10 puntos sobre la conflagración iraní

La muerte de Mahsa Amini tras su detención por la policía de la moral iraní el 16 de septiembre ha incendiado Irán, que desde hace cinco días quedó envuelto en manifestaciones que crecen en escala e intensidad, a pesar de la violencia de la represión. Desde ayer por la tarde, Irán está parcialmente aislado de internet, lo que dificulta especialmente comprender qué ocurre y cómo evoluciona la situación. Lo mismo había ocurrido ya en anteriores episodios de insurgencia, como en noviembre de 2019. 

¿Quién era Mahsa Amini y cómo fue asesinada? ¿Cómo adquirieron alcance nacional las protestas que siguieron a su muerte? ¿Qué tan frágil es la República Islámica? ¿Pone esta situación en peligro las negociaciones sobre su capacidad nuclear? 

A partir de los elementos que han surgido en los últimos cinco días, proponemos algunas pistas para entender lo que está sucediendo en Irán, la magnitud de las protestas y lo que podrían generar. 

1 – ¿Quién era Mahsa Amini y cómo fue asesinada?

Mahsa Amini, una mujer iraní de 22 años, procedente de una familia kurda del noreste de Irán, presuntamente fue detenida por no llevar bien el pañuelo en la cabeza el martes 13 de septiembre durante una visita familiar en Teherán. Murió tres días después, el viernes 16 de septiembre, tras ser ingresada en una unidad de cuidados intensivos del hospital de Kasra, en el norte de Teherán¹.

La ausencia de un informe o de una autopsia impide saber lo que ocurrió exactamente, pero hay consenso en que la joven fue golpeada por la policía de la moral, lo que provocó su hospitalización y su muerte. La versión oficial del gobierno es que sufrió un «ataque cardíaco repentino» mientras estaba detenida, pero esto es fácilmente desmentido con las fotos de la hospitalización de Mahsa Amini, que muestran su rostro hinchado y ensangrentado.

Mahsa Amini fue enterrada el sábado en su ciudad natal de Saqhez, en la provincia iraní del Kurdistán. Su tumba lleva el epitafio, escrito en kurdo: «Amada Jina [su nombre en kurdo], no morirás: tu nombre será un símbolo”. 

2 – ¿Cómo encaja la muerte de Mahsa Amini en un contexto de creciente opresión de la mujer en Irán?

A partir de la revolución iraní de 1979, el uso del pañuelo islámico es obligatorio para todas las mujeres mayores de 9 años. El pañuelo va acompañado de otras obligaciones, como llevar ropa holgada y pantalones.

Desde la elección del ultraconservador Ebrahim Raissi en 2021, el gobierno iraní ha tomado varias medidas para reforzar la obligación de llevar el velo: el 5 de julio, una directiva impuso un velo que cubriera no sólo el pelo, sino también el cuello y los hombros; el 15 de agosto, un decreto endureció el castigo por incumplimiento del código de vestimenta. Estas restricciones han llevado, en las últimas semanas, a la detención de muchas mujeres en Vozara, el centro de la policía moral de Teherán.

Esta nueva vuelta de tuerca se enmarca en una política especialmente represiva que también ha llevado a la cárcel a cineastas como Jafar Panahi, Mohammad Rasoulof y Mostafa Al-Ahmad en los últimos meses, así como a muchos otros opositores.

3 – ¿Cómo adquirieron alcance nacional las protestas que siguieron a su muerte?

Aunque las fotos de Mahsa Amini en el hospital, con la cara hinchada y ensangrentada, ya habían circulado ampliamente en Irán y provocado una ola de indignación, el anuncio de su muerte fue el punto de partida de manifestaciones que han adquirido escala nacional en menos de una semana.

En su funeral, el sábado 17 de septiembre, muchas mujeres iraníes se grabaron quitándose el velo alrededor de la tumba de Mahsa Amini, en solidaridad con ella. 

El domingo 18 de septiembre, la primera manifestación tuvo lugar en la gran ciudad kurda de Sanandaj (de casi un millón de habitantes), donde varios cientos de personas se reunieron por la tarde en apoyo de Mahsa Amini. Otras manifestaciones sucedieron esa noche en ciudades kurdas como Saqqez, Baneh, Bukan y Marivan.

4 – ¿Dónde se han producido hasta ahora las principales manifestaciones? 

El lunes 19 de septiembre, las manifestaciones se extendieron a Teherán durante el día, y luego a muchas ciudades entre el martes y el miércoles: Rasht (en el mar Caspio), Isfahan, Mashhad (la ciudad natal de Ebrahim Raissi, el actual presidente), Baneh, Divandareh, y decenas de ciudades más. 

Numerosos videos muestran enfrentamientos a veces violentos entre la policía y los manifestantes durante las protestas: se despliegan cañones de agua para dispersar a la muchedumbre, se hacen disparos, las patrullas son volcadas a mano por la multitud de manifestantes o quemadas, las personas mayores son a veces agredidas violentamente por los policías. En Sari, cerca del mar Caspio, en el norte del país, el ayuntamiento fue tomado por los manifestantes el miércoles por la mañana².

