Europa

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La geopolítica está en el centro de las elecciones polacas. En un momento en que el país se siente más amenazado que nunca por la estrategia rusa y bielorrusa, el partido gobernante PiS parece dispuesto a aprovecharse de este estado de incertidumbre, reforzado por el apoyo de algunos de los aliados históricos de Polonia. En Varsovia se juegan las tensiones europeas.

Las guerras de imperio rara vez acaban bien. En la Rusia de Putin, la fantasía imperial tiene la piel gruesa -podría precipitar la caída de la Federación abocándola a una posguerra de contornos imprecisos e inquietantes-. Al establecer una analogía entre la guerra de Ucrania y la guerra de Argelia, François Heisbourg proporciona un enfoque de lectura esencial.

La ley del más fuerte ha entrado en el código global. La matriz del derecho duro se amplía: una galaxia de reglamentos permite a los Estados ejercer una forma de injerencia en un número creciente de sectores económicos. La seguridad nacional nos protege contra nuestros adversarios, pero también contra nuestros aliados –en la confrontación de los macromodelos, ¿hasta dónde llegará el arsenal del derecho?–. Luca Picotti, que acaba de publicar La legge del più forte, Il diritto come strumento di competizione tra Stati (Luiss University Press), hace balance.

En conjunto, Europa controla más del 27% de la industria mundial de defensa, sólo superada por Estados Unidos. Sin embargo, los numerosos intentos de la Unión por integrar sus sistemas de defensa llevan años estancados. Según Karel Lannoo, Director General del CEPS, hay que aprovechar una situación excepcionalmente peligrosa para crear un mercado.

Carlo Maria Martini, jesuita italiano, teólogo erudito, cardenal y arzobispo de Milán, es uno de los principales inspiradores de la doctrina defendida por el Papa Francisco en Marsella: «La inmigración es una oportunidad histórica para el futuro de Europa… una gran llamada de la Providencia a un nuevo modo de vida». Por primera vez, traducimos al español esta visión católica, radicalmente opuesta a la visión de Orban de una «Europa blanca y cristiana».

El Papa Francisco estará en Marsella los días 22 y 23 de septiembre. No será una visita de Estado, aunque el acontecimiento tendrá un gran significado simbólico. Emmanuel Macron asistirá a su misa, «no como católico», sino «como Presidente de la República». ¿Cómo comprenderlo? Jean-Benoît Poulle examina, en un documentado estudio, los múltiples significados de este viaje inédito.

En una Europa muy secularizada, Polonia se presenta a menudo como una excepción. Pero no es inmune a las tendencias continentales. Demasiado cercana al PiS, incapaz de reinventarse tras la caída del comunismo, la Iglesia católica polaca se enfrenta a una crisis de práctica y de fe. Hacemos balance con Mirosława Grabowska, socióloga y antigua directora del instituto de sondeos CBOS.

España y los Países Bajos, ¿impulsores de la Unión?

Aparentemente inesperada, esta alianza ha impulsado sin embargo una revisión de las reglas fiscales europeas -cuestión clave en un momento en que la Unión debe hacer frente al mismo tiempo a la guerra y al cambio climático-. Pero esta apertura no ha ido seguida de hechos. Un año y medio después, ¿conseguirá la Unión cambiar las reglas del juego?

A diferencia de los individuos, las poblaciones pueden envejecer y rejuvenecer a la vez. Pero la gran novedad del periodo actual no es tanto el envejecimiento como la escasez de jóvenes. Para comprender la singularidad de este fenómeno, basándose en el caso italiano, el demógrafo Alessandro Rosina propone un neologismo: «desjuvenecimiento». Para evitar la «trampa demográfica» que conduce a una configuración estructural cada vez más inestable, no basta con aumentar la fecundidad.