El primer lugar del libertario de extrema derecha Javier Milei en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) argentinas puso en alerta al sistema político -quizás demasiado tarde-. El voto a Milei fue una suerte de motín electoral impulsado por la crisis económica y el hartazgo social. Sin apenas estructura, este economista de 52 años con aires de estrella de rock logró el primer lugar con casi 30% de los votos, y relegó a la oposición de centroderecha (Juntos por el Cambio, JxC) y al peronismo, al segundo y tercer lugar. En caso de victoria -el próximo paso es la primera vuelta electoral del 22 de octubre- su presidencia sería un incierto experimento en un país donde nunca antes un outsider llegó a la presidencia.
Con su estilo excéntrico, ha logrado una curiosa importación de ideas libertarias de derecha -más específicamente de la corriente paleolibertaria estadounidense- e inclusive de algunos de sus símbolos, como la bandera de Gadsden. En los últimos años, muchos jóvenes se han sumado al proyecto libertario, que combina voto protesta con esperanzas de salir del pozo económico-social. Con una manifiesta admiración por Donald Trump y Jair Bolsonaro, y una candidata a vicepresidenta que relativiza los crímenes de lesa humanidad de la dictadura militar, Victoria Villarruel, Milei expresa un populismo de derecha como el que Rothbard proponía, de manera bastante profética, a comienzos de la década de 1990.
La gran duda es si podrá construir gobernabilidad: diputado desde 2021, Milei no tiene ningún gobernador ni alcalde propio, no sumará más de un tercio del Congreso, carece de un partido digno de ese nombre y su apoyo es muy aluvional; una diferencia con Trump -que tenía al Partido Republicano- o Bolsonaro, que contaba con el apoyo de agroindustriales, evangélicos conservadores y militares y paramilitares. Incluso el establishment duda de las capacidades de Milei para gobernar.
Según las encuestas, Milei enfrentaría en la segunda vuelta al actual ministro de Economía, Sergio Massa, candidato de perfil centrista de Unión por la Patria (peronismo), mientras la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, candidata de JxC, busca meterse en el balotaje con un discurso de derecha más “previsible”.
Las diez frases que siguen, pronunciadas en los últimos años, permiten construir un fresco de este político novato que amenaza con poner patas arriba la política argentina.
1 – “Entre la mafia y el Estado prefiero a la mafia. La mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente, la mafia compite.”
Milei se define como anarcocapitalista, y ha abogado por la abolición del Estado, al que considera el Mal absoluto. Sus referencias teóricas son las Escuela Austriaca de economía, pasadas por el filtro del libertario estadounidense Murray Rothbard, autor de varios libros y artículos, entre ellos el Manifiesto Libertario (1973). La entrevista, en Chile, donde Milei dijo la frase citada resulta interesante, porque el entrevistador lo puso frente al mismo problema que tuvo Friedrich Hayek: qué hacer ante una dictadura como la de Augusto Pinochet, que propiciaba la “libertad” en el ámbito económico junto con la represión política. Allí, Milei solo llega a balbucear una respuesta.
Las declinaciones de las utopías libertarias de derecha (libertarians, en inglés) pueden ir desde el fantasioso proyecto de la República de Liberland, en la tierra de nadie entre Serbia y Croacia; el libertarismo de alta mar que propone crear colonias sin Estado en aguas internacionales; o la reivindicación, en algunos casos, de la casi desaparición del Estado en países como Somalia.
Milei resumió de manera poco ortodoxa su visión del Estado: “El Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina”. Considera que los impuestos son una rémora de la esclavitud y que evadirlos debería ser un derecho humano. Esta dimensión anarcocapitalista constituye una peculiaridad dentro del panorama de la extrema derecha global.
2 – “Cuando terminé de leer a Rothbard dije: ‘Durante más de 20 años estuve engañando a mis alumnos. Todo lo que enseñé sobre estructuras de mercado está mal. ¡Está mal!”.
Milei tuvo una suerte de conversión. En 2013, su lectura de Rothbard lo hizo repensar toda la teoría económica neoclásica. Dice haber caído entonces en la cuenta de que los argumentos contra los monopolios no tienen sustento y que “la competencia perfecta –que promueve esta escuela de pensamiento– es tan estúpida que termina por no haber competencia en absoluto”.
Para Rothbard, por el contrario, los monopolios no son malos en sí mismos, e incluso pueden ser buenos si son producto de la acción emprendedora; son nocivos, por el contrario, si son creados por el poder del Estado. Los primeros mejoran la relación calidad precio; por eso los emprendedores son héroes, benefactores sociales. Los segundos, resume Milei, se derivan de la acción de “políticos ladrones que se ponen de acuerdo con empresarios prebendarios para joderle la vida a consumidores y trabajadores”. Luego de este hallazgo, el economista dice haber comprado y leído “veinte libros” de la escuela austriaca de economía. De la mano de los textos de Rothbard, Milei dio un paso más y comenzó a presentarse como un anarcocapitalista e inició la cruzada que lo llevaría primero a la “batalla cultural” y más tarde a la “batalla electoral”.
