La democracia, como principio rector, se ha manifestado de manera incuestionable en el normal desarrollo de estos comicios, donde los ciudadanos ejercieron su derecho al voto con relativa tranquilidad. Sin embargo, la incertidumbre que ha rodeado este proceso electoral es palpable, alimentada por la percepción de que se están tomando decisiones cruciales para el país. En este marco, se vislumbra una encrucijada que podría definir la propia identidad de Argentina en un momento histórico en el que se debate, no solo el destino de la nación, sino también su lugar en el concierto geopolítico global.

El proceso electoral en Argentina ha sido objeto de un análisis profundo en la arena de la geopolítica internacional, dado que las elecciones en esta nación tienen un impacto significativo en la política de toda la región. El resultado de la primera vuelta electoral, que mostró una sorprendente remontada del peronismo, ha abierto un nuevo escenario rumbo al balotaje, que tendrá lugar el próximo 19 de noviembre.

La primera vuelta celebrada el 22 de octubre en un contexto de graves desafíos económicos, presenció uno de los resultados más sorprendentes en la historia del país. Contradiciendo todas las encuestas electorales, el peronismo, una fuerza política que ha dominado la escena argentina durante gran parte de su historia moderna, mostró una remontada sorprendente y consolidó su posición como una fuerza política central.

Como viene siendo habitual en la celebración de los comicios en los últimos años en toda región latinoamericana, las tensiones políticas han caracterizado este proceso electoral, donde la retórica y la diplomacia se han entrelazado en una danza cautivante que puede cambiar el curso del país.

Contradiciendo todas las encuestas electorales, el peronismo mostró una remontada sorprendente y consolidó su posición como una fuerza política central.

Carmen Torres

La ola opositora que se manifestó en las pasadas PASO (Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias) donde Javier Milei emergió como un contendiente serio, fue un fenómeno que desafió al peronismo gobernante y planteó un gran malestar social y dudas sobre el futuro político del país. Sin embargo, entre las primarias y la cita electoral de octubre, la incertidumbre sobre un eventual triunfo del candidato Milei generó una reacción en el electorado argentino que dio un apoyo superior a Sergio Massa.

La estrategia del peronismo en las PASO buscó potenciar de diversas formas a Milei con el objetivo de debilitar a la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio (JxC). Esta estrategia se basó en la percepción de que la veterana candidata de JxC, Patricia Bullrich, sería un contrincante más fuerte en una segunda vuelta electoral.  Esto deja un escenario político abierto y lleno de incertidumbre de cara al balotaje. La consolidación de Milei como líder de una parte de la población plantea la posibilidad de que, en la segunda vuelta, se produzcan alianzas o cambios en el escenario político que podrían alterar el resultado final.

La estrategia del peronismo en las PASO buscó potenciar de diversas formas a Milei con el objetivo de debilitar a la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio (JxC). 

Carmen Torres

Los candidatos a la presidencia han hecho llamamientos a la ciudadanía para que esta concurriera a las urnas, pero el aumento en la participación con respecto a las elecciones primarias de agosto, si bien notable, no ha logrado reflejar la magnitud del desafío político que enfrenta Argentina. Más de 25 millones de personas, tanto en el país como en el exterior, ejercieron su derecho al voto, con una participación final del 77.65%, según anunció la Cámara Nacional Electoral 1. Esto marcó un aumento significativo en comparación con el récord histórico de ausentismo del 69% en las PASO. Además, se observó una reducción sustancial en el voto en blanco, que disminuyó del 4.78% en las PASO al 1.95%, cuestiones que podrían ser fundamentales para comprender la remontada del candidato de Unión por la Patria.

El análisis de datos históricos revela patrones interesantes en la participación electoral en Argentina desde el retorno de la democracia 2. Durante este período, la participación de los ciudadanos en los actos electorales generalmente se mantuvo por encima del 70%. Resulta de particular interés destacar que, a pesar de su indudable importancia, la participación en la primera vuelta de estas elecciones no ha alcanzado los niveles que la envergadura de la ocasión merecería y esto plantea preguntas sobre la eficacia de las estrategias de movilización y la percepción de la relevancia del acto electoral en el imaginario ciudadano.

Más de 25 millones de personas, tanto en el país como en el exterior, ejercieron su derecho al voto, con una participación final del 77.65%. Esto marcó un aumento significativo en comparación con el récord histórico de ausentismo del 69% en las PASO. 

