Con cerca del 90% de las papeletas escrutadas, la mayoría conservadora saliente del primer ministro Kyriákos Mitsotákis y su partido Nueva Democracia (ND, PPE) obtuvo una clara victoria. Con el 40,8% de los votos y 145 escaños de 300 (-13), Nueva Democracia obtuvo el doble de escaños que su competidor directo, el partido de izquierdas SYRIZA (GUE/NGL).

Sin embargo, a pesar de haber ganado en votos, Nueva Democracia pierde la mayoría absoluta en el Parlamento, consecuencia de la reforma electoral votada bajo el anterior Gobierno, que suprimió la prima de 50 escaños concedida al partido líder.

  • Los tres partidos de izquierda representados en el futuro Parlamento obtuvieron en conjunto alrededor del 39% de los votos: SYRIZA, liderado por el ex primer ministro Aléxis Tsípras, obtuvo el 20,1% de los sufragios, seguido por el histórico PASOK (S&D), de centro-derecha, con el 11,6%, y el Partido Comunista de Grecia (KKE, no inscrito), con el 7,2%. Estos resultados les otorgan 72 (-14), 41 (+19) y 26 (+11) escaños respectivamente, para un total de 139 escaños. El resultado de la votación es, por tanto, un reequilibrio de fuerzas dentro del bloque de izquierdas a costa de SYRIZA. Con solo un 2,6%, el partido Mera25 de Yánis Varoufákis pierde los 9 escaños que tenía en la anterior legislatura.
  • El partido de extrema derecha Solución Griega (EL, CRE) ganó los 16 escaños restantes (+6), obteniendo el 4,5% de los votos emitidos. En estos momentos, la participación de EL en un futuro gobierno parece muy poco probable.
  • Aunque Alexis Tsípras ya ha admitido su derrota, calificando el resultado de su partido de «extremadamente negativo», Nueva Democracia tiene el único mandato para formar gobierno. Sin embargo, al haber anunciado que no desea formar una coalición de gobierno, su posición en el nuevo Parlamento parece precaria.
  • Para evitar una crisis política, Nueva Democracia ya ha anunciado que estudia la posibilidad de convocar nuevas elecciones el 25 de junio. Estas elecciones se celebrarían según una nueva ley electoral -decidida esta vez por el gabinete saliente- que restablece la prima de mayoría. El resultado probable sería una mayoría absoluta para los conservadores.