A pesar de la inversión de considerables recursos en Ucrania, el ejército ruso tiene dificultades para progresar de acuerdo con los objetivos fijados por las autoridades políticas.

  • Las escasas conquistas territoriales de los últimos meses reflejan un fracaso de los dispositivos tácticos puestos en marcha por el Estado Mayor para romper las líneas de defensa ucranianas.
  • Estos fracasos se explican tanto por el clima invernal que limita las maniobras a gran escala, como por la falta de preparación y equipamiento de los soldados movilizados y luego desplegados en Ucrania para compensar las pérdidas de las unidades profesionales y entrenadas.
  • Desde el punto de vista estratégico, parece que una parte importante de las pérdidas rusas está relacionada con la centralización del mando, que deja poco margen de iniciativa a las unidades sobre el terreno1.

Ante esta falta de éxito, las fuerzas rusas implementaron nuevas tácticas de asalto para intentar remediar el continuo fracaso de las ofensivas. Según un manual militar capturado sobre el terreno y publicado por un oficial de la reserva del ejército ucraniano, el ejército ruso pretende desplegar sus fuerzas de maniobra en formaciones más pequeñas y ágiles que las utilizadas hasta ahora2.

Estas transformaciones organizativas se reflejan en varios cambios a nivel de unidad.

  • Las «agrupaciones tácticas de batallón (BTG)» serían sustituidas por «unidades de asalto», o «destacamentos de asalto»;
  • el tamaño, el equipamiento y la organización de estos últimos se optimizan para los asaltos frontales a ciudades fortificadas (como en Bakhmut);
  • esta formación contaría con seis tanques T-72, 12 vehículos de combate de infantería, así como lanzacohetes portátiles, sistemas de misiles antitanque guiados, artillería remolcada y morteros autopropulsados;
  • cada una de estas «unidades de asalto» se dividiría en tres compañías (a su vez divididas en dos «pelotones» de 12-15 soldados) y una «sección de tanques».

El mayor uso de la infantería, así como la relegación de los tanques a un papel de apoyo, parece indicar que el Estado Mayor ruso desea dar prioridad a la protección de los tanques sobre la de la infantería. Esta nueva organización refleja las importantes pérdidas de material sufridas por el ejército ruso durante el pasado año. Según el Informe Anual 2023 del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Rusia ha perdido 1.700 tanques desde el inicio de la invasión de Ucrania -aproximadamente la mitad de las unidades que tenía antes de febrero de 2022-, frente a menos de 500 en el caso de Ucrania.

Estas nuevas tácticas de asalto parecen estar inspiradas en el grupo Wagner.

  • Los mercenarios de Wagner llevan varias semanas avanzando en los alrededores de la ciudad de Bakhmut.
  • Aunque lentos -más de lo esperado debido a la falta de munición y proyectiles, según Yevgeny Prigogin-, los últimos datos cartográficos del Instituto para el Institute for the Study of War sugieren que Bakhmut está siendo rodeada gradualmente, lo que anuncia una inminente retirada ucraniana.
  • Aunque estas nuevas tácticas reducen la dependencia de la infantería del fuego de artillería -que sufre la falta de proyectiles en ambos bandos-, es posible que las nuevas «unidades de asalto» no puedan realizar incursiones significativas debido a su pequeño tamaño y a la naturaleza de su equipamiento, que no les permitiría resistir en el tiempo.
Notas al pie
  1. Hilo de @DSI_Magazine, Twitter, 27 de febrero 2023.
  2. Karolina Hird, Grace Mappes, Nicole Wolkov, George Barros, Layne Philipson y Frederick W. Kagan, Russian Offensive Campaign Assessment, Institute for the Study of War, 27 de febrero 2023.