3 -“El primer gobierno de Menem fue el mejor de la historia argentina.”
El pensamiento de Milei tiene una fuerte carga utópica. Por ello, en la campaña electoral, primero para diputado en 2021 y ahora para presidente, debió anclar sus ideas en proyectos más terrenales. Ha repetido: “Soy anarcocapitalista de largo plazo y minarquista de corto”, porque dice entender las restricciones actuales para abolir el Estado, pero conserva ese objetivo para el futuro, cuando “la tecnología lo permita”. Es decir, acepta, “por el momento”, un Estado mínimo.
En estos años, ha sostenido una posición decadentista de la historia nacional: la Argentina potencia del siglo XIX se “jodió” con la creación del Banco central en la década de 1930 y la deriva “socialista”. Pero, de manera paradójica, los liberales decimonónicos que reivindica el referente libertario fueron quienes crearon las bases del Estado nación argentino. Milei buscó también una imagen más reciente, que en un contexto de alta inflación, remite a un periodo de estabilidad: el gobierno peronista de Carlos Menem (1989-1999), quien privatizó gran parte del patrimonio estatal. La dolarización que propone Milei fue de hecho propuesta por Menem en las elecciones de 2003, luego de más de una década de convertibilidad entre el peso y el dólar. Varios de los funcionarios potenciales de Milei en caso de ganar las elecciones fueron funcionarios del gobierno de Carlos Menem y su ministro Domingo Cavallo.
4 – “Soy el general AnCap [anarcocapitalista]. Vengo de Liberland, una tierra creada por el principio de apropiación originaria del hombre (…) Mi misión es cagar a patadas en el culo a keynesianos y colectivistas hijos de puta”.
Milei ha recuperado la consigna “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, coreada en las jornadas de diciembre de 2001. Incluso el libertario ha usado, en sus mítines, canciones de rock de grupos progresistas como La Renga o Bersuit Vergarabat. En un clima de crisis y desprestigio de la política tradicional (tanto de kirchneristas como de macristas), Milei ha hecho de la denuncia de la “casta” política uno de sus ejes de campaña. Si bien no hay hoy grandes protestas callejeras, sí puede percibirse una suerte de implosión social, y su votación expresa una rebelión en las urnas. “No vine a guiar corderos, sino a despertar leones”, grita Milei en sus actos, en los que se presenta él mismo como un león rugiente. “La casta tiene miedo”, gritan sus exaltados seguidores.
Pero el “Que se vayan todos” ha tenido varias escenificaciones. Una de las más curiosas fue en el marco de un festival de otakus, en 2019, donde Milei fue disfrazado de general AnCap con ayuda de la cosplayer y actual referente de La Libertad Avanza Lilia Lemoine . Allí pronunció la frase citada bajo el ropaje de un superhéroe, con capa, antifaz y tridente.
5 – “El papa es el representante del Maligno en la tierra”.
Milei, como el libertario español Jesús Huerta de Soto, utiliza a menudo la Biblia para sustentar sus críticas al Estado. Huerta de Soto ha tratado de demostrar que Dios es libertario. Milei se suma, con su estilo, al rechazo de la derecha radical global al papa Francisco. “Habría que informarle ‘al imbécil que está en Roma’ que “la envidia, que es la base de la justicia social, es un pecado capital”, dijo, a los gritos, en el programa de la periodista Viviana Canosa. “Los Estados son una invención del Maligno”.
Aunque las declaraciones son de 2020, se vitalizaron recientemente con motivo de la victoria del libertario en las PASO y, como respuesta, un grupo de “curas villeros” (curas de barrios populares) organizaron una masiva misa de desagravio y la gran pregunta es cuál será la relación del papa argentino -que nunca visitó su país tras su nombramiento en 2013 y dijo querer hacerlo en 2024-.
Recientemente, Milei ha expresado su deseo de convertirse al judaísmo y ser el primer presidente judío de Argentina. A menudo, se refiere a Moisés, y no oculta su aspiración a “liberar” al pueblo argentino.
6 – “Una empresa que contamina el río, ¿dónde está el daño?”
Milei ha hecho del antiprogresismo su marca de fábrica. En esa medida, suele reaccionar de manera reactiva a cualquier cosa que suena progre. Para ello, ha apelado al supermercado global de la alt-right, de donde ha tomado discursos prefabricados de manera no muy digerida. En ese marco, ha señalado que el calentamiento global es “otra mentira del socialismo”.
Al mismo tiempo, frente a los diversos problemas ambientales, ha propuesto la misma receta: la privatización. “Una empresa que contamina el río, ¿dónde está el daño? Lo que no está bien definido ahí es el derecho de propiedad. Esa empresa puede contaminar el río todo lo que quiera ¿saben por qué? Porque como hacen equilibro parcial, no ven el problema del equilibrio general, que es que sobra el agua. En una sociedad donde les sobra el agua y el precio del agua es cero, consecuentemente ¿quién va a reclamar el derecho de propiedad de ese río? Nadie, porque no puede ganar plata”, aseguró Milei en el Congreso Económico Argentino en 2023. Y concluyó: “¿Qué creen que va a pasar si el agua empieza a escasear? Deja de valer cero, entonces empieza un negocio, alguien se va a ocupar de apropiarse de ese río y ahí va a haber derecho de propiedad y van a ver cómo se termina la contaminación, terminarán negociando la calidad del agua, le buscarán la forma pero lo van a resolver”. Todo mercado, nada de Estado.
