La Compañía Regional de Mercado Voluntario de Carbono fue anunciada el pasado domingo por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF) y es el resultado de una asociación con el grupo saudí Tadawul, la empresa matriz de la Bolsa de Valores de Arabia Saudí y la única bolsa de valores del reino. 

  • La misión principal de la empresa será proporcionar «orientación y recursos para ayudar a las empresas de la región en su transición ecológica hacia la red cero» y «garantizar que las compras de créditos de carbono vayan más allá de las reducciones significativas de emisiones en las cadenas de valor», según un comunicado publicado el domingo 1.

En términos prácticos, la nueva empresa pretende facilitar la subasta de un millón de créditos de carbono en la cumbre organizada por la ONG Future Investment Initiative, que se inaugura hoy en Riad durante cuatro días.

  • La subasta pretende atraer miles de millones de dólares a Arabia Saudí y ofrecerá créditos que incluyen certificados conformes con Corsia, un programa que ofrece contratos para compensar las emisiones de carbono.
  • Este fondo de 620.000 millones de dólares es uno de los principales defensores de las ambiciones ecológicas de Arabia Saudí. A principios de octubre, se recaudaron 3.000 millones de dólares a través de su primera venta de bonos, lo que también supuso su primera participación en la financiación ética.

La iniciativa está en consonancia con el objetivo de Arabia Saudí de diversificar su producción energética y dejar de exportar barriles de petróleo.

  • El reino se ha comprometido a conseguir un nivel neto de carbono cero dentro de sus fronteras para 2060.
  • Arabia Saudí tiene previsto aumentar la proporción de energía fotovoltaica y eólica en su red eléctrica hasta el 50% en 2030; el resto será gas natural.
  • Sin embargo, ningún otro país del G20 emite tanto CO2 per cápita como Arabia Saudí, con casi 18 toneladas en 2020. Las proyecciones muestran que estas emisiones seguirán aumentando hasta 2030, alejando al país de los objetivos del Acuerdo de París.

En efecto, Arabia Saudí está atrapada entre la necesidad de producir energía renovable en las próximas décadas y su condición de mayor exportador de petróleo del mundo.

  • La producción de electricidad de Arabia Saudí a partir de energías renovables representa actualmente sólo el 0,23% de la producción total.
  • El país sigue invirtiendo más en la producción de petróleo y gas, con el argumento de que el mundo necesita más hidrocarburos como parte de su transición a combustibles más limpios.

En un contexto de tensiones geopolíticas, los miembros de la OPEP+ decidieron recortar la producción de petróleo a principios de mes.

  • Los ministros de energía del cártel acordaron reducir su producción de barriles diarios en 2 millones, lo que supone un descenso de cerca del 2% en la producción global de petróleo.
  • Joe Biden ha dejado clara su oposición a esta decisión, argumentando ya en julio pasado, durante una arriesgada visita a Arabia Saudí, que un aumento de la producción de petróleo ayudaría a bajar el precio del barril.