De los aproximadamente 120.000 armenios que vivían en Nagorno-Karabaj, más de 65.000 ya han huido de la región invadida por el ejército azerbaiyano, según las autoridades armenias. La mayoría transita por la ciudad de Goris, cuya infraestructura de viviendas está saturada.
- La razón principal de este éxodo es el miedo al genocidio, expresado y compartido por los armenios de Nagorno Karabaj, pero también por los dirigentes internacionales que condenaron la acción militar de Azerbaiyán desde los primeros días de la ofensiva lanzada el 19 de septiembre.
- Ayer, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, junto con su aliado el presidente turco Erdogan, aseguró que los «derechos» de «todos los habitantes de Nagorno-Karabaj» estarían garantizados por su Estado.
- Sin embargo, en diciembre de 2022, Aliyev declaró: «La Armenia de hoy es nuestra tierra».
- Tras seis días de negociaciones, los separatistas armenios han anunciado hoy la disolución de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj.
Entre los aliados históricos de Armenia, el primer ministro armenio, Nikol Pachinian, deploró la postura de Rusia, que no intervino en la ofensiva y favoreció las negociaciones que condujeron al alto el fuego el 20 de septiembre.
- En respuesta a las críticas de Pachinian, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso emitió un extenso comunicado1 en el que atacaba directamente la política de su gobierno, con el que las relaciones se han deteriorado desde el inicio de la invasión de Ucrania.
- El Kremlin denunció la voluntad de Pachinián de «dar la espalda» a Rusia en favor de un acercamiento injustificado a Occidente, y de intentar destruir «los lazos multidimensionales y seculares entre Armenia y Rusia» en beneficio de Occidente.
Los dirigentes armenio y azerbaiyano, Pachinian y Aliyev, tienen previsto reunirse personalmente en Granada el 5 de octubre, durante la cumbre de la Comunidad Política Europea, en presencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y de los dirigentes francés y alemán, Emmanuel Macron y Olaf Scholz. Ya se había celebrado una reunión con el mismo formato al margen de la primera cumbre de la CEP en octubre de 2022. El resultado fue un acuerdo para enviar una misión europea de observación a la zona de conflicto2.