Félix Terrones


Con motivo de la publicación de Poesía reunida, 1985-2016 (Fondo de Cultura Económica) de la poeta peruana Rossella Di Paolo, Félix Terrones lee, repasa -y, de cierto modo, poetiza su vez- la obra singular de una voz que busca «el justo medio entre la dicción y los silencios».

La secuencia que ha tenido lugar esta semana en Perú es a la vez trágica y ubuesca. Para Félix Terrones, si la clase política peruana tiene una larga tradición de corrupción, el golpe fallido de Pedro Castillo ha inaugurado una nueva línea: la del tonto útil que hace todo para ser apresado.

Un testimonio.

La pasión de Rafael Alconétar es una novela que, desde las primeras páginas, explora la vida del personaje epónimo, un profesor universitario y escritor que murió de manera trágica. Para desvelar mejor al personaje, varias voces se suceden en disquisiciones, manías, fabricaciones e hipótesis. Si un rompecabezas es la suma de las piezas que forman una imagen, aquí se trata más bien de un collage.

Siguiendo los pasos de Horacio Castellanos Moya y Roberto Bolaño, Carlos Fonseca es uno de los grandes escritores que consiguen captar la experiencia global desde una perspectiva latinoamericana. Félix Terrones leyó su última novela publicada por Anagrama, Austral.

Cuando la actualidad europea y mundial parece imponer nuevas exploraciones estéticas, que vayan más allá de los trillados senderos de la autoficción, novelas como las de Baltasar proponen el regreso a una línea que, si bien rica en su tradición, adquiere una gran contemporaneidad. Se trata de un desplazamiento que ya no busca las tierras prometidas ni los paraísos perdidos, sino que enfatiza en el desencanto y la soledad.

La bajamar es una novela habitada por personajes anegados por el pasado y a la vez incapaces de embarcarse en el presente. Si el pasado los acosa de manera más o menos consciente es porque ha descubierto que la vida no es más que enfrentar el vacío de lo consuetudinario.