Carmen Torres

No hay que olvidar que en Argentina el voto es obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años y que, desde el año 2012, los jóvenes entre 16 y 17 años pueden participar en las elecciones nacionales y tienen derecho a votar y elegir a sus representantes políticos en todo el país, según la aplicación de la Ley de Ciudadanía Argentina Nº 26.774 3. 

Según datos oficiales surgidos de las últimas elecciones, las legislativas de 2021, los jóvenes de entre 16 y 29 años representan el 27% del electorado. Son un total de 9.133.475 electores y electoras, de los cuales el 49% son mujeres y el 51% son hombres. El voto joven se aplica en todo el territorio del país para la elección de candidatos nacionales (senadores y diputados para el Congreso de la Nación), Presidente y Vicepresidente. Como dato adicional, destacar que el 60% de electores de 16 y 17 años se concentra en cuatro provincias: Buenos Aires (39%), Córdoba (8%), Santa Fe (7%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (6%).

Históricamente, el perfil del votante en América Latina solía estar influenciado en gran medida por factores socioeconómicos, como el nivel de ingresos, la educación y la ocupación. Sin embargo, en un giro sorprendente, estas variables están siendo desplazadas por la consideración de las dimensiones sociales de la democracia. Este cambio de enfoque destaca una evolución en la mentalidad del votante, que ahora prioriza aspectos relacionados con la calidad de la democracia, la inclusión social y el bienestar colectivo.

El último informe Latinobarómetro 2023 ha revelado que la opinión de jóvenes y mayores dista mucho en cuanto a la percepción de democracia y que existe una asimetría estructural en contra de las políticas públicas en los más jóvenes. Por ello, la participación electoral de votantes jóvenes y su distribución provincial podrían ser clave en este escenario, ante la ausencia de un candidato que verdaderamente «enamore» a la totalidad del pueblo argentino. 

Milei se ha convertido en el fenómeno político en los últimos años, especialmente entre los jóvenes, quienes lo ven como la esperanza para su crecimiento. 

Carmen Torres

Javier Milei, de La Libertad Avanza, ha sacudido el panorama político argentino con sus propuestas radicales que incluyen la dolarización de la economía, la privatización de las empresas públicas del Estado y el cierre del Banco Central. Milei ha prometido medidas radicales que apuntan a liquidar la tendencia estatista que ha seguido Argentina durante décadas. De esta forma, Milei se ha convertido en el fenómeno político en los últimos años, especialmente entre los jóvenes, quienes lo ven como la esperanza para su crecimiento. 

El éxito de Milei no solo se refleja en su posición como candidato destacado y posible futuro presidente de Argentina, sino también en su capacidad para influir en el marco político porque su formación ha obtenido 37 diputados para el Congreso y 8 senadores. Su discurso y propuestas políticas han impactado en el debate público, desafiando la narrativa preexistente y generando una nueva dinámica en el espectro político argentino.

A pesar de su popularidad entre los jóvenes, las propuestas de Milei han generado miedos en la clase media argentina. La eliminación de regulaciones y la reducción de la acción del Estado en la sociedad sin duda tendrán consecuencias en la economía y en el pueblo argentino y su propuesta de cerrar el Banco Central ha sido criticada por expertos económicos y políticos de diferentes sectores.

El éxito de Milei no solo se refleja en su posición como candidato destacado y posible futuro presidente de Argentina, sino también en su capacidad para influir en el marco político porque su formación ha obtenido 37 diputados para el Congreso y 8 senadores.

Carmen Torres

Javier Milei se hizo conocido en el año 2019 como un economista que se había convertido en un frecuente tertuliano televisivo, donde defendía fervientemente los postulados de la escuela austriaca de economía centrándose en la defensa de las libertades individuales, la reducción del tamaño del Estado y la promoción de políticas económicas de mercado.

En las elecciones legislativas que se llevaron a cabo en Argentina el 14 de noviembre de 2021, fue candidato a diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, aunque no logró convertirse en el candidato más votado en la ciudad, obtuvo un resultado sorprendente y se posicionó como la figura más destacada en su partido, La Libertad Avanza. Sin duda, su salto a la arena política en las elecciones de 2023 marca un cambio significativo en su carrera y, especialmente, en el panorama político argentino porque, aunque carece de una estructura partidaria sólida y su trayectoria política es corta en relación con sus opositores, Javier Milei se ha posicionado como el segundo candidato más votado, obteniendo alrededor de 7.8 millones de votos y alcanzando altas posibilidades de convertirse en el próximo presidente del país en el mes de diciembre.

