• Sri Lanka, nación insular ubicada frente a la costa del sur de la India, obtuvo la independencia en 1948 tras más de un siglo como protectorado británico. Los tres principales grupos étnicos – cingaleses, tamiles y moros – constituyen el 99% de la población. La familia Rajapaksa dominó el país durante dos décadas, y Mahinda Rajapaksa (el primer ministro dimisionario) se convirtió en 2009 en un héroe nacional entre los cingaleses por derrotar a los grupos rebeldes separatistas tamiles tras años de guerra civil.
  • Durante meses, los srilankeses han culpado a la familia Rajapaksa de los males que han llevado al país a una crisis económica sin precedentes. La economía de Sri Lanka se ha hundido por completo tras meses de escasez de combustible, electricidad y alimentos. La deuda externa del país aumentó drásticamente hasta los 51.000 millones de dólares como consecuencia de la pandemia y el estallido de la guerra en Ucrania, lo que provocó una elevada inflación en los precios de los productos básicos. Además, Sri Lanka no puede importar combustible debido a la deuda de 700 millones de dólares de su compañía petrolera, Ceylon Petroleum Corporation1.
  • Las protestas estallaron justo después del discurso del presidente dimisionario, Gotabaya Rajapaksa, el 16 de marzo, en el que se negaba a asumir la responsabilidad de los problemas económicos del país2. Los manifestantes exigieron la dimisión del presidente y de toda la familia Rajapaksa en las redes sociales, mientras ondeaban pancartas #GoHomeGota frente a los edificios oficiales. En cualquier caso, su profunda impopularidad entre la población podría obstaculizar cualquier intento de reforma, ya que carece de legitimidad.
  • El conjunto del gobierno dimitió el 3 de abril, en un movimiento coordinado que permitió a Gotabaya nombrar un nuevo gabinete de cuatro miembros, todavía encabezado por el primer ministro, su hermano Mahinda. Otros dos miembros de la familia también dimitieron, el ministro de Finanzas y el gobernador del Banco Central, lo que obligó al presidente a convocar a la oposición para formar un gobierno de «unidad nacional», sin éxito. El miércoles pasado, el presidente saliente, Gotabaya Rajapaksa, huyó a las Maldivas antes de presentar su dimisión al día siguiente, jueves 14 de julio.
  • La profunda impopularidad del nuevo presidente, Ranil Wickremesinghe -considerado por la población como cercano a la familia Rajapaksa, cosa que él niega- podría reavivar los rescoldos de las manifestaciones, mientras que el país necesita estabilidad política para poder retomar sus negociaciones con el FMI. Tras cuatro años en el Parlamento y seis mandatos como primer ministro, el nuevo presidente de Sri Lanka no parece capaz de aportar la renovación política que demanda la población3.
  • Sus prioridades por el momento se centran en la firma de un acuerdo con el FMI para garantizar el suministro regular de combustible al país. A petición de los manifestantes, también se ha comprometido a crear un «consejo popular» que informe al gobierno sobre la toma de decisiones para la recuperación económica. Wickremesinghe quiere romper con algunas de las políticas económicas iniciadas por su predecesor, y centrarse en el sector turístico en lugar de promover una economía de exportación4. Sin embargo, al ser recién elegido, su profunda impopularidad entre la población podría obstaculizar cualquier intento de reforma, debido a la falta de legitimidad.
Notas al pie
  1. « Sri Lanka’s prime minister says economy has ‘completely collapsed’ », The Guardian, 22 de junio de 2022.
  2. « President Gotabaya Rajapaksa’s special address to the nation », Ministerio de los Medios de Sri Lanka16 de marzo de 2022.
  3. Simon Fraser, Robert Plummer y George Wright, « Ranil Wickremesinghe : The six-time Sri Lankan PM who became president », BBC, 20 de julio de 2022.
  4. Emily Schmall y Mujib Mashal,« Ally of Ousted Sri Lanka President Is Chosen to Replace Him », The New York Times, 20 de julio de 2022.