En la frontera de Estados Unidos con México, el número de personas que entraron ilegalmente en Estados Unidos en diciembre de 2023 alcanzó su nivel más alto jamás registrado (302.000 cruces, 250.000 detenciones)1. Anteriormente reacia a reconocer la «crisis» fronteriza, la administración demócrata ha aceptado finalmente entablar negociaciones bipartidistas destinadas a redactar un texto aceptable para ambas partes.

  • Desde hace más de tres meses, tres senadores -James Lankford (R, Ok.), Chris Murphy (D-Conn.) y Kyrsten Sinema (I-Ariz.)- han entablado negociaciones que, tras algunos altibajos, desembocaron finalmente en la publicación de un texto el domingo 4 de febrero2.
  • De acuerdo con la práctica legislativa, cualquier acuerdo entre los dos principales partidos del Congreso suele consistir en un «paquete» que combina varias cuestiones separadas.
  • En este caso, la financiación para frenar la inmigración ilegal en la frontera sur se une a la financiación para Ucrania, Israel, el Indo-Pacífico, la ayuda humanitaria, la producción nacional de uranio3

Detrás de esta aparente victoria preliminar para ambos bandos -los republicanos han negociado importantes concesiones en política migratoria, los demócratas han arrancado la ayuda a Ucrania-, el texto ya ha nacido muerto. La razón principal: Donald Trump no quiere dar a Joe Biden la oportunidad de atribuirse una victoria política en un tema importante de la campaña, a nueve meses de las elecciones presidenciales.

  • Tradicionalmente, la economía es la principal prioridad electoral de Estados Unidos. Este año, algunos sondeos de opinión fiables sugieren que la inmigración será la principal cuestión que determine la elección de los votantes4.
  • Esta tendencia es especialmente visible en los estados indecisos, donde el 61% de los votantes cree que Joe Biden es el responsable del aumento del número de migrantes que cruzan la frontera, el doble que la administración Trump (29%)5.
  • Trump no ha ocultado que es precisamente él la razón por la que la Cámara bloqueará el proyecto de ley en el futuro. Hace unos días, el expresidente declaró: «Un acuerdo sobre la frontera sería un nuevo regalo para los demócratas radicales de izquierda […] lo necesitan políticamente»6.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, declaró el lunes 5 de febrero: «Si este proyecto de ley llega al pleno de la Cámara, estará muerto nada más llegar»7. El líder de la mayoría republicana, Steve Scalise, fue aún más lejos: «el proyecto de ley de fronteras del Senado no se votará en la Cámara»8, a pesar del apoyo de los líderes republicanos del Senado9. Para ilustrar aún más la falta de interés, o incluso la oposición, a la ayuda a Ucrania entre los miembros republicanos, la Cámara votará esta semana un proyecto de ley para proporcionar 17.600 millones de dólares en ayuda de seguridad a Israel, pero sin fondos para Kiev10.