Moscú intensifica considerablemente su campaña aérea con 500 misiles y drones lanzados en cinco días

Desde hace varios días, el territorio ucraniano es blanco de una campaña de ataques aéreos rusos de una intensidad nunca vista desde el lanzamiento de la invasión a gran escala del país. Según Volodímir Zelenski, más de 500 misiles y drones rusos alcanzaron Ucrania entre el 29 de diciembre y el 2 de enero de 2024¹.

• El gráfico anterior ilustra la creciente intensidad de los ataques de drones rusos en los últimos días.
• Entre el 1 y el 2 de enero, el ejército ucraniano destruyó 131 drones -de un total de 135 lanzados, según datos de la Fuerza Aérea Ucraniana-, casi tantos como en todo agosto de 2022.
• En la noche del 28 al 29 de diciembre, Moscú lanzó su ataque aéreo más masivo sobre territorio ucraniano desde el inicio de la invasión, con un total de 158 misiles y drones combinados (de los cuales 135 fueron destruidos). Una oleada de ataques de intensidad similar también golpeó Ucrania entre el 1 y el 2 de enero.

La estrategia de Rusia consiste en saturar las defensas antiaéreas ucranianas con oleadas de drones Shahed de diseño iraní, baratos de construir, antes de lanzar misiles de largo alcance más caros desde bombarderos, buques en el Mar Negro o lanzadores terrestres. A pesar del alto índice de interceptación, algunos de estos misiles consiguen atravesar las defensas antiaéreas, causando importantes daños a las infraestructuras civiles y energéticas y a la industria de defensa de Ucrania².

Aunque la estrategia rusa pueda parecer eficaz, quedan varios interrogantes.

• El coste. La versión ucraniana de la revista estadounidense Forbes estimó el coste de la campaña aérea rusa del 2 de enero en 620 millones de dólares, mientras que la oleada del 29 de diciembre costó entre 700 y 750 millones, lo que hace un total de unos 1.300 millones³. Según el medio ucraniano Economic Truth (Економічна правда), sólo el coste del ataque del 29 de diciembre ascendería a 1.273 millones de dólares⁴.
• En un informe publicado en diciembre de 2023 por la RAND Corporation, los expertos estadounidenses consideraban que «los costes derivados de las operaciones de la guerra serán asumibles en los próximos años» para la economía rusa⁵. Sin embargo, el estudio se basaba en datos de febrero a agosto de 2022, un periodo en el que la campaña aérea rusa fue menos intensa.
• Capacidades industriales. A pesar de las grandes reservas de misiles –subestimadas por los países occidentales al comienzo de la guerra-, las campañas aéreas de los últimos días son el resultado de un periodo de acumulación de misiles de crucero y balísticos, según el portavoz de las fuerzas aéreas ucranianas, Yuriy Ignat⁶.
• Sin embargo, parece poco probable que el ejército ruso se quede sin misiles, a pesar de las sanciones internacionales y los controles a la exportación. No obstante, una comparación de la composición de los ataques aéreos en abril-junio en comparación con enero-marzo de 2023 muestra que los misiles de largo alcance, más caros, se están «diluyendo» gradualmente en una masa de drones que ahora representan más de la mitad de las armas aéreas lanzadas en Ucrania⁷.

A pesar del fuerte aumento de la eficacia de las defensas antiaéreas ucranianas -cuyas tasas de interceptación han pasado de alrededor del 30% al comienzo de la invasión a más del 70% durante el ataque del 29 de diciembre- desde febrero de 2022, parece que la «saturación» de las defensas antiaéreas por una gran masa de drones fue eficaz durante estos recientes ataques. Este indicador pone de relieve la urgente necesidad de que Kiev adquiera más capacidades de defensa antiaérea y un flujo constante de municiones para interceptar los ataques rusos.