Milei, sin lugar a duda, ha sido el epicentro de la campaña, atrayendo una atención sin precedentes. Su discurso y sus acciones han sido examinados minuciosamente tanto por sus posibles votantes como por sus detractores, y su papel en esta contienda electoral no ha estado exento de controversias. 

Aunque carece de una estructura partidaria sólida y su trayectoria política es corta en relación con sus opositores, Javier Milei se ha posicionado como el segundo candidato más votado, obteniendo alrededor de 7.8 millones de votos.

Carmen Torres

Milei destacó por su estilo provocador y su retórica enérgica, lo que le permitió ganar notoriedad y seguidores y, a pesar de que el cierre de su campaña fue considerado por muchos como desastroso, su victoria en la primera vuelta fue anticipada por la mayoría de las encuestas. Todas las predicciones fallaron y el peronista Massa obtuvo un inesperado 36,6%, Milei se estancó en 30% y Patricia Bullrich, de la alianza de centroderecha Juntos por el Cambio, se derrumbó a 23,8% y quedó fuera de la contienda.

¿Cómo es posible que el ministro de Economía, quien acumula una inflación del 124%, sea el candidato más respaldado en la primera vuelta?

El sorprendente éxito del actual ministro de Economía plantea cuestiones fundamentales sobre la relación entre el electorado y la gestión económica 

Sergio Massa recibió un inesperado 36,6% de los votos, superando a sus rivales en una contienda en la que la inflación –que se mantiene en un elevado 124%– sigue siendo una preocupación crítica y se presenta como un problema apremiante y un reto inmenso para cualquier figura política que pretenda liderar Argentina. 

Una explicación fundamental radica en la naturaleza y la historia del movimiento peronista en Argentina. El peronismo ha demostrado a lo largo de los años una destacada capacidad de movilización y adaptación a las circunstancias políticas y económicas cambiantes. La capacidad de captar el voto popular, incluso en momentos de crisis económica, ha sido un sello distintivo de este movimiento. A pesar de ello, Massa también se esforzó por desvincularse del peronismo/kirchnerismo y de la lucha interna entre el actual presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. Presentó una visión de sí mismo como un líder independiente que, como presidente, actuaría de manera diferente a como lo ha hecho como ministro en un gobierno peronista marcado por la discordia. Esta estrategia le ha permitido ganar votantes que buscaban una alternativa al kirchnerismo tradicional.

El peronismo ha demostrado a lo largo de los años una destacada capacidad de movilización y adaptación a las circunstancias políticas y económicas cambiantes. 

Carmen Torres

Otro elemento fundamental que, en parte, podría explicar la victoria del periodismo en la primera vuelta de esta contienda fue su campaña de superación de la «grieta», es decir, la división política marcada entre las fuerzas de centro-izquierda y centro-derecha en Argentina, que ha caracterizado la política nacional en los últimos años. La percepción de que Massa podría abordar las divisiones políticas y promover un enfoque más inclusivo atrajo a un segmento significativo del electorado. Logró presentarse como un candidato capaz de unir a los argentinos, independientemente de su posición en el espectro político. Esta estrategia apeló a la necesidad de unidad y diálogo en un país marcado por una polarización intensa. 

El planteamiento de Massa en campaña fue su capacidad para apelar al pragmatismo. En un contexto en el que el voto de izquierda estaba dividido, Massa logró consolidar su imagen como un líder capaz de abordar los desafíos económicos y sociales del país. Incluso votantes tradicionales de la izquierda trotskista se vieron atraídos por su enfoque pragmático y optaron por «taparse la nariz» al votar por él. Esta estrategia le permitió ampliar su base de apoyo y consolidar su posición en el espectro político.

La retórica incendiaria de Milei, aunque atrajo a una parte del electorado, también generó preocupaciones en otros sectores de la sociedad y, en este contexto, el apoyo a Sergio Massa se convirtió en una especie de «voto defensivo» para una parte de la sociedad. Su imagen de estabilidad y pragmatismo contrastó con la incertidumbre que rodeó a la campaña de Milei y la falta de un eje claro en la estrategia de Patricia Bullrich después de las PASO.

Massa presentó una visión de sí mismo como un líder independiente que, como presidente, actuaría de manera diferente a como lo ha hecho como ministro en un gobierno peronista marcado por la discordia.

