El martes 7 de noviembre, el Primer Ministro portugués António Costa anunció su dimisión tras la revelación de su implicación en un caso de corrupción dirigido por la fiscalía. Mientras que varios de sus colaboradores cercanos han ingresado en prisión preventiva, nuevos elementos han sacudido las primeras fases del procedimiento.

  • Ayer, domingo 12 de noviembre, el abogado de un estrecho colaborador del Primer Ministro implicado en el caso, Diogo Lacerda Machado, declaró que se había cometido un error en la transcripción de una escucha telefónica.
  • Según el abogado Manuel Magalhães e Silva, su cliente se refería en realidad al Ministro de Economía António Costa Silva en una grabación de audio, y no al ex Primer Ministro António Costa 1.
  • Sin embargo, la fiscalía niega haber confundido los dos nombres y se refiere a una «confusión» que, sin embargo, no pone en duda la implicación del ex Primer Ministro Costa en el caso 2.

Este «error» de transcripción sólo afecta a una de las varias grabaciones de audio que implican al ex Primer Ministro, por lo que no debería amenazar los fundamentos de la investigación. Sin embargo, el Presidente del Consejo Regional de Abogados de Lisboa, João Massano, considera que este error podría tener graves consecuencias.

  • Este precedente también podría causar un daño más duradero a la imagen de la justicia portuguesa 3.
  • Como cualquier perjudicado, Costa tendría derecho a reclamar una compensación económica al Estado portugués.
  • Por último, la propia investigación podría quedar desacreditada, sobre todo si la justicia portuguesa no aporta ninguna prueba adicional de la implicación de António Costa en este caso de corrupción.

Para Yves Léonard, la «brutal dimisión» del Primer Ministro es una prueba para la democracia portuguesa, que podría sumirla en una crisis política más profunda. Tras ocho años en el poder, Costa se había convertido en la principal figura de la vida política del país.