezbolá entrena a soldados rusos y mercenarios sirios en el uso de drones

Según la inteligencia militar ucraniana, soldados rusos y mercenarios sirios están siendo entrenados en el uso de drones iraníes en la base aérea de Al-Chaayrate, en Siria, por miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y Hezbolá¹. El entrenamiento estaría supervisado por uno de los comandantes de la organización libanesa, Kamal Abu Sadiq.

El Hezbolá libanés y los Guardianes de la Revolución Islámica ya han entrenado a fuerzas rusas en el aeropuerto militar de Palmira en el verano de 2023². Sin embargo, estas revelaciones confirman varias tendencias:

• El reclutamiento de mercenarios sirios por parte de Moscú -algunos de los cuales están siendo entrenados para operar drones iraníes en Ucrania- indica que el ejército ruso sigue ampliando su reclutamiento más allá de los países de la antigua URSS.
• Kiev estima que un primer grupo de 1.000 mercenarios sirios está recibiendo actualmente «entrenamiento centrado en operaciones de combate en zonas urbanas», junto con formación en el uso de drones³.
• Rusia también habría reclutado hasta 15.000 ciudadanos nepaleses para luchar en Ucrania⁴. A cambio, recibían un salario de 2.000 dólares al mes y un procedimiento acelerado para obtener el pasaporte ruso.
• Moscú sigue confiando, al menos en parte, en Irán para entrenar a sus combatientes en el uso de drones de diseño iraní, Shahed 136/131, Ababil-3 y Raad 85, que se utilizan ampliamente en Ucrania.

Al igual que Kiev, Moscú está tratando de reclutar más combatientes para hacer frente a sus elevados niveles de bajas. Según el Ministerio de Defensa británico, un nuevo proyecto de ley ruso pretende «elevar la edad de los militares contratados, incluidos los reclutados antes de junio de 2023, a 65 años [el límite actual es de 51 años para los suboficiales], y a 70 años para los oficiales comisionados»⁵.

Kiev considera que el reclutamiento de mercenarios sirios «indica un deterioro del estado moral y psicológico de las fuerzas de ocupación rusas debido a las pérdidas masivas y a la necesidad de reconstituirlas con vistas a nuevos asaltos violentos»⁶. Desde principios de 2024, las bajas rusas (muertos y heridos combinados) han alcanzado una media de 855 al día, según el Estado Mayor ucraniano.