Carmen Torres

Los votantes que buscaban una opción más centrada y predecible en medio de la agitación política encontraron en Massa la única alternativa. Su imagen de astucia política y capacidad de respuesta ante crisis inminentes atrapó a un electorado preocupado por la situación económica y social del país.

Adicionalmente, la narrativa de Unión por el Pueblo apeló a la necesidad de un cambio político sin poner en peligro las instituciones democráticas del país haciendo un llamamiento al sentido de orgullo nacional y aspiraciones de un futuro mejor. En contraposición a la visión pesimista de la oposición de Milei y Bullrich, Massa centró su campaña en un mensaje positivo y en la idea de “liderazgo esperanzador”.

Sin embargo, más que nunca se puede afirmar que todos los escenarios son hoy posibles. Para el actual campeón del mundial de fútbol, el partido político no ha terminado.

Todo puede pasar en el balotaje 

El escenario político argentino es fluido y puede estar lleno de sorpresas. El inminente balotaje que tendrá lugar el 19 de noviembre y enfrentará a Massa y Milei, plantea importantes interrogantes, aunque parece seguro que el ganador se impondrá con un margen ajustado

Aunque se podría pensar que los votos de Patricia Bullrich, tras su expulsión de la carrera a la presidencia, podrían ir directamente a Milei en el balotaje y por ende este último se impondría ante el actual titular de la cartera de Economía, se ha de asumir la contingencia de la política y entender que la alianza de centroderecha Juntos por el Cambio alberga diferentes sensibilidades y, por lo tanto, es difícil predecir con certeza el resultado del balotaje.

Aunque se podría pensar que los votos de Patricia Bullrich, tras su expulsión de la carrera a la presidencia, podrían ir directamente a Milei en el balotaje y por ende este último se impondría ante el actual titular de la cartera de Economía, es difícil predecir con certeza el resultado del balotaje.

Carmen Torres

Uno de los principales factores a considerar en la definición de posibles escenarios es la presencia del voto antiperonista en el electorado de Juntos por el Cambio. La mayor parte de los seguidores de Patricia Bullrich se caracterizan por un profundo rechazo al peronismo y, en consecuencia, es poco probable que consideren votar por Sergio Massa. Esta dinámica política genera un escenario en el que una parte significativa de los votantes de Bullrich podría optar por apoyar a Milei, en virtud de su discurso liberal y antiperonista y aquellos que no se sientan cómodos con la opción Milei podrían abstenerse, lo que podría tener un impacto en los resultados electorales.

Milei podría estar buscando el apoyo de los votantes de Juntos por el Cambio, con los que comparte algunas de las propuestas de la coalición de centroderecha, como la reducción del gasto público y la promoción de la inversión privada. Además, Milei ha hablado de la necesidad de mejorar la seguridad del país, un tema que preocupa a muchos votantes de Juntos por el Cambio. A pesar de los encontronazos en los debates presidenciales previos a la elección, Milei ha sido cauteloso para referirse a la derrota de Juntos por el Cambio e incluso ha felicitado públicamente a Jorge Macri, hermano del expresidente Mauricio Macri, por su victoria en la Ciudad de Buenos Aires, lo que se ha interpretado como una apelación indirecta a la base electoral de dicho partido.

Sergio Massa podría encontrar apoyo entre los votantes conocidos como «cambiemitas», aquellos que respaldaron a la coalición Cambiemos en elecciones anteriores y que llevaron a Mauricio Macri a la presidencia en el año 2015.

Carmen Torres

Por su parte, Sergio Massa podría encontrar apoyo entre los votantes conocidos como «cambiemitas», aquellos que respaldaron a la coalición Cambiemos en elecciones anteriores y que llevaron a Mauricio Macri a la presidencia en el año 2015. Este segmento del electorado se caracteriza por una orientación más cercana a la socialdemocracia y podría estar dispuesto a sacrificar su antiperonismo si perciben en Milei un peligro para la estabilidad institucional. Además, Massa también podría contar con el apoyo de sectores radicales que forman parte de la coalición Juntos por el Cambio.

En medio de un panorama geopolítico global en constante ebullición, Argentina se enfrenta a una encrucijada: una elección que no solo definirá el rumbo de su política interna, sino que tendrá resonancias en la trama compleja de las relaciones internacionales. 

Lo que es seguro es que el ganador de esta segunda vuelta asumirá la presidencia el próximo 10 de diciembre, con la carga de la responsabilidad de definir el rumbo político, económico y social del país y deberá abordar grandes desafíos, al tiempo que navega sobre un escenario político en constante cambio.