Desde el motín de Prigozhin y el «acuerdo» alcanzado con Vladimir Putin bajo la protección del Presidente bielorruso, una niebla de información ha rodeado las actividades del líder de Wagner y sus relaciones con el Kremlin. 

  • Según la información disponible, Lukashenko ofreció a Prigozhin y a sus mercenarios la posibilidad de instalarse en Bielorrusia en un campamento situado en Tsel’, entre Minsk y Bobruisk.
  • El proyecto bielorruso Hajun -que sigue de cerca las actividades militares en Bielorrusia desde enero de 2022- ha contabilizado 6 convoyes de la milicia Wagner que han viajado desde Rusia hasta este campamento desde el 11 de julio, con un total de unos 2.000 mercenarios -llegaron a ser 25.000 durante su «marcha por la justicia», según Prigozhin1.
  • Si bien no se le ha visto al jefe de Wagner en público desde el 24 de junio -aparte de en un vídeo difundido el miércoles2-, aunque la información de seguimiento de su jet privado indica que viaja libremente entre Rusia y Bielorrusia, según parece está perdiendo gradualmente el control de su imperio mediático y, en particular, de su «granja de trolls»3.

Anunciadas hace varios días, el viernes 14 de julio comenzaron unas «sesiones de entrenamiento -por parte de mercenarios de Wagner- con unidades de las tropas territoriales»4. Según las conversaciones mantenidas entre funcionarios del Ministerio del Interior bielorruso y miembros de Wagner, «las unidades de las fuerzas especiales que se entrenan actualmente en Bielorrusia» también podrían recibir formación, sobre todo en sabotaje, reconocimiento y lucha contra «grupos armados ilegales»5.

  • Asimismo, el Pentágono ha observado recientemente que «no hay participación significativa de las fuerzas de Wagner en apoyo de las operaciones de combate en Ucrania», lo que indica una retirada de los mercenarios del grupo desde el acuerdo alcanzado hace cuatro semanas6.
  • Estas observaciones siguen al traspaso «según lo previsto» de más de 2.000 piezas de equipo militar y más de 2.500 toneladas de municiones de Wagner a las fuerzas armadas rusas7.

La llegada a Bielorrusia de algunos miles de mercenarios sin equipo militar pesado no «constituye una amenaza», según el portavoz de la Dirección Principal de Inteligencia Militar de Ucrania, Andrei Yusof. Sin embargo, también sugirió que algunas de estas fuerzas podrían llegar a «preocupar a Polonia, a otros Estados miembros de la OTAN y a la Unión Europea»8. En respuesta, Varsovia está intensificando las patrullas de vigilancia en su frontera con Bielorrusia y ha desplegado unidades de la 12ª División de Infantería y de la 11ª División de Caballería Blindada9.