Con el 99% de las papeletas escrutadas, el Gobierno de centro-izquierda presidido por la socialdemócrata Sanna Marin pierde la mayoría en el Parlamento finlandés. Mientras que el Partido Socialdemócrata (SDP, S&D) de la popular Primera Ministra gana terreno al obtener 43 mandatos (+3), sus socios del Centro (RE), los Verdes, la Izquierda (GUE/NGL) y el Partido Popular Sueco (SFP, RE) pierden en conjunto: 23 escaños para el Centro (-8), 13 para los Verdes (-7) y 9 para el SFP. Con 99 escaños de 200, la coalición de centro-izquierda dejaría de tener mayoría parlamentaria.

  • Los grandes vencedores de las elecciones fueron los Verdaderos Finlandeses (PS, ID), de extrema derecha, que se convirtieron en el segundo partido del Parlamento con 46 escaños (+7), y el Partido de Coalición Nacional (Kok., PPE), que quedó primero con 48 escaños (+10). Con los 5 escaños de los democristianos (KD, PPE) y el único escaño del partido liberal Liik (RE), un gobierno de derechas y extrema derecha según el modelo sueco se quedaría a un escaño de la mayoría.
  • El rostro del futuro gobierno finlandés dependerá en última instancia de la actitud de los partidos centristas. El Centro, que se alió con la extrema derecha durante el Gobierno de Sipilä (2015-2019), sufrió mucho con esta experiencia gubernamental. El Partido Popular Sueco (SPS), que representa principalmente a la minoría de habla sueca, nunca ha gobernado con la extrema derecha. El único escaño de la Coalición por Åland también podría desempeñar un papel clave.

Aunque el futuro político de la coalición liderada por Sanna Marin parece incierto, no puede descartarse su continuidad como gobierno minoritario. No hay que descuidar la hipótesis de una ampliación de la mayoría hacia el centro, que permita obtener los dos escaños que faltan.

Las recientes votaciones en los parlamentos turco y húngaro han eliminado los últimos obstáculos a la entrada de Finlandia en la OTAN. Queda por ver si las principales cuestiones relacionadas con el posicionamiento estratégico y geopolítico del país se tratarán con continuidad, o si se resentirán con la entrada en el gobierno de los nacionalistas, que sin embargo han señalado explícitamente su apoyo a la adhesión a la OTAN.