• Al igual que Daniel Günther (Schleswig-Holstein) y Hendrik Wüst (Renania del Norte-Westfalia), que fueron reelegidos el pasado mes de mayo, el ministro-presidente saliente Stephan Weil también fue reelegido. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD, S&D), que lidera, ganó por un amplio margen, con el 33,4% de los votos, a pesar de la caída de su puntuación (-3,5 pp).
  • Los dos grandes ganadores de las elecciones son Alianza 90/Los Verdes (14,5%, +5,8 pp) y Alternativa para Alemania (AfD, ID; 10,9%, +4,7 pp). Mientras que los ecologistas se benefician de una tendencia federal favorable que les permite mejorar sus posiciones en la mayoría de los parlamentos regionales, el partido de extrema derecha ve aumentar sus resultados con el telón de fondo de las preocupaciones económicas y energéticas en particular.
  • Por otra parte, los perdedores de las elecciones fueron la Unión Cristianodemócrata (CDU, PPE), que sufrió importantes pérdidas con sólo el 28,1% de los votos (-5,5 pp), y el Partido Democrático Libre (FDP, RE), cuyo 4,7% (-2,8 pp) le privará de representación parlamentaria en la próxima legislatura.
  • A nivel federal, ambos partidos se enfrentan a dificultades. La CDU ha luchado en los últimos meses por encontrar su lugar en la oposición, mientras que el FDP ha caído bruscamente en las últimas semanas en las encuestas, debilitado por las crecientes críticas a la línea económica del gobierno por parte de sus bases.
  • El nuevo parlamento tendrá 57 diputados del SPD, 47 de la CDU, 24 de los Verdes y 18 de la AfD. Una coalición con el SPD y los Verdes -que tendría una cómoda mayoría de 81 escaños- parece muy probable dada la cercanía entre ambas formaciones. La CDU, que hasta ahora ha gobernado el Land en coalición con el SPD, se ve así relegada a la oposición por segunda vez este año, tras su debacle en el Sarre en marzo.
  • La elección estuvo muy influenciada por el contexto federal y europeo. Hubo muchas críticas al gobierno federal dirigido por el socialdemócrata Olaf Scholz, pero al final apenas perjudicaron a Stephan Weil, muy popular en su región. La confianza en el ejecutivo regional parece ser más fuerte y menos divisiva que la confianza en el nivel federal, como señalamos en un estudio reciente.