 
        Para entender cómo se está preparando Rusia para la presidencia de Trump, hay que analizar detenidamente las palabras del ministro de Asuntos Exteriores de Putin, pronunciadas en una larga rueda de prensa el martes.
Lo traducimos.
 
        Para entender cómo se está preparando Rusia para la presidencia de Trump, hay que analizar detenidamente las palabras del ministro de Asuntos Exteriores de Putin, pronunciadas en una larga rueda de prensa el martes.
Lo traducimos.
 
        «Los rusos viven en un mundo de Estados-nación, como los ucranianos, los alemanes y los franceses. No viven en un espacio imperial con fronteras que serían cambiantes».
En un estudio etnográfico que contiene más de 750 páginas de relatos de testigos presenciales, tres investigadoras del laboratorio de Oleg Zhuravlev llevaron a cabo un ejercicio novedoso: intentar definir la relación de los rusos con la guerra a partir de su percepción de la realidad. Resumimos las principales conclusiones de este estudio cualitativo.
 
        A pocos días de la investidura de Donald Trump, el Kremlin se pronuncia a través de uno de los asesores más influyentes de Vladimir Putin.
En esta brutal entrevista, Nikolai Patrushev anuncia claramente la posición de Rusia: la división de Europa.
La traducimos.
 
        Según Vladislav Surkov, durante mucho tiempo eminencia gris del Kremlin, con la guerra en Ucrania Vladimir Putin ha abierto una nueva era imperial a escala global.
Desde entonces, todas las grandes potencias se proyectan en un espacio «sin fronteras».
«Turquía interviene en Siria según las mejores tradiciones de la Sublime Puerta; China teje lentamente sus Rutas de la Seda por todos los continentes; Trump reclama Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá…».
Lo traducimos y comentamos línea por línea.
 
        «Seguiremos adelante, sin nunca retroceder».
Al pasar página a veinticinco años como Jefe de Estado, los deseos de Año Nuevo de Vladimir Putin dejan entrever su estrategia para preservar la hegemonía sobre Rusia.
Los traducimos.
 
        Aunque Vladimir Putin acaba de afirmar lo contrario en su discurso anual a la nación, la caída de Asad plantea un problema existencial para el proyecto de Putin: por primera vez en siglos, Rusia podría dejar de tener acceso al Mediterráneo. Fiodor Lukianov es una voz poderosa entre la élite que trata de definir las doctrinas del Kremlin. En un texto muy comentado, aboga por un cambio sutil: aprovechar este fracaso para concentrar todo el esfuerzo de guerra en Ucrania.
 
        Atacar Ucrania y los países europeos con misiles nucleares. Acabar con los principios de no proliferación para ampliar el club de potencias nucleares. Reducir el umbral de utilización de la bomba.
Marlène Laruelle presenta y comenta la segunda parte de la díptica clave de Sergei Karaganov sobre el futuro de la guerra y la disuasión nuclear.
 
        Al disparar el jueves 21 de noviembre por primera vez contra Ucrania un misil balístico de alcance intermedio capaz de transportar una cabeza nuclear, Putin introdujo de lleno la retórica nuclear en su guerra contra Ucrania y Europa. Al día siguiente, en un discurso televisado, el presidente ruso elevó un escalón más sus amenazas a Occidente. Traducimos su discurso y lo comentamos línea por línea.
 
        Se dice que Putin controla a Trump, pero ¿se puede controlar realmente a Trump?
Traducimos —y comentamos línea por línea— la primera reacción oficial de Rusia al triunfo del candidato republicano.
 
        Desde hace unas semanas, los halcones del entorno de Vladimir Putin tocan en Moscú una melodía: ¿qué tal un cambio de doctrina?
Hemos traducido una entrevista con Sergei Karaganov, uno de los principales garantes intelectuales del belicismo de Putin, que soñaría con mover el umbral a otro nivel.