La primera serie de verano de Le Grand Continent está dedicada a una de las figuras más impresionantes del siglo XX, el antiguo director del laboratorio de Los Álamos encargado del Proyecto Manhattan, J. Robert Oppenheimer. Cada día de esta semana, le daremos acceso a un texto inédito en francés: desde las implicaciones geopolíticas y técnicas de la bomba hasta sus efectos filosóficos, pasando por el retrato de los físicos que la hicieron teóricamente posible.
Tras el largo texto sobre el control internacional del átomo, que inaugura la serie, le invitamos a dar un paso atrás y descubrir, además del magnífico ensayo que inspiró la película American Prometheus de Nolan, libros que pueden acompañar sus reflexiones sobre Oppenheimer -y, para italianos y griegos, la gran expectación de su estreno en cines a finales de agosto-.
Literatura, filosofía e imaginarios nucleares
Sciascia, La desaparición de Majorana (La scomparsa di Majorana, 1975), traducido por Juan Manuel Salmerón Arjona, Barcelona, Tusquets Editores, 2007. Reedición: Barcelona, Tusquets Editores, 2023
«En 1938, tras embarcar en Nápoles con destino a Palermo, el físico siciliano Ettore Majorana desapareció y nunca nadie supo más de él. En una de sus últimas cartas, dirigida a un colega de la Universidad de Nápoles, expresaba su intención de suicidarse. Después de varias pero torpes pesquisas, la policía atribuyó esa decisión a un acto de locura; la verdad, sin embargo, no resultará tan obvia. Atraído por este extraño caso, Leonardo Sciascia ahonda en la personalidad de este joven y eminente científico, y en sus relaciones con su familia y sus colegas, para apuntar otras hipótesis. En esta «novela filosófica de misterio», como la define el propio autor, saldrán a la luz los precoces hallazgos de Majorana en torno a la energía atómica y su poder destructivo, de aterradoras consecuencias en la Europa de Hitler y Mussolini. Tal vez en todo ello, unido a su condición de genial hombre de ciencias, radique la clave de la desaparición más misteriosa de la historia científica del siglo xx.»
Friedrich Dürrenmatt, Los físicos (Die Physiker en alemán, 1962), traducido por Juan José del Solar, Barcelona, Tusquets Editores, 1995
«Cuando el gran dramaturgo, novelista y ensayista suizo Friedrich Dürrenmatt escribió en 1962 Los físicos -obra fundamental en la historia del teatro del siglo XX- había decidido ya renunciar a la tragedia como medio de expresión en el ámbito de su producción dramática y se había decantado, siguiendo en parte las enseñanzas de Ionesco, hacia lo que él acuñaría más tarde como «comedia negra».
En efecto en Los físicos, el pesimismo del autor se une a lo cómico, a lo sarcástico, a lo humorístico, para hacer desaparecer o, mejor dicho, anular espiritualmente al tradicional héroe positivo. Möbius, el físico nuclear creado por Dürrenmatt, descubridor de la terrible fórmula, cae en la cuenta de que ha creado un arma mortífera y se pregunta cómo proteger al mundo de su saber y el saber del control del Poder. Opta, pues, por la mejor forma de encubrimiento : el teatro, la mascarada. En lugar de convertirse en el símbolo del conocimiento humano de nuestra era, abandona a su familia y se refugia en un manicomio donde se hace pasar por un loco, sobre todo para poder presentar sus descubrimientos como producto de su locura. Y, parafraseando al crítico alemán que, en su momento, aplaudió la obra de Dürrenmatt, la mascarada pasa a ser un acto moral.»
Kazuo Ishiguro, Pálida luz en las colinas, traducido por Ángel Luis Hernández, Barcelona, Editorial Anagrama, 2006
«Después del suicidio de su hija mayor, Etsuko, una japonesa de cincuenta años instalada en Inglaterra, rememora momentos de su vida. Quizá la explicación de esta tragedia familiar se encuentre agazapada en aquel Japón de los años cincuenta que se recuperaba de las heridas de la guerra y del traumatismo de la bomba atómica…
En la memoria de Etsuko aparece de forma obsesiva, recurrente la imagen de otra mujer, Sachiko, una amiga y vecina que vivía sola con su hija Mariko. Dos personajes enigmáticos, a cuál más inquietante. La pequeña Mariko parece haber vivido una cruel y dolorosa experiencia, que reduce a la nada, tanto para ella como para su madre, la esperanza de una vida tranquila, lejos de las ataduras de la rígida tradición japonesa.
