El 8 de octubre, los ciudadanos de Hesse (unos 3 millones de personas) y Baviera (9 millones) acuden a las urnas para renovar sus parlamentos regionales.

  • Estas elecciones regionales se celebran en un contexto electoral tenso. Mientras que la coalición federal formada por el SPD (S&D), los Verdes (Verdes/ALE) y el FDP (RE) obtiene menos del 40% en las encuestas, el ascenso de la AfD (ID) es motivo de preocupación.
  • En un contexto de inflación e incertidumbre económica, el partido de extrema derecha obtendría entre el 20% y el 23% de los votos a nivel federal, una puntuación nunca antes alcanzada. Incluso se sitúa en segundo lugar, por detrás de la CDU (PPE, 26-30%), superando a los tres partidos de la coalición.
  • En Hesse, donde gobierna una coalición de conservadores y Verdes, es probable que el Gobierno saliente conserve su mayoría. Sin embargo, con la popularidad del Gobierno en horas bajas, es probable que los conservadores obtengan entre el 29% y el 32% de los votos (2018: 27%). A los Verdes se les da un 17-19% (2018: 20%), a la par con el SPD (16-20%) y por delante de la AfD (15-17%). La amplia ventaja de los conservadores les permitirá sin duda elegir a su principal socio de coalición -los Verdes o los socialdemócratas-, al que podrían sumar a los liberales.
  • En Baviera, región tradicionalmente dominada por la Unión Socialcristiana (CSU, PPE), el partido del Ministro-Presidente Markus Söder se sitúa actualmente en cabeza con el 36% de los votos, seguido de los Electores Libres (FW, RE) con el 15-17%, los Verdes con el 14-16% y la AfD con el 13-14%, mientras que se espera que los socialdemócratas obtengan menos del 10% de los votos. La CSU gobierna actualmente la región en coalición con el FW. El presidente del FW, Hubert Aiwanger, ha protagonizado recientemente un gran escándalo tras el redescubrimiento de un panfleto antisemita que distribuyó cuando era escolar. Sin embargo, Markus Söder le ha mantenido en el cargo, al parecer viendo el partido rural con sus tintes populistas como una forma de seguro contra un nuevo ascenso al poder de AfD. A estas alturas, la mayoría saliente no parece estar aritméticamente en peligro.
  • Aunque la extrema derecha alemana está en alza, su crecimiento no es tal como para amenazar la estabilidad política de las dos regiones, a diferencia de lo que ocurre en algunos Länder del este. En ambos casos, es incluso probable que la mayoría saliente anclada en el centro (Hesse) o en el centro-derecha (Baviera) conserve su mayoría actual.
  • Estas elecciones parecen especialmente críticas para los socialdemócratas y los liberales, ambos miembros de la coalición federal. Al FDP se le atribuye actualmente un 4% en Baviera (2018: 5,1%) y solo un 5% en Hesse (2018: 7,5%). En cuanto al partido de izquierda radical Die Linke (GUE/NGL), en plena crisis, se espera que abandone el parlamento de Hesse (3-4%) y obtenga solo el 1% de los votos en el parlamento bávaro.