Las normas financieras de la Unión, que marcan la senda presupuestaria de los países miembros, se suspendieron durante la pandemia de Covid-19.
- Desde la pandemia de Covid-19, debido a la crisis económica, se ha activado la cláusula de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que ha llevado a su suspensión temporal. Así pues, los países europeos ya no están limitados a una deuda no superior al 60% de su PIB, ni a déficits presupuestarios no superiores al 3%.
La reactivación del Pacto prevista para 2024 está dando lugar a debates preliminares sobre la reforma de sus cláusulas; el 9 de noviembre de 2022, la Comisión Europea publicó una propuesta de revisión 1, modificada y validada por los Ministros de Hacienda el 14 de marzo 2.
- Los ministros acordaron varios principios fundamentales: el mantenimiento de los objetivos de limitación del gasto público (déficit público y deuda por debajo del 3% y el 60% del PIB, respectivamente), el establecimiento de planes nacionales que contengan trayectorias de reducción del déficit y reformas estructurales, y una reforma de las sanciones previstas para facilitar su aplicación.
- Los Gobiernos podrán disponer de un plazo adicional para equilibrar sus presupuestos si se comprometen a realizar una serie de reformas e inversiones que impulsen su crecimiento, refuercen su sostenibilidad fiscal y aborden las prioridades estratégicas de la Unión, «incluidos los retos de inversión pública para la transición ecológica y digital y el refuerzo de las capacidades de defensa», según el borrador.
Sin embargo, aún quedan por decidir algunos puntos de la propuesta, en particular el método que utilizará la Comisión para fijar las trayectorias de reducción del déficit y la evaluación de los planes nacionales.
- Algunos Estados miembros, entre ellos Alemania, desconfían de la propuesta de la Comisión de adaptar las trayectorias presupuestarias de cada gobierno, pues temen que se dé demasiada flexibilidad a los países endeudados.
- En su versión actual, los gobiernos cuya deuda supere el límite negociarán con la Comisión sendas individuales de reducción de la deuda, mediante reformas e inversiones; la propuesta se aleja de la regla única anual de reducción de la deuda de 1/20 del superávit por encima del 60% del PIB, vigente hasta ahora.
En contra de los programas de recuperación individualizados, Berlín difundió la semana pasada un documento de oposición de línea dura, al que se sumaron los Países Bajos, en el que se propone que los países muy endeudados reduzcan su ratio deuda/PIB en un punto porcentual cada año. Para los países menos endeudados, el requisito mínimo podría ser de 0,5 puntos porcentuales al año.
- Sigrid Kaag, Ministra holandesa de Finanzas y Viceprimera Ministra, declaró al Financial Times que serían necesarias «salvaguardias comunes» para garantizar una reducción suficiente de la deuda de todos los Estados miembros; quiere que las normas revisadas incluyan un «punto de referencia numérico común» para evitar que la situación de cada país se vuelva «tan idiosincrásica que perdamos el control político del panorama».
- A diferencia de Berlín, los Países Bajos aún no han cuantificado los objetivos de reducción de la deuda que desean. Sigrid Kaag declaró que los Países Bajos quieren que el análisis de sostenibilidad de la deuda sea un elemento constitutivo del plan de reembolso de un país, y añadió que «es muy importante que haya espacio para reformas e inversiones», pero que «la reducción de la deuda debe ser tangible y cuantificable».
Notas al pie
- Disponible aquí en la página de la Comisión Europea.
- Las conclusiones de la reunión del ECOFIN del 14 de marzo están disponibles en el sitio web de la Comisión Europea.