Esfandyar Batmanghelidj


Economía contra diplomacia.

Irán se construyó a base de sanciones. Mientras sus dirigentes se congratulan ahora por haber creado una economía sui generis de resistencia, desde la industria automovilística hasta la armamentística, este modelo oculta un problema fundamental: los europeos ya no quieren invertir. Sin esta herramienta clave de negociación, las posibilidades de alcanzar un acuerdo parecen cada vez más frágiles.