Mañana, miércoles 23 de noviembre, se espera que los países del G7 anuncien el límite de precios que se impondrá al crudo ruso vendido internacionalmente. A raíz de un acuerdo alcanzado en septiembre, los cargamentos vendidos por encima del precio fijado dejarán de tener acceso a los buques, seguros y otros servicios que suelen prestar los países europeos y el Reino Unido. 

La medida entrará en vigor el 5 de diciembre, el mismo día que el embargo de la Unión Europea al petróleo ruso. A esto le seguirá una segunda prohibición el 5 de febrero de 2023 para todos los productos petrolíferos, incluidos el gasóleo y la gasolina.

Ante la proximidad de estos plazos, los compradores europeos no parecen apresurarse a comprar petróleo ruso, sino que prefieren recurrir a otros vendedores -principalmente Estados Unidos, los países del Golfo y Asia-.

Desde febrero, las sanciones contra Rusia y la presión pública en Europa han hecho que las importaciones de petróleo ruso caigan en picado.

  • Tres cuartas partes del crudo que sale de los puertos rusos del Mar Báltico se dirigen ahora a Asia.
  • Rusia ha perdido más del 90% de su mercado en los países del norte de la Unión Europea, que antes eran los principales compradores del petróleo ruso del Báltico y el Ártico.

La principal fuente de ingresos de las ventas de hidrocarburos rusos a la Unión es la venta de crudo y productos petrolíferos. Mientras que al principio de la invasión los países europeos pagaban 300 millones de euros al día por la importación de hidrocarburos, la cantidad se ha reducido casi a la mitad en octubre.

En Europa, sin embargo, la posición de Bulgaria plantea interrogantes. Ayer, la filial búlgara de la petrolera rusa Lukoil -cuyo presidente Ravil Maganov murió misteriosamente en septiembre– anunció que había llegado a un acuerdo con el gobierno de Sofía que le permitía seguir produciendo y procesando petróleo directamente en Bulgaria1.

  • Aunque a Sofía se le ha concedido una excepción para seguir importando petróleo y productos petrolíferos rusos por vía marítima hasta 2024, la reventa de petróleo ruso a los Estados miembros podría suponer una violación del embargo europeo.
  • A principios de noviembre, el portavoz de la Comisión Europea, Daniel Ferry, advirtió a Bulgaria de que, aunque el régimen excepcional que se le había concedido le daba derecho a utilizar petróleo ruso hasta 2024, Sofía no podía «revender el petróleo ruso importado en el extranjero, ni en la Unión Europea ni en terceros países»2.
Notas al pie
  1. Lyubomir Gigov, « Lukoil Neftochim Burgas, Lukoil Bulgaria to Move Their Business to Bulgaria as from January 1, 2023 », Bulgarian News Agency, 21 de noviembre de 2022.
  2. Krassen Nikolov, « Commission warns Bulgaria not to circumvent EU oil sanctions », Euractiv, 2 de noviembre de 2022.