La relación ambigua de Etsuko con Sachiko y Mariko está en el centro del enigma del libro. ¿El examen del pasado conseguirá exorcizar los demonios del presente?»
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Virginie Ollagnier, Ils ont tué Oppenheimer (Ellos mataron a Oppenheimer), Folio, 2023
«- Las ideas necesitan ser compartidas, masticadas y contradichas.
– Ya no estamos en la universidad, Doctor, estamos hablando del mayor secreto de nuestro tiempo.
– Así que cree una universidad secreta.
En ese preciso momento, Groves supo que se encontraba con los ojos de alguien que, como él, buscaba soluciones a los problemas. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, la fama de Robert Oppenheimer era inmensa. Pero este brillante científico, de espíritu fogoso y encanto magnético, se opuso a que el ejército desviara la investigación nuclear. Como represalia, se le retiró la acreditación de Defensa Secreta. ¿Conseguirá el padre de la bomba atómica mantener el control de su terrible invento?»
Günther Anders, El piloto de Hiroshima: Más allá de los límites de la conciencia. Correspondencia entre Claude Eatherly y Günther Anders, traducido por Vicente Gómez Ibáñez, Barcelona, Ediciones Paidós, 2010
«El piloto de Hiroshima, que recoge la correspondencia entre el filósofo vienés Günter Anders y Claude Eatherly, el piloto que lanzó la bomba sobre Hiroshima. Un clásico atemporal sobre el sentimiento de culpa y la alienación que sufrió el piloto tras tomar conciencia del desastre que había contribuido a provocar. El 6 de agosto de 1945, Claude R. Eatherly cumple la orden de destruir el puente situado entre el cuartel general y la ciudad de Hiroshima. Un error de cálculo hace que la bomba caiga sobre la ciudad. De regreso a la base militar, el “piloto de Hiroshima” promete dedicar su vida a la lucha contra las armas nucleares. La monstruosidad de lo sucedido marcará el resto de sus días: recluido en hospitales psiquiátricos, Eatherly anhela obtener su libertad para entregarse a la causa pacifista.
En 1959, el filósofo vienés Günther Anders inicia su correspondencia con él, convirtiendo su historia personal en el “caso Eatherly”. Según Anders, Eatherly personifica la conciencia en un mundo que persuade al individuo de que no es responsable de las consecuencias de su acción. El mundo tecnificado nos implica en hechos cuyos efectos somos incapaces de representarnos. Esto hace que podamos ser inocentemente culpables como nunca antes. Eatherly es el “predecesor” de todos nosotros. Pero lo que sobrepasa la conciencia, aquello que está más allá de sus límites, impone una labor de concienciación: en el “No más Hiroshima” coinciden el verdugo, las víctimas y el intelectual.»
Louisa Hall, Trinity (Trinidad), Ecco, 2018
«15 de julio de 1945, Los Álamos, Nuevo México. Robert Oppenheimer, brillante científico y creador de la bomba atómica, cuenta las horas y los minutos. Espera el lanzamiento de la prueba nuclear Trinity.
Un agente del FBI, un periodista y su secretaria privada dan testimonio del hombre que fue. A través de siete historias, se despliega un retrato caleidoscópico de un hombre en la sombra que transformó el destino de la humanidad. Trinity explora las entrañas de la culpa, su influencia en los cuerpos y las mentes. Aquí, las historias personales de los narradores se entrecruzan con la historia mundial, y los fantasmas de las víctimas de las bombas de Hiroshima y Nagasaki aparecen en cada página.
Al cuestionar la relación entre realidad y ficción, lo íntimo y lo universal, Louisa Hall ha escrito una gran novela sobre el aterrador mundo creado por el arma que debería haber puesto fin a todas las armas.»
