• Durante su campaña presidencial, Joe Biden había expresado una posición clara respecto a Arabia Saudí: poner fin a la desastrosa guerra contra Yemen y animar a Riad a mejorar su situación en materia de derechos humanos. Entrevistado por el Consejo de Relaciones Exteriores en julio de 2019, Biden declaró que «Estados Unidos nunca más dejará de lado sus principios para comprar petróleo o vender armas», casi un año después del asesinato del periodista y opositor Jamal Khassogi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul en octubre de 20181.
  • Rompiendo por completo con Donald Trump, que había reservado su primer viaje al extranjero como presidente de Estados Unidos a Arabia Saudí, Biden pretendía convertir al país del Golfo en un «estado paria». ¿Qué ha pasado desde entonces? La guerra en Ucrania y las sanciones a los hidrocarburos rusos han provocado el temor a la escasez y a la repentina subida de los precios, a pesar de que el crudo Brent acaba de volver a caer por debajo de los 100 dólares el barril. Al principio de la guerra, Biden llamó a Ben Salmane para pedirle que aumentara la producción de petróleo en Riad con el fin de bajar el precio del barril. Ben Salmane -al igual que el líder de los Emiratos Árabes Unidos- rechazó las llamadas del presidente estadounidense2.
  • Durante una discusión muy publicitada entre Emmanuel Macron y Joe Biden en la última cumbre del G7, el 28 de junio, el presidente francés advirtió a su homólogo estadounidense de que los Emiratos Árabes Unidos «no pueden aumentar su producción» de petróleo, pero que los saudíes aún tienen cierto margen de maniobra, lo que sugiere un cambio en la posición de Mohamed Ben Salmane. Desde que Estados Unidos impuso un embargo al petróleo ruso el 8 de marzo, seguido por la Unión Europea el 31 de mayo, los dos bloques han tenido que encontrar otras formas de diversificar sus fuentes de suministro3. Además, la aplicación de un tope global a los precios del petróleo ruso, anunciada durante el G7, no será posible sin el acuerdo de los socios internacionales4 – especialmente porque Oriente Medio ha acudido en masa al petróleo ruso desde que Moscú fue afectado por las sanciones europeas5-.
  • En su último informe mensual publicado ayer, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) prevé un aumento de la demanda de 2,7 millones de barriles diarios en 2023, a un ritmo más lento que en 20226.
  • Otro de los objetivos del viaje de Joe Biden a Oriente Medio es reforzar la alianza forjada por los Acuerdos de Abraham en 2020 entre Israel y varios países árabes -Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Marruecos- ampliándola a Arabia Saudí para formar un auténtico frente antiiraní, en un momento en que las negociaciones sobre un nuevo acuerdo nuclear iraní se han estancado7. Sin embargo, Arabia Saudí no debe reconocer al Estado de Israel, aunque la causa palestina ya no es tan convincente para los dirigentes del reino como lo era hace veinte años.
  • Aunque se trata de un viaje al extranjero, sigue siendo una cuestión de política interna crucial y debe permitir a Biden ofrecer resultados concretos para los consumidores estadounidenses. Durante la conferencia de prensa previa al viaje, el venerado asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, presentó como uno de los principales objetivos de la visita a Arabia Saudí «bajar el precio de la gasolina en el surtidor para las familias trabajadoras estadounidenses»8.
  • Incluso si hace concesiones sobre los envíos de armas a Arabia Saudí, Biden tendrá que volver a Estados Unidos con resultados concretos, en tanto que su índice de popularidad está en su punto más bajo y una encuesta reciente reveló que la mayoría de los votantes demócratas no quieren que Biden vuelva a presentarse en 20249. El Partido Republicano también está jugando con la visita a Riad para presentar a Biden como alguien que va a «rogar a Arabia Saudí por más petróleo», rompiendo con sus posturas pasadas»10. Joe Biden, a pocos meses de las elecciones intermedias de noviembre, se encuentra así en un arriesgado acto de equilibrio para él y su partido.
Notas al pie
  1. « The Presidential Candidates on Saudi Arabia », Council on Foreign Relations, 30 de julio de 2019
  2. Dion Nissenbaum, Stephen Kalin y David S. Cloud « Saudi, Emirati Leaders Decline Calls With Biden During Ukraine Crisis », Wall Street Journal, 8 de marzo de 2022
  3. United States Bans Imports of Russian Oil, Liquefied Natural Gas, and Coal, Casa Blanca, 8 de marzo de 2022
  4. G7 Leaders’ Communiqué – Executive Summary, 28 de junio de 2022
  5. Jack Wittels, « Shunned in Europe, Russian Fuel Is Flooding to the Middle East », Bloomberg, 13 de julio de 2022
  6. Monthly Oil Market Report – July 2022, OPEC, 12 de julio de 2022
  7. Dion Nissenbaum y Dov Lieber, « Biden Presses for Israeli-Arab Security Ties to Come Out From the Shadows », Wall Street Journal, 12 de julio de 2022.
  8. Press Briefing by Press Secretary Karine Jean-Pierre and National Security Advisor Jake Sullivan, Casa Blanca, 12 de julio de 2022.
  9. Shane Goldmacher, « Most Democrats Don’t Want Biden in 2024, New Poll Shows », The New York Times, 11 de julio de 2022
  10. Jake Sullivan Essentially Admits Biden Will Beg Saudi Arabia For More Oil During Upcoming Visit, GOP War Room, YouTube