Arnaud Miranda


El contenido de una conferencia confidencial impartida por el fundador de Palantir se ha «filtrado» misteriosamente.

En ella se habla del Anticristo, del fin de los tiempos —y del futuro que Peter Thiel intenta preparar para la humanidad—.

Más allá del mecanismo y la puesta en escena, traducimos estas notas del seminario y comentamos su contenido con la ayuda de los especialistas Arnaud Miranda y Jean-Benoît Poulle.

El poder de la IA es un problema para el proyecto contrarrevolucionario trumpista.

Mientras que una parte de su coalición la considera un instrumento del diablo, Trump se apoya en un grupo de empresarios neorreaccionarios para convertirla en el corazón del futuro de Estados Unidos.

La larga entrevista concedida por el fundador de OpenAI al podcaster más importante del movimiento MAGA está en el centro de la tensión.

Ofrecemos la primera traducción íntegra, comentada línea por línea por el especialista Arnaud Miranda.

«Definir nuestro horizonte biónico: el umbral de fusión entre naturaleza y cultura a partir del cual una población se vuelve indistinguible de su tecnología».

Para Nick Land, el aceleracionismo no solo debe permitir destruir la democracia, sino que debe permitir un secesionismo biónico.

Ir más allá de lo humano para que una pequeña élite superior pueda reinar sobre todos los seres vivos.

Traducimos y comentamos línea por línea el texto clave de uno de los autores más influyentes y oscuros de la galaxia neorreaccionaria.

«Hay que reunir, reforzar y dirigir contra el antiguo régimen todas las formas de poder disponibles».

Para Curtis Yarvin, en seis meses en la Casa Blanca, Trump ha perdido impulso. Hay que acelerar.

El ideólogo reaccionario envía un mensaje a todas las unidades destacadas en Washington: es hora de convertir la revuelta en revolución para completar la transformación monárquica de Estados Unidos —aunque ello suponga cruzar el Rubicón—.

El proyecto que nos llega desde el otro lado del Atlántico nos deja estupefactos.

Pretende transformar la democracia estadounidense en una especie de monarquía extraña, controlada por los señores de la tecnología y una nueva dinastía.

El hecho de que este proyecto nos parezca totalmente irracional no impide que exista —aunque es difícil de describir, es necesario comprenderlo—.

Para orientarnos en el espacio fugaz, filiforme y desorganizado de esta contrarrevolución, publicamos hoy el primer Atlas del pensamiento neorreaccionario.