Las últimas elecciones parlamentarias celebradas en 2020 supusieron un importante punto de inflexión política con la victoria del partido OL’aNO («Gente corriente y personalidades independientes», PPE) y su línea anticorrupción sobre los socialdemócratas del Smer-SD, en el poder desde hace 15 años.

  • El líder de OL’aNO, Igor Matovič, presidente del Gobierno eslovaco de 2020 a 2021, se vio obligado a dimitir en medio de un escándalo relacionado con la compra de vacunas Sputnik V a Rusia durante la pandemia de Covid-19. En abril de 2021, este escándalo provocó su sustitución por su entonces ministro de Finanzas, Eduard Heger, que continuó la coalición de derechas construida con los partidos Somos Una Familia (nacionalista, ID), Libertad y Solidaridad (SaS, derecha libertaria, CRE) y Por el Pueblo (ZĽ, liberal-conservador, PPE).
  • En septiembre de 2022, sin embargo, SaS abandonó la coalición. El gabinete de Heger se mantuvo sin minoría parlamentaria durante unos meses, antes de caer tras la votación de una moción de censura en diciembre. Un gabinete técnico dirigido por Ľudovít Ódor, antiguo vicegobernador del Banco Nacional de Eslovaquia, tomó finalmente posesión en mayo de 2023. Gobernará el país de forma interina hasta que se nombre un gobierno completo.

Los últimos sondeos de opinión apuntan a un panorama político fragmentado en el que las estrategias de alianzas serán probablemente complejas.

  • El Smer-SD (S&D) del ex primer ministro Robert Fico va en cabeza con el 21% de los votos. Fico es conocido por su postura antimigrante, anti-islam y pro-Kremlin, y en varias ocasiones ha difundido historias conspirativas relacionadas con la vacunación, la prensa y el papel del multimillonario estadounidense-húngaro George Soros en Europa Central. Su partido se ha visto implicado en varios casos de corrupción.
  • En segundo lugar, Eslovenia Progresista (PS, RE), partido social-liberal y proeuropeo presidido por el vicepresidente del Parlamento Europeo Michal Šimečka, obtendría el 17% de los votos. Fundada en 2017, la formación centrista, que cuenta entre sus antiguos miembros a la actual presidenta Zuzana Čaputová, ha descartado por el momento cualquier colaboración con partidos nacionalistas, pero también con formaciones socialdemócratas salpicadas por escándalos de corrupción.
  • El partido Voz-Socialdemocracia (HLAS-SD, S&D), resultado de una división del Smer-SD, quedaría tercero con el 14% de los votos. El partido, liderado por Peter Pellegrini, se formó en 2020 con una línea proeuropea y centrista como reacción al giro populista dado por el Smer-SD de Robert Fico. También se ha visto afectado por acusaciones de corrupción.
  • Otros seis partidos podrían superar el umbral del 5% (para coaliciones: 7%) necesario para obtener escaños. Se trata de La República (ultraderecha pro-Kremlin), con un 8%, la coalición OL’aNO-ZĽ, que podría no superar la barrera del 7%, el Partido Nacional Eslovaco (SNS, ultraderecha pro-Kremlin), SaS, el Movimiento Demócrata Cristiano (KDH, PPE) y «Somos una familia», a los que se atribuye entre un 5 y un 6% de los votos.

En total, el Smer-SD y el HLAS-SD obtendrían alrededor del 38% del voto total, frente al 17% del centro-izquierda (PS), el 12% del centro-derecha (OL’aNO-ZĽ y KDH), el 6% del SaS (CRE) y el 19% de diversas formaciones de extrema derecha. En este contexto, la opción de una coalición de centro-derecha que excluya tanto a la extrema derecha como al Smer-SD parece poco probable, sobre todo teniendo en cuenta que OL’aNO podría no obtener escaños en el Parlamento.

La composición del próximo ejecutivo debería depender, por un lado, de la capacidad de OL’aNO-ZĽ para superar la barrera del 7% y, por otro, de la capacidad del Smer-SD para forjar una alianza con el HLAS-SD, posiblemente con el apoyo de uno o varios partidos nacionalistas. Este último escenario confirmaría el regreso del Smer-SD a la primera línea de la política eslovaca, a pesar de la acumulación de casos y de las posiciones conspirativas y xenófobas de su líder.