• Los votantes europeos que apoyan a los partidos populistas de extrema derecha han expresado siempre opiniones muy positivas respectó a Rusia y su líder. En 2021, el 62% de los partidarios de la Lega y el 53% de los de Forza Italia dijeron tener confianza en el líder ruso, lo que supone un aumento de 36 y 27 puntos, respectivamente, con respecto al año anterior1.
  • Esta tendencia se vio interrumpida por la invasión rusa de Ucrania. En las encuestas de 2022 realizados por el Pew Research Center, se observa que la opinión positiva de Vladimir Putin y de Rusia empieza a descender incluso entre este segmento del electorado. En Francia, por ejemplo, el 55% de los votantes de RN tenían una opinión favorable de Rusia en 2020, pero ahora sólo el 21%2.
  • Esta tendencia también afecta a la popularidad del líder ruso. Forza Italia registró una caída de 41 puntos en la opinión favorable sobre la capacidad de Vladimir Putin para «hacer lo correcto en los asuntos mundiales». Mientras que el 53% del electorado del partido populista italiano confiaba en Vladimir Putin en 2020, solo el 12% de los seguidores de Forza Italia comparte esta opinión en la actualidad.
  • Sin embargo, hay que contextualizar esta tendencia. En comparación con el resto del electorado, los votantes de extrema derecha no son especialmente hostiles a Vladimir Putin y a Rusia. Sólo el partido húngaro Jobbik se desmarca ligeramente de los demás, con un 20% de simpatizantes hostiles a Vladimir Putin, lo que supone una caída de apoyo de 8 puntos respecto a 2020.
  • Sin embargo, algunos partidos de extrema derecha en Europa no muestran una fuerte oposición a los abusos rusos en Ucrania. Tomando como ejemplo a Francia, el 11% de los votantes de RN expresan una postura desfavorable hacia Rusia, y sólo el 6% hacia su líder.
  • En Occidente, y en particular en Europa, los partidos de extrema derecha se encuentran entre los últimos relevos y a veces apoyan las opiniones del Kremlin. Estos bruscos cambios de opinión entre sus electores indican que, a medida que continúe la agresión de Rusia contra Ucrania y se descubran los crímenes cometidos por el ejército ruso contra la población civil, los partidos europeos de extrema derecha podrían alejarse gradualmente de ella, con el fin de conservar a sus votantes.