El impulso al alza de las cifras del turismo europeo tras el virus de Covid se ha confirmado en la temporada de verano de 2023, en la que se registró el mayor número de visitantes desde la caída relacionada con la pandemia de Covid-19.
La masificación de ciertos lugares y las consecuencias negativas del turismo de masas han centrado este verano las preocupaciones de varias ciudades de la Unión Europea, lo que ha llevado a adoptar medidas de restricción sin precedentes.
- El Ministro de Cultura griego ha anunciado que el número de turistas autorizados a visitar la Acrópolis de Atenas se limitará a 20.000 al día a partir de la primavera de 2024. Actualmente, la Acrópolis recibe una media de 23.000 visitantes al día.
- La ciudad de Venecia cobrará a los turistas diarios (por un módico precio) 5 euros por entrar en la ciudad a partir de 2024, incluidos los pasajeros de cruceros, en una medida destinada a fomentar la sustitución del turismo diario por estancias más largas.
- En julio, el Ayuntamiento de Ámsterdam votó a favor de cerrar la terminal de cruceros de su puerto central, cerca de la estación de Ámsterdam.
- Este verano, el gobierno francés presentó un plan para hacer frente al turismo excesivo y a la saturación de los lugares más populares, en particular facilitando el seguimiento y la cuantificación de los flujos turísticos.
El verano estuvo marcado por el exabrupto de la ministra italiana de Turismo, Daniela Santanchè, que denunció a los turistas «vandálicos» que «no respetan el patrimonio cultural del país». Para combatir los selfies, el ayuntamiento de Portofino, en la Riviera italiana, ha introducido zonas de prohibido aparcar, con multas que oscilan entre 68 y 275 euros.
- En Barcelona, donde desde hace varios años se vienen planteando los problemas asociados al turismo excesivo, el eslogan «Tourists go home» (a veces seguido de «Refugees welcome») no ha perdido actualidad y sigue luciendo en las paredes de los barrios turísticos de Barcelona. Europa sigue siendo la región del mundo que más turistas acoge cada año.
Aunque la UNESCO se pronunció oficialmente este verano a favor de la inclusión de Venecia en la lista del Patrimonio Mundial en Peligro, pidiendo medidas e inversiones adicionales para proteger la ciudad -tanto del riesgo climático de la subida del nivel del mar como de los daños causados por las actividades turísticas-, la organización se topa con la oposición de las autoridades italianas y locales. El único otro sitio urbano europeo incluido en esta lista de 55 sitios en peligro -que incluye sitios en zonas de conflicto armado, como Palmira en Siria y Tombuctú en Mali- es el centro histórico de Viena.