• Hace un año, el 25 de julio de 2021, el actual presidente de Túnez, Kaïs Saïed, tomó la decisión de «congelar el trabajo del parlamento» y destituir al jefe de su gobierno, Hichem Mechichi, provocando que la crisis política que desgarra el país desde hace años alcanzase un nuevo pico. Tras ello, se produjeron escenas de júbilo de apoyo al presidente, ante la esperanza de una renovación democrática.
  • Elegido en otoño de 2019, Saïed es un líder que podría calificarse de populista, alimentando un discurso anti-élite que explica la popularidad de la que goza entre una parte importante de la población tunecina. Sin embargo, desde su «golpe de fuerza» del 25 de julio de 2021, su índice de popularidad ha descendido considerablemente, pasando del 80% en septiembre de 2021 al 59% en las últimas encuestas de mayo de 20221.
  • Casi doce años después de la revolución tunecina que dio inicio a la Primavera Árabe, y que provocó la caída de varios gobiernos, así como importantes reformas tras la salida a la calle de las poblaciones del Magreb y del Golfo, el referéndum que se celebra hoy muestra un balance desigual de este periodo.
  • Hoy, lunes 25 de julio, los tunecinos acuden a las urnas para aprobar o rechazar un nuevo proyecto de Constitución que aumentaría considerablemente los poderes del presidente, en detrimento de los del Parlamento. Esta nueva Constitución, redactada a toda prisa, permitiría a Kaïs Saïed componer su propio gobierno y destituir a los ministros -dejando poco poder a su primera ministra, Najla Bouden-, así como declarar el estado de emergencia sin ningún tipo de contrapoder ni límite de tiempo2.
  • En cuanto al Parlamento, los representantes populares tunecinos perderían tanto su inmunidad parlamentaria como su prerrogativa de someter a votación la destitución del presidente. Además, las numerosas deficiencias del texto, puestas de manifiesto por el propio autor, dejan algunas zonas grises, sobre todo en lo que respecta al modo de elección de los parlamentarios: sufragio directo o indirecto a través de las asambleas locales3.
  • Este referéndum llega en un momento de gran incertidumbre económica sobre el futuro de Túnez. Aunque la inflación se mantiene contenida en el contexto de la crisis económica mundial que estamos viviendo, la guerra de Ucrania está afectando mucho a los consumidores tunecinos, sobre todo por el aumento del precio en los productos alimentarios4. Además, dado que Túnez se encuentra actualmente en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para acceder a una ayuda financiera de emergencia, el resultado de la votación también tendrá consecuencias para el futuro económico del país.
  • Con la oposición llamando a boicotear el referéndum en lugar de votar contra el plan de Saïed, el «sí» tiene muchas posibilidades de ganar. Sin embargo, está por ver con qué margen. Al celebrarse la votación justo un mes después de que se diera a conocer el texto, durante un fin de semana de tres días, es de esperar que el índice de abstención sea alto, ya que los tunecinos están celebrando la proclamación de la república de 1957. Se espera que los primeros resultados se anuncien mañana, con el cierre de los colegios electorales a las 22:00 horas.
Notas al pie
  1. Hamza Marzouk, « Emrhod Consulting – Sondage : baisse de la popularité de Kaïs Saïed », L’économiste maghrébin, 10 de mayo de 2022.
  2. « Tunisia’s president is pushing an ominous constitution », The Economist, 21 de julio de 2022.
  3. Heba Saleh, « ‘Afraid for the freedoms’ : Opposition warns over Tunisia’s new constitution », The Financial Times, 5 de julio de 2022.
  4. Heba Saleh, « Tunisia’s scarred economy dealt further blow by war in Ukraine », The Financial Times, 12 de julio de 2022.