Jean-Baptiste Jeangène Vilmer y Céline Jurgensen (dir.), Imaginaires nucléaires. Représentations de l’arme nucléaire dans l’art et la culture (Imaginarios nucleares. Representaciones de las armas nucleares en el arte y la cultura), Odile Jacob, 2021
«Este libro examina las representaciones de las armas nucleares en el arte y la cultura, y cómo configuran nuestras percepciones y nuestro imaginario colectivo. Reuniendo a 35 autores de muy diversas procedencias y modos de expresión (investigadores, diplomáticos, artistas, críticos, comisarios, etc.), como el dibujante Plantu y el cineasta Antonin Baudry (Le Chant du loup), ofrece un vasto panorama que invita a reflexionar sobre la representación de las armas nucleares: leyendo obras literarias, novelas y cómics que las retratan; viendo la bomba en la gran y pequeña pantalla, en películas y series de televisión; escuchando música que habla de ellas; o jugando a videojuegos que las representan. Sus capítulos también analizan a quienes muestran la bomba, a través de la fotografía o la exposición; a quienes construyen ciudades en torno a la amenaza y búnkeres para protegerse de ella; a quienes la promueven en las estrategias nacionales; y a quienes la desafían a través del humor, el arte y la cultura. Esta recopilación sin precedentes y las 170 ilustraciones que la acompañan hacen que esta obra de referencia sea única.»
René Girard, Clausewitz en los extremos. Conversaciones con Benoît Chantre, traducido por Luciano Padilla López. Katz Editores, 2010
«Nuestra época -un tiempo de hostilidad total e impredecible, en el que los adversarios aspiran a la recíproca anulación del otro- es el testimonio definitivo, afirma René Girard en esta obra, de que la «violencia mimética» es la ley que rige las relaciones humanas. Una ley que encontró su formulación más radical en el tratado sobre la guerra redactado por Carl von Clausewitz. De esa obra, los críticos retuvieron un axioma esencial: «La guerra es la continuación de la política por otros medios»; pero al llevar a Clausewitz hasta el extremo, Girard muestra cómo, lejos de contener la violencia, la política corre detrás de la guerra: los medios de la guerra se han convertido en fines.
«Llevar a Clausewitz a su extremo, dice el autor, es levantar el tabú, lo que nos impedía ver que el Apocalipsis ya ha comenzado: porque la violencia de los hombres, escapando a todo control, amenaza hoy al planeta entero.»
Al cabo de esta larga conversación con Benoît Chantre, René Girard se atreve a plantear la pregunta silenciada: ¿qué ocurre cuando se llega a los extremos? Y si bien las respuestas que surgen de este libro son muchas veces terribles, «es necesario -afirma Girard- despertar las conciencias dormidas: querer restablecer la calma es siempre hacer un aporte a lo peor»».
Jean-Pierre Dupuy, La guerre qui ne peut pas avoir lieu. Essai de métaphysique nucléaire (La guerra que no puede tener lugar. Ensayo de metafísica nuclear), Desclée de Brouwer, 2019
«Estamos más cerca de la guerra nuclear de lo que estuvimos nunca durante la Guerra Fría, pero la mayoría de la gente está ciega ante este peligro. Han aprendido que las armas nucleares sólo sirven para una cosa: impedir que otros las utilicen. Esto se llama disuasión. También creen que estas armas son demasiado destructivas para que nadie se sienta tentado a utilizarlas. Estas son las ilusiones que les permiten dormir tranquilos.
Entre el verano de 2017 y enero de 2018, estuvimos varias veces cerca de una guerra nuclear que sus protagonistas, Donald Trump y Kim Jong Un, no querían, como tampoco la querían Kennedy y Jruschov durante la crisis de Cuba. Las intenciones de los actores cuentan muy poco. Hoy, «máquinas apocalípticas» deciden por nosotros, sistemas de desencadenamiento semiautomáticos en los que el error de cálculo, la mala interpretación o el accidente desempeñan un papel decisivo.
La cuestión de la eficacia y la moralidad de las armas nucleares se plantea así de nuevo.»
Martin Heidegger, La pregunta por la técnica (Die Frage nach der Technik [in “die Technik und die Lehre”] en alemán), traducido por Jesús Adrián Escudero, Herder Editorial, 2021
«¿En qué consiste la técnica? ¿Es una actividad humana y puramente instrumental? La pregunta por la técnica es el título de la conferencia que Heidegger dictó el 18 de noviembre de 1953 en el auditorio de la Academia Bávara de Bellas Artes, en el marco del ciclo Las artes en la época técnica.