Según la BBC, que recopila información de los medios de comunicación locales, ya han muerto 17 personas durante las manifestaciones, entre ellas varios policías, y varios cientos han resultado heridos, principalmente en el Kurdistán iraní³.

5 – ¿En qué se diferencia este levantamiento de otros movimientos de protesta de los últimos años? 

El movimiento actual tiene varias diferencias con las protestas que tuvieron lugar en Irán en el invierno de 2017/2018 y en el otoño de 2019. 

En primer lugar, por primera vez desde 1979, como señala la politóloga Azadeh Kian, un movimiento de protesta está impulsado principalmente por mujeres⁴. En segundo lugar, la oposición al velo cuenta esta vez con el apoyo abrumador de los hombres, que corean consignas como «Mataré, mataré al que mató a mi hermana» (میکشم هر آنکه خواهرم کشت)⁵ o queman velos en grandes hogueras. 

Por último, el movimiento también está muy disperso geográfica, social y demográficamente. Se han producido manifestaciones en ciudades habitualmente muy pacíficas, como por ejemplo en la isla de Kish (un centro turístico en el Golfo Pérsico). En las grandes ciudades, no sólo se movilizan los barrios estudiantiles y politizados, sino los demás también, de forma descentralizada, lo que les facilita flanquear las fuerzas policiales⁶. También parece que el movimiento llega a personas de diferentes clases sociales, pero también de todas las edades: los ancianos también se están uniendo a las manifestaciones.

6 – ¿Está el internet completamente cortado en Irán?

Según el observatorio de internet Net Blocks, que ya había documentado cortes de internet anteriores en Irán, la red se ha cortado en el país a un nivel que no se veía desde la represión de noviembre de 2019: las distintas redes móviles están cortadas casi por completo; se han observado cortes regionales en los últimos días durante las protestas, a veces completos como en Sanandaj, donde las protestas habían comenzado el domingo; Instagram y Whatsapp también fueron parcialmente bloqueados⁷.

Por otra parte, el gobierno iraní también parece ser objeto de ciberataques. El colectivo Anonymous afirma haber conseguido bloquear el Banco Central de Irán durante varias horas el miércoles⁸.

7 – ¿Cómo podemos interpretar las diferentes formas de expresión de la oposición al régimen?

Tras su muerte, Mahsa Amini se convirtió en pocos días en uno de los símbolos de la opresión que el gobierno iraní ejerce sobre las mujeres, junto con Neda Agha-Soltan, una mujer de 26 años que murió de un disparo durante las protestas de 2009, y Sahar Khodayari, de 29 años, que se prendió fuego en 2019 tras ser condenada a prisión por vestirse de hombre para asistir a un partido de futbol.

En la historia política iraní, muchos movimientos de protesta política se han construido en torno al duelo de una personalidad cuya muerte, a menudo violenta, se ha convertido en símbolo de una opresión insoportable. Así, las manifestaciones de 1978 que desembocaron en la Revolución iraní se estructuraron en torno a conmemoraciones de luto cada cuarenta días (la medida temporal del luto en el chiismo). 

Posteriormente, la República Islámica se construyó en parte sobre el culto a los mártires, en particular durante la guerra Irán-Iraq (1980-1988), un fenómeno que Farhad Khosrokhavar estudia en Les Nouveaux Martyrs d’Allah. La valorización del martirio es un elemento estructurador del chiismo duodecimano, cuya fiesta religiosa más importante es la Ashura, que conmemora el sacrificio y la masacre de Hossein en la batalla de Karbala en el año 680, a manos del nuevo califa omeya, Yazid I.

El fenómeno de la automutilación por parte de cierto número de mujeres iraníes, consistente en cortarse el pelo en apoyo de Mahsa Amini y del movimiento actual, puede considerarse un símbolo muy poderoso, que recurre precisamente al registro de un imaginario de autosacrificio, automutilación y martirio, valorado por la República Islámica y utilizado ahora contra ella y sus prácticas autoritarias⁹.

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8 – ¿Qué tan frágil es la República Islámica?

El nivel de oposición al régimen es muy difícil de estimar, pero la baja participación en las elecciones presidenciales de 2021 —del 48%, frente al 71% de las elecciones presidenciales de 2017 y el 73% de las de 2013— muestra un repudio profundo y estructural de la evolución política de Irán en los últimos años. 

De hecho, en las elecciones presidenciales de 2021, todos los candidatos políticos que encarnaban una vía reformista o al menos «moderada» (como Ali Larijani) fueron excluidos de la elección por la Asamblea de Expertos, la cámara alta compuesta por clérigos y que debe validar a los candidatos a las elecciones. Al eliminar cualquier forma de incertidumbre o posible desafío al gobierno en las urnas, la República Islámica se ha privado de una herramienta muy poderosa para gestionar las disputas políticas en Irán.

