Tras un reñido recuento -y unos sondeos a pie de urna que pronosticaban a primera hora de la noche una victoria del partido centrista Eslovaquia Progresista (PS, Renovar) de Michal Šimečka-, fue finalmente el Smer-SD quien ganó las elecciones con el 23,4% de los votos, liderado por el ex primer ministro Robert Fico. El partido centrista PS quedó segundo con el 16,7% de los votos, según los resultados provisionales.

El regreso del Smer-SD y de su líder Robert Fico marca un giro político importante para Eslovaquia. Cabe recordar que las últimas elecciones parlamentarias eslovacas de 2020 dieron la victoria a un partido que basaba su línea en la lucha contra la corrupción y la renovación de la élite política, el partido OL’aNO (Gente Corriente y Personalidades Independientes) de Igor Matovič. Tres años después, los votantes eslovacos pusieron finalmente a la cabeza, con más del 23% de los votos, a un partido cuyo líder ya ha sido dos veces primer ministro -cargo que ocupó durante un total de diez años- y cuya dimisión en 2018 fue provocada por un escándalo relacionado con el asesinato de un periodista que investigaba la presunta corrupción de los políticos.

La etiqueta de «socialdemócrata», según la interpretación tradicional, sería una forma engañosa de describir a quien preside el Smer-SD desde 1999. En la carrera electoral que acaba de concluir, ha hecho de la retórica antimigrante y anti-LGBT el centro de sus discursos. Como en Polonia, la inmigración ha sido uno de los temas sensibles de la campaña en las últimas semanas. En Eslovaquia, el debate se centró en la ruta de los Balcanes y la frontera con Hungría, donde Robert Fico prometió reforzar los controles. Robert Fico también ha gobernado dos veces con el neonacionalista SNS (Partido Nacional Eslovaco) en coaliciones que formó en 2006 y 2016, partido que obtuvo el 5,7% de los votos en estas elecciones.

La victoria de Robert Fico no es baladí en el contexto de la guerra en Ucrania y, además, en la semana previa a importantes debates sobre la ampliación de la Unión Europea a Ucrania y Moldavia. La postura prorrusa de Robert Fico se reflejaba en su programa de campaña, que incluía la promesa de poner fin al apoyo financiero y militar a Ucrania.

La naturaleza de la coalición que podría surgir de estas elecciones es aún absolutamente incierta y dependerá del posicionamiento de los otros cinco partidos que han superado el umbral del 5% de votos para acceder a la asamblea.