¿Qué tipo de relación establecemos con el mundo y la naturaleza, con los otros y las cosas en una era dominada por la técnica? ¿Cómo podemos contrarrestar su fuerza y su omnipresencia? Se trata de una serie de interrogantes de gran actualidad, que nos invitan a reflexionar sobre la esencia misma de la técnica. Esta articula la realidad en forma de un complejo engranaje que reduce la naturaleza a un simple fondo permanente de reservas.
Todas las cosas, incluidas el ser humano, se convierten así en piezas disponibles, ordenables y reemplazables del engranaje. Este engranaje técnico no es tanto una estructura y un dispositivo como una forma de desvelamiento, la manera en que se nos manifiesta la realidad en la que vivimos. El peligro de la técnica descansa precisamente en permanecer acríticamente sometidos a su voluntad de dominio en lugar de adoptar una actitud atenta y meditativa que recupere la proximidad con las cosas.»
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Un mapa interactivo
Alex Wellerstein, NUKEMAP
NUKEMAP es un simulador en línea de los efectos de las armas nucleares creado en 2012 por Alex Wellerstein. En sus propias palabras: «Es esencialmente un ‘mash-up’ de The Effects of Nuclear Weapons (1977), de Samuel Glasstone y Philip J. Dolan, y de programas de cartografía en línea (inicialmente Google Maps, ahora MapBox)».
Investigaciones científicas y periodísticas
Kai Bird and Martin J Sherwin, American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J Robert Oppenheimer, Atlantic Books, 2008
«La biografía que inspiró la película Oppenheimer, de Christopher Nolan.
El genio es a veces una maldición. Robert Oppenheimer fue uno de los más grandes físicos de su tiempo. Pocos hombres podían igualar su excepcional inteligencia y su fantástica intuición científica. Este talento extraordinario le llevó al invento definitivo, capaz de erradicar el planeta: la bomba atómica. ¿Qué pensar de un don que conduce a la destrucción universal? ¿De una sed de conocimiento que lleva a la extinción de la vida misma? Ningún hombre se ha enfrentado tan directamente a semejante dilema.
En esta biografía ganadora del Premio Pulitzer, Kai Bird y Martin J. Sherwin exploran la vida del padre de la bomba atómica. Exploran todas las facetas de su vida, tanto íntimas como profesionales, para describir un destino único que, en sí mismo, resume toda la historia del siglo XX: la locura de la guerra y la paranoia del macartismo, la sed insaciable de progreso y la carrera hacia el abismo».
Ran Zwigenberg , Nuclear Minds: Cold War Psychological Science and the Bombings of Hiroshima and Nagasaki, University of Chicago Press, 2023
«En 1945, investigadores en misión a Hiroshima como parte del Estudio de Bombardeo Estratégico de Estados Unidos entrevistaron a supervivientes del ataque nuclear. Esto marcó el comienzo de un esfuerzo mundial por parte de psiquiatras, psicólogos y otros científicos sociales para estudiar los complejos efectos de la llegada de la era nuclear en la mente humana. Nació así una red de investigación transpacífica que produjo ingentes cantidades de datos sobre el lanzamiento de la bomba y las posteriores pruebas nucleares en la región del Pacífico y sus alrededores.
Ran Zwigenberg sigue la pista de estos esfuerzos y de cómo fueron interpretados de forma diferente por las comunidades de investigadores y de víctimas. Explora cómo se comprendió el impacto psicológico de la bomba en los supervivientes antes de que existiera el concepto de trastorno de estrés postraumático. De hecho, las investigaciones psicológicas y psiquiátricas sobre Hiroshima y Nagasaki rara vez hacían referencia al trauma o a categorías similares. Las limitaciones institucionales y políticas –en particular la maraña de las ciencias psicológicas con la ciencia de la Guerra Fría– llevaron a los investigadores a centrarse en los daños a corto plazo y las reacciones somáticas, e incluso, en algunos casos, a negar el sufrimiento de las víctimas. Como resultado, muy pocos médicos han intentado remediar este sufrimiento».
James L. Nolan, Jr., Atomic Doctors: Conscience and Complicity at the Dawn of the Nuclear Age, Harvard University Press, 2020
«Cuando murió su padre, James L. Nolan Jr. entró en posesión de una caja que contenía documentos privados de la familia. Para su sorpresa, estos pequeños archivos secretos contenían un tesoro de información sobre el papel de su abuelo médico en el Proyecto Manhattan. Resultó que el Dr. Nolan era una figura importante. Obstetra y ginecólogo de talento, trató a los científicos del proyecto, organizó los planes de seguridad y evacuación para la prueba Trinity en Alamogordo, escoltó la bomba «Little Boy» desde Los Álamos hasta las islas del Pacífico y fue uno de los primeros estadounidenses en entrar en las ruinas irradiadas de Hiroshima y Nagasaki.
