Pierre Grosser


El 5 de marzo de 1953, Stalin murió en su dacha de Kúntsevo. Su muerte marcó el punto álgido de la Guerra Fría. Los años 1953-1954 fueron testigos de una metamorfosis en las condiciones de la confrontación Este-Oeste, en Europa, Asia y América Latina: la lógica interna de cada bloque cambió, al igual que los imperativos estratégicos. En retrospectiva, estos dos años estuvieron en el centro de muchos debates contrafácticos: ¿podría haber terminado la Guerra Fría en 1954?

El discurso del Secretario de Estado estadounidense del 26 de mayo provocó una respuesta inmediata del Ministerio de Asuntos Exteriores chino. Pierre Grosser comenta lo que el régimen de Pekín consideró una falta, por lo que pide a Washington que abandone su «obsesión» por contener a China.