De momento, la capacidad para ganar impulso de las protestas es imposible de predecir. Señalemos simplemente que, al igual que los movimientos del invierno de 2017-2018 y de noviembre de 2019, se trata de movimientos esporádicos y desestructurados, que sólo con gran dificultad pueden proponer una alternativa al funcionamiento actual del país. 

Por otro lado, la diferencia entre las protestas de los últimos días y las de 2017/2018 y 2019 es que estas últimas se oponían a medidas socioeconómicas concretas¹⁰, mientras que las protestas surgidas a raíz de la muerte de Mahsa Amini se oponen a uno de los elementos estructurantes de la identidad del sistema político actual, el velo, y, a través de él, al carácter islámico del régimen iraní.

Recordemos que Amnistía Internacional considera que durante la represión de noviembre de 2019 murieron varios centenares de manifestantes, lo que da una idea del nivel de represión al que podrían enfrentarse los manifestantes si su movimiento cobra fuerza en los próximos días. 

9 – ¿Cuáles son las posiciones de los diferentes movimientos políticos iraníes sobre el tema? 

Por el momento, ninguna figura política importante ha defendido la detención de Mahsa Amini. Ebrahim Raisi, el presidente, ha prometido que se llevará a cabo una investigación, mientras que el Líder de la Revolución Islámica, Alí Jamenei, cuya salud en declive ha sido objeto de intensas especulaciones durante varias semanas, pronunció un discurso de una hora el 20 de septiembre en el que no mencionó las actuales protestas. 

Por su parte, la Guardia Revolucionaria iraní emitió el jueves 22 de septiembre un comunicado en el que se posicionaba claramente en contra de las protestas, presentándolas como fomentadas por potencias externas y enemigos de la nación¹¹.

En el otro extremo del panorama político, un gran número de figuras moderadas lamentaron la muerte de Mahsa Amini y criticaron la brutalidad de la policía de la moral. Ehsaq Djahangiri, vicepresidente de Hassan Rouhani, por ejemplo, escribió en su página de Instagram, comentando la foto de Mahsa Amini en el hospital, que era «importante tomar medidas para garantizar que este comportamiento [policial] poco ético y poco islámico cese para siempre»¹². El expresidente Mohammed Khatami también consideró que el comportamiento de la policía era «contrario a la ley, a la ética y a la sharia».

Por parte de las figuras públicas de la República Islámica, las críticas al gobierno y el apoyo a los manifestantes son de una magnitud que recuerda el apoyo al Movimiento Verde en 2009. El cineasta Asghar Farhadi, habitualmente discreto, calificó la muerte de Mahsa Amini de «crimen». Ali Karimi —un futbolista con once millones de seguidores en Instagram— comparó a Mahsa Amini con Kaveh Ahangar, una figura mitológica del Shah Nameh o Libro de los Reyes —la gran epopeya nacional iraní escrita en el siglo XI por Ferdowsi— que se dice que lideró la revuelta contra el rey serpiente Zahak hace cinco mil años¹³. Muchos otros deportistas y actores publicaron fotos y mensajes de apoyo a Mahsa Amini, aunque varios de ellos fueron borrados o censurados en pocas horas¹⁴.

10 – ¿Pone esta situación en peligro las negociaciones sobre la capacidad nuclear de Irán?

Este movimiento de protesta contra el régimen iraní se da en un momento de tensión geopolítica en torno al programa nuclear iraní. De hecho, tras muchas negociaciones e idas y venidas, los iraníes habían respondido a un texto propuesto por los europeos a mediados de agosto, al que Estados Unidos respondió formalmente el 24 de agosto. El 1 de septiembre, el gobierno iraní respondió al texto estadounidense añadiendo exigencias aparentemente inadmisibles sobre puntos ya resueltos de antemano.

Además, Ebrahim Raissi provocó una ola de indignación internacional cuando habló sobre la realidad del Holocausto en una entrevista televisiva con CBS News: «Hay indicios de que ocurrió. Si es así, deberían poder estudiarlo e investigarlo”¹⁵. Hoy mismo, 22 de septiembre, también canceló de último minuto una entrevista con la periodista de origen iraní Christiane Amanpour para CNN, tras pedirle que se pusiera un velo durante la entrevista. Sin embargo, incluso Mahmoud Ahmadinejad había concedido en varias ocasiones entrevistas a Christiane Amanpour, sin exigirle nunca que llevara un velo para la ocasión¹⁶.

No obstante, siguen produciéndose intercambios sobre la capacidad nuclear iraní, como demuestra el encuentro entre Emmanuel Macron y Ebrahim Raissi al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de septiembre¹⁷. Las fotografías de los dos presidentes dándose la mano suscitaron numerosas críticas de la opinión pública iraní en las redes sociales.

La situación actual recuerda a la del verano de 2009: Mahmud Ahmadineyad acababa de ser reelegido tras un evidente fraude electoral que provocó un poderoso movimiento de protesta, mientras las negociaciones sobre el programa nuclear iraní estaban bloqueadas y el presidente hacía una serie de declaraciones inaceptables en la escena internacional.