Tras más de tres años de sanciones contra Moscú, hay que reconocerlo: la industria rusa no se ha derrumbado.
Al atacar las fábricas en territorio enemigo, Ucrania aplica «sanciones con drones», la única forma eficaz de frustrar el sistema de canibalización industrial de la Rusia de Putin.
Esfandyar Batmanghelidj analiza las razones de esta resiliencia.