Participar en el proyecto puso a prueba los instintos curativos del Dr. Nolan. Con sus compañeros se vieron a menudo divididos entre su deber y su deseo de ganar la guerra, por un lado, y su juramento de proteger la vida, por otro. Atomic Doctors sigue a estos médicos en sus esfuerzos por maximizar la salud y la seguridad de los expuestos a la radiación nuclear, mientras sirven a unos dirigentes decididos a minimizar los retrasos y mantener el secreto. Los médicos, que debían protegerse de los efectos nocivos de la radiación y minimizar los riesgos, se enfrentaron a la ética de poner fin a la más mortífera de las guerras utilizando las armas más letales. Su trabajo se convirtió en un drama muy humano de ideales, cooptación y complicidad».
S. S. Schweber, In the Shadow of the Bomb: Oppenheimer, Bethe, and the Moral Responsibility of the Scientist, Princeton University Press, 2007
«En 1945, Estados Unidos lanzó la bomba y los físicos se vieron obligados a plantearse cuestiones inquietantes sobre su papel y sus responsabilidades. Cuando siguió la Guerra Fría, se enfrentaron a exigencias políticas sobre su lealtad y a amenazas a la libertad académica por parte del macartismo. Al examinar cómo J. Robert Oppenheimer y Hans A. Bethe –dos hombres con antecedentes similares pero aspiraciones y caracteres divergentes– se enfrentaron a estos dilemas morales, S. S. Schweber cuenta la historia de la física moderna, desde el desarrollo de las armas atómicas hasta la Guerra Fría.
Oppenheimer y Bethe llevaron vidas paralelas. Ambos recibieron una educación liberal que hacía hincapié en el desarrollo moral e intelectual. Ambos fueron excelentes teóricos que trabajaron en la bomba atómica en Los Álamos. Ambos asesoraron al gobierno en cuestiones nucleares y se opusieron al desarrollo de la bomba de hidrógeno. Ambos simpatizaron con causas liberales en su juventud, y ambos fueron llamados más tarde a defender a Estados Unidos contra el comunismo soviético y a sus colegas contra los cruzados anticomunistas.
Sin embargo, sus reacciones ante el uso de la bomba atómica, las pruebas de la bomba de hidrógeno y la traición a la política interior difirieron notablemente. Bethe, que extrajo confianza de sus logros científicos y de su integración en la comunidad de físicos, conservó una profunda integridad. Aceptando un papel modesto, siguió influyendo en la política y contribuyó al tratado de prohibición de pruebas nucleares de 1963. Por otro lado, Oppenheimer encarnó primero un nuevo personaje científico –el científico que crea conocimientos y tecnologías que afectan a toda la humanidad y afronta con valentía su impacto– y luego fue incapaz de asumir la carga. Su deseo de conservar su condición de iniciado, combinado con su aislamiento del trabajo creativo y de la comunidad científica colegiada, le llevó a comprometer sus principios e, irónicamente, a perder su prestigio y convertirse en víctima de otros iniciados.»
Cynthia C. Kelly, Manhattan Project; The Birth of the Atomic Bomb in the Words of Its Creators, Eyewitnesses, and Historians, Black Dog & Leventhal
«La creación de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, cuyo nombre en clave era Proyecto Manhattan, fue una de las empresas científicas más importantes y clandestinas del siglo XX. Dirigido por el físico J. Robert Oppenheimer, el programa cambió para siempre la naturaleza de la guerra y arrojó una sombra sobre la civilización.
Esta colección de ensayos, artículos, documentos y extractos de historias, biografías, obras de teatro, novelas, cartas e historias orales es la más completa recopilación de fuentes primarias sobre la bomba atómica. Incluye contribuciones de Edward Teller, Enrico Fermi, Richard Feynman, Richard Rhodes, Niels Bohr, J. Robert Oppenheimer, Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y Albert Einstein».