7 – “No tengan miedo, den la batalla contra el zurderío, que se la vamos a ganar, somos superiores productivamente, somos superiores moralmente; esto no es para tibios, ¡viva la libertad carajo!”.
Milei ha introducido un discurso novedoso en Argentina: la reivindicación de un capitalismo heroico, en las huellas de La Rebelión del Atlas, la novela de la filósofa ruso-estadounidense Ayn Rand. Como parte de su reivindicación del capitalismo, Milei ha extendido el uso del adjetivo “socialista” incluso a los sectores moderados del partido de Mauricio Macri o al gobierno de Joe Biden en Estados Unidos.
Milei se propuso dar una “batalla cultural” anticolectivista en un país con una fuerte tradición proEstado. Por ello, el economista combate con ahínco la famosa máxima peronista “Donde hay una necesidad, hay un derecho”. Esa “atrocidad”, repite, hace olvidar que “ese derecho alguien lo tiene que pagar”. La máxima expresión de esto es “esa aberración llamada justicia social, que es injusta porque implica un trato desigual frente a la ley pero además está precedida de un robo [los impuestos]”.
La frase citada fue pronunciada en el acto Viva 22 de Vox, en 2022. Pero el discurso economicista de Milei, estuvo lejos de generar en España el entusiasmo que provocan, por ejemplo, los llamados a la batalla de la italiana Giorgia Meloni, que toca las teclas nacional-conservadoras del partido de extrema derecha. Aun así, en Argentina ese discurso le ha permitido construir una identidad en los medios, y desde allí saltar a la política.
8 – “La venta de órganos es un mercado más”.
En un diálogo con el periodista Jorge Lanata, él mismo transplantado, Milei sorprendió al proponer un mercado de órganos en junio de 2022. En realidad, su posición no debería sorprender, es coherente con su anarcocapitalismo. “Es un mercado más, ¿por qué no puedo disponer de mi cuerpo?… Que el Estado me esclavice [está permitido], pero si yo quiero disponer de cualquier parte de mi cuerpo, ¿cuál es el problema?». Milei ha radicalizado esta perspectiva, en la huella de Rothbard, y en una ocasión se negó a rechazar la posibilidad (futura) de la compra-venta de niños.
Pero Rothbard, a diferencia de Milei, estaba a favor del derecho al aborto, que Milei rechaza en virtud del “respeto a la vida del prójimo”. Suele decir que si Ayn Rand estaba también a favor del aborto era porque en esa época no había ecografías.
9 – “No lo denostaría como mantero, sería un competidor más”.
En un debate con el dirigente social Juan Grabois, Milei sorprendió al defender a los vendedores ambulantes (manteros), una posición muy diferente a la de la derecha tradicional, que considera que estos hacen competencia desleal frente a los comerciantes formales al no pagar impuestos.
Los comerciantes formales, señaló Milei, podrían haber hecho lo mismo que los manteros y vender sin pagar impuestos, “pero no, prefirieron utilizar el aparato represivo del Estado (…) para sacar a la competencia”. Este es uno de los ejemplos en los que la consigna de la defensa de la libertad conecta con diversas formas de emprendedorismo popular. No es casual que gran parte de los votos de Milei provengan de sectores populares.
No obstante, esta posición anarcocapitalista se enfrentará a múltiples dilemas en caso de ganar las elecciones presidenciales. Como él mismo reconoce, esa perspectiva es básicamente utópica, y debe traducirla en alguna forma de minarquismo (Estado mínimo), lo que también puede ser un terreno minado en un país con tradición igualitaria como Argentina.
10 – “Tomá un personaje de Puccini, sacalo a la vida real y ese soy yo”.
Así se autodefinió, haciendo referencia a su estilo ampuloso y apasionado, en una entrevista que le hice en un café Starbucks del barrio del Abasto de Buenos Aires en julio de 2019, con motivo de la escritura de mi libro ¿La rebeldía se volvió de derechas?. Aún no era candidato, pero durante la conversación, muchos jóvenes, incluidos algunos empleados del local, le pidieron una selfie. No obstante, de esas selfies a un posible triunfo electoral la distancia era abismal. “Soy un economista matemático, un liberal en un país de zurdos [izquierdistas], tengo todos los elementos para ser odiado”, dijo. Pero Milei se considera un “inesperado error de tipo II de la Matrix colectivista”: “cuando hacés todo mal y te sale todo bien” o, dicho de otro modo, “cuando no suena la alarma y debería hacerlo”.
La pregunta es si esa alarma sonará antes del 22 de octubre o del balotaje del 19 de noviembre.