Los cables submarinos transportan más del 98% de los datos del mundo. Casi todas las actividades en línea implican el tránsito de datos a través de ellos: pedidos por Internet, envío de correos electrónicos, pero también pagos con tarjeta de crédito. Actualmente no existe ninguna alternativa tecnológica que permita el tránsito de tal cantidad de datos en tan poco tiempo1.

Estos cables pueden sabotearse para cortar el flujo de información o «pincharse» para captar la información que pasa por ellos, algo que China teme.

  • Los cables submarinos aún no gozan de una protección clara en el derecho internacional, aunque el primer tratado -firmado por 36 países, entre ellos Estados Unidos y Rusia, pero no China- data de 18842.
  • Todavía existen zonas grises, sobre todo en lo que respecta a la nacionalidad de un cable (especialmente los financiados o gestionados por multinacionales o consorcios), así como a su naturaleza militar o civil (doble uso en muchos casos).

Los proyectos y la gestión de cables submarinos son un campo de batalla en la guerra tecnológica entre Washington y Pekín. En 2020, Estados Unidos empezó a bloquear la participación china en los proyectos de consorcios que instalan y operan estos cables y también se negó a construir nuevos cables que unieran ambos países.

Recientemente, China ha empezado a obstaculizar los planes de tendido y mantenimiento de cables submarinos en el Mar de China Meridional.

  • Pekín está introduciendo requisitos más estrictos para la concesión de permisos para instalarlos.
  • Según el derecho internacional, sólo los proyectos de instalación de cables a menos de 12 millas náuticas del territorio de un país están cubiertos por estos permisos. Sin embargo, China también está solicitando permisos para proyectos que atraviesen sus aguas territoriales reclamadas en el Mar de China Meridional, en aparente violación del derecho marítimo internacional.

Para adaptarse, algunas empresas están cambiando sus rutas originales para evitar las zonas económicas exclusivas de China, pero también las zonas reclamadas por Pekín en el Mar de China Meridional. Al parecer, el proyecto Southeast Asia-Japan Cable 2, o SJC2 (propiedad en parte de empresas chinas, estadounidenses y taiwanesas como China Mobile, Chunghwa Telecom y Meta) lleva más de un año retrasado debido a las «objeciones de China» y a problemas de concesión de licencias3

El pasado mes de febrero, buques chinos (un pesquero y luego un carguero) cortaron dos cables submarinos que unen las islas taiwanesas del archipiélago de Mazu con el continente chino, obstaculizando así el acceso a Internet. Aunque estas conexiones suelen sufrir accidentes, el intervalo de sólo seis días entre los dos cortes sugiere que pueden haber sido intencionados.

Taiwán es un importante nudo de cables submarinos en la región Indo-Pacífica y es foco de tensiones con China en el estrecho de Formosa.

  • La isla alberga dos grandes centros de datos y está conectada a 15 cables submarinos.
  • Actualmente se están instalando otros cables de este tipo, como el Apricot, que pretende conectar Singapur, Japón, Guam, Filipinas, Taiwán e Indonesia de aquí a 20244.
  • Apricot es el primer cable submarino intraasiático que no atraviesa el Mar de China Meridional.
  • El proyecto de cable Echo -también en construcción-, que une Singapur con Japón y Estados Unidos, también ilustra estas nuevas estrategias para evitar el Mar de China Meridional.

La estrategia china pasa también por vigilar a las entidades encargadas de desarrollar y explotar los cables submarinos. De hecho, Pekín busca implicar a sus empresas y buques en este tipo de proyectos para poder influir o vigilar estas infraestructuras críticas.

Notas al pie
  1. Adam Satariano, Karl Russell, Troy Griggs y Blacki Migliozzi, « How the Internet Travels Across Oceans », The New York Times, 10 de marzo 2019.
  2. Convention for the Protection of Submarine Telegraph Cables, National University of Singapore.
  3. Anna Gross, Alexandra Heal, Demetri Sevastopulo, Kathrin Hille y Mercedes Ruehl, « China exerts control over internet cable projects in South China Sea », Financial Times, 13 de maro 2023.
  4. Matthew P. Goodman y Matthew Wayland, « Securing Asia’s Subsea Network U.S. Interests and Strategic Options », Center for Strategic and International Studies, abril 2022.