Priscilla J. McMillan, The Ruin of J. Robert Oppenheimer; And the Birth of the Modern Arms Race, Johns Hopkins University Press, 2018
«El 12 de abril de 1954, los estadounidenses se quedaron atónitos al enterarse de que J. Robert Oppenheimer había sido acusado de violar la seguridad nacional. ¿Podría el director del Proyecto Manhattan, el visionario que había dirigido los esfuerzos para fabricar la bomba atómica, ser realmente un traidor? Priscilla J. McMillan se basa en documentos del gobierno estadounidense recientemente desclasificados y en documentos procedentes de Rusia, así como en entrevistas en profundidad, para sacar a la luz la conspiración que destruyó a uno de los científicos más ilustres de Estados Unidos.
Da vida a los difíciles años, de 1949 a 1955, durante los cuales Oppenheimer y un grupo de científicos liberales intentaron contrarrestar la cábala de oficiales de la Fuerza Aérea, políticos anticomunistas y científicos rivales, entre ellos el físico Edward Teller, que intentaban hacerse con el control de la política estadounidense y construir armas nucleares cada vez más letales. Sostiene que los esfuerzos por desacreditar a Oppenheimer, en plena era McCarthy y sancionados por un mal informado presidente Eisenhower, marcaron un punto de inflexión en la Guerra Fría, envenenando la política estadounidense durante décadas y creando peligros que nos persiguen hasta hoy.»
John Hersey, Hiroshima, Alfred A. Knopf, 1946
«Exactamente a las ocho y cuarto de la mañana del 6 de agosto de 1945, hora local, justo en el momento en que la bomba atómica estallaba sobre Hiroshima, la señorita Toshiko Sasaki, empleada del departamento de personal de la East Asia Tin Works, acababa de sentarse en su escritorio, girando la cabeza para hablar con su colega.»
En agosto de 1946, un año después del bombardeo de Hiroshima, el reportero John Hersey viajó a la ciudad martirizada para entrevistar a seis hibakusha, nombre con el que se conoce a los supervivientes del caos: un sacerdote jesuita, una viuda bordadora, dos médicos, un diácono y un joven trabajador de una fábrica. Publicado íntegramente en el New Yorker el 31 de agosto de 1946, el artículo tuvo una enorme repercusión en el público estadounidense, que tomó conciencia del horror vivido por el enemigo japonés.
Este magistral relato recorre los momentos anteriores y posteriores a la explosión de la bomba H, evocando sus dimensiones políticas y filosóficas a través de seis experiencias entrelazadas. En 1985, consciente de su deber de memoria, John Hersey regresó al lugar y reanudó el contacto con las víctimas. Relata este último encuentro en un último capítulo publicado ese mismo año. John Richard Hersey (1914-1993) fue corresponsal en Asia de las revistas Time, Life y New Yorker. Ganó el Premio Pulitzer en 1945. Fue uno de los primeros periodistas occidentales en visitar Hiroshima después del 6 de agosto de 1945. Su relato sobre Hiroshima fue elegido mejor artículo del siglo XX por un jurado de 36 miembros convocado por el departamento de periodismo de la Universidad de Nueva York.
G. Pascal Zachary, Endless Frontier: Vannevar Bush, Engineer of the American Century, 1997
«Vannevar Bush (1890-1974), uno de los tecnócratas que dieron forma al desarrollo de Estados Unidos como potencia mundial, supervisó el Proyecto Manhattan. Matemático e ingeniero eléctrico, Bush se convirtió en profesor del MIT en 1919 y, en menos de una década, estaba a la vanguardia de la tecnología informática que dio lugar a la revolución de los ordenadores. En 1940, Roosevelt le nombró presidente de la recién creada Junta de Investigación de Defensa Nacional. Su papel no fue el de inventor, sino el de facilitador: además de organizar el proyecto de la bomba atómica, coordinó otras complejas interacciones en tiempos de guerra entre comunidades militares, políticas y científicas que carecían de paradigma para trabajar juntas.
Zachary, un reportero del Wall Street Journal con amplia experiencia en tecnología de la información, retrata de forma convincente y simpática a su protagonista como un ingeniero arquetípico en tanto que «polímata público», figura central de una nación ahora posmoderna. Bush era un hombre de acción. Como muchos otros de su generación, desconfiaba de la democracia participativa, prefiriendo un modelo elitista de toma de decisiones. La convicción de que la humanidad no está condenada a repetir su comportamiento es el legado más importante de Vannevar Bush, y no es en